VALENCIA. Si la semana pasada Podemos anunciaba que enmendaría algunos capítulos de los Presupuestos de 2017 y plantearía modificaciones técnicas a la Ley de Acompañamiento, este martes aseguraban que estudiarán la manera de que se implante una tasa turística por pernoctación en la Comunitat si el Consell no avanza en estos términos en el próximo año.
Con la Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad en fase de participación pública, el diputado de Podemos, David Torres, avanzó en la comparecencia del viernes pasado del conseller de Hacienda, Vicente Soler, que la formación no entendía "por qué los valencianos debemos pagarlo todo" y los turistas que vienen a la Comunitat, no. En este sentido afirmaba que desconocía si habían estudiado la posibilidad de considerar "esta contribución al turismo por parte de la gente que nos visita porque el presupuesto de 72 millones para un sector que representa el 13% del PIB, es bajo".
Si bien tanto el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, como el president de la Generalitat, Ximo Puig, han reiterado en numerosas ocasiones que en 2017 no habrá tasa turística –tal como recoge el proyecto de presupuestos del próximo ejercicio–, tales afirmaciones despiertan cierto malestar en la formación que lidera Antonio Montiel, ya que, aducen, que ésta fue una consideración que ya introdujeron los expertos en el informe para la reforma fiscal.
En este sentido, el citado informe de la Comisión propone que se abra un debate que gire en torno a "la implantación de una nueva figura tributaria, de naturaleza impositiva, que recaiga sobre las estancias en establecimientos hoteleros y asimilados en el territorio de la Comunitat Valenciana, semejante al implantado en otras Comunidades Autónomas".
Fuentes parlamentarias Podemos consultadas por Valencia Plaza declaran que el motivo por el que no presentarán enmiendas a la ley de Acompañamiento para introducir una modificación, responde a que consideran que se debería crear toda una normativa como la que ya existe en Baleares para que quedaran reguladas las distintas tasas turísticas en función del tipo de pernoctación: vivienda turística, cámping, caravana, etc. Para ello esperarán a ver cómo se desarrolla finalmente en la Ley de Turismo las distintas pernoctaciones, de manera que sea más sencillo crear una nueva ley que aplique una tasa específica a cada una de ellas o les haga decantarse por la opción de añadir una modificación a la ley que está en fase de participación.
Con esto, después de que este martes Soler avanzara que el Consell trabajará con el sector turístico sobre la posibilidad de implantar una tasa al considerar que ésta puede ser "muy enriquecedora", la patronal hostelera de la Comunitat, Hosbec, rechazaba la oferta sin matices.
Ante esta situación, la formación de Montiel estimaba que este cambio de postura del Consell quizá se debía "a que esperan que presentemos una enmienda a la ley de Acompañamiento" y subrayaban que el "problema" se encontraba en estudiar cómo se repartiría entre todo el sector hotelero y hostelero el dinero recaudado con este impuesto "y eso es lo que, entendemos, que está estudiando el Consell".
Aunque desde el partido morado declaran no haber meditado en profundidad cuál sería el precio óptimo de este impuesto, simpatizan con el modelo balear -0,5 euros por noche-, con el que calculan que se recaudaría aproximadamente 30 millones de euros que, al tratarse de una tasa finalista, se invertiría en el propio sector.
De momento, las posturas de los grupos parlamentarios respecto a este asunto son variadas. Si bien Compromís es partidario de ello, en el PSPV ratifican que existen "sentimientos encontrados", pues debido a la "mala prensa" que tiene este tipo de tasa, consideran que el partido ahora en la oposición podría emplearlo como estrategia política de cara a unas próximas elecciones autonómicas.
Los empresarios de la Comunitat Valenciana se han manifestado en numerosas ocasiones a través de Valencia Plaza sobre la tasa turística, concretamente en los encuentros que se han desarrollado sobre el sector en las tres provincias. En el caso de Valencia, Juan Manuel Baixauli, de Grupo Gheisa, fue uno de los empresarios en pronunciarse. "Si tú analizas tu vida tu principal socio es el Estado", criticaba Baixauli."Siempre es más y más dinero".
El consejero delegado de Grupo Gheisa apuntaba a la posibilidad de ponerse todos de acuerdo para hacer una acción conjunta pero daba un no rotundo a la tasa turística. "Lo que damos al Estado es demasiado, yo soy partidario de que ellos afinen el tiro". Mientras, Javier Vallés, de SH Hoteles, destacaba la opción de realizar aportaciones privadas para promociones específicas con el fin de conseguir algo, como por ejemplo, traer la Copa del Rey de fútbol. Javier Andrés, de La Sucursal, se negaba a este tipo de tasas hasta que se condonaran por parte del Estado deudas como la de la America’s Cup o se modificara el modelo de financiación. Alejandro Deltoro, de Bioparc, entendía la necesidad de los políticos de ingresar, "pero meter más presión fiscal es malo".
"La tasa o lo que sea va a existir, pero nos conviene que exista siempre y cuando seamos capaces de plantearla nosotros. Si tengo que poner dinero quiero elegir a a dónde va", apuntaba Javier Gallego de ZT Hoteles. Lo catalogó como un impuesto revolucionario "a quien puedo fotografiar". "Yo no quiero jugar a que a alguien se le ocurra que hay que pagar un impuesto, sino que alguien traiga un estudio". Mientras, Myriam Gimeno, consejera delegada de Grupo Intur, ponía sobre la mesa por qué son los hoteles quiénes tienen que soportar la tasa cuando todo el mundo se beneficia de la recepción de turistas. "Hay que plantear quiénes son los actores".
"No es tasa, es un impuesto que graba el alojamiento hotelero", aseguraba Cristina Rodes, general manager AC Hotel Alicante. "Es un impuesto muy querido porque no tiene ningún precio político ya que no lo pagan los votantes. Serían 40 millones de euros si pagaran un un euro por pernoctación en la Comunitat en Campings, apartamentos y hoteles".
Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, aseguraba que "ni es tasa ni es turística sino un impuesto para los hoteles, campings y apartamentos reglados". "Es una carga impositiva más para unas empresas que están absolutamente asfixiadas con la fiscalidad de la Comunitat Valenciana, que es de las más altas de España, y con una tasa que es selectiva porque no afecta por igual a todo el sector turístico, a todos los que generan ingresos", matizaba.
"En Cataluña, que lo tiene implantado, el 80% del mercado catalán es Barcelona, que funciona de una manera muy distinta a cómo funcionamos aquí y la tasa turística se creó para tapar el agujero de Spanair. Y Baleares tienen unas connotaciones especiales por su característica insular y la presión del turismo puede hacer daño. Pero el sector hotelero balear está absolutamente horrorizado con estos costes adicionales. Luego tenemos la segunda parte, y es el destino. Podríamos estar de acuerdo, pero además de que lo paguen todos los que viven del fenómeno turístico, si el destino es revertirlo en la actividad turística podría aceptarse. Pero si el destino no se sabe o es para rebajar el déficit en la Comunitat no es de recibo", subraya.