La caída en En Comú y la crisis de Madrid pasan factura a la coalición, que logra salvar los muebles en la Comunidad Valenciana
VALÈNCIA. (EP). Unidas Podemos y sus confluencias han pasado de ser el tercer al cuarto partido de ámbito nacional tras las elecciones de este domingo, en las que han logrado 42 escaños, 25 menos que en la anterior legislatura.
Sin embargo, pese a su caída en votos, porcentaje y escaños, Unidas Podemos podría ser determinante para que el socialista Pedro Sánchez forme gobierno si Ciudadanos cumple su promesa de no pactar con el PSOE. Sus 42 escaños serían imprescindibles si el líder socialista optase por explorar la creación de un gobierno de izquierdas apoyado por formaciones nacionalistas o independentistas.
Con el 95 por ciento escrutado, la coalición formada por Podemos, Izquierda Unida y Equo, ha perdido aproximadamente 1,54 millones de votos, sumando 3,54 millones de sufragios (el 14,31%). Hace tres años les votaron 5,08 millones de electores (el 21,15%) y se hicieron con 67 asientos en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.
Además de la subida general del PSOE en toda España, la candidatura liderada por Pablo Iglesias se ha visto especialmente perjudicada por la caída de En Común Podem, su confluencia catalana, que fue la candidatura más votada en Cataluña tanto en 2015 como en 2016.
Este domingo, en Comú Podem ha caído hasta la tercera plaza, por detrás de ERC y el PSC, quedándose con 7 escaños, cinco menos de los que sumó en la anteriores generales. En concreto, se ha dejado en el camino más de 334.000 votos y su porcentaje de apoyos ha pasado del 24,53% al 14,89%.
A Unidas Podemos también le ha pasado factura a la coalición la crisis de Podemos en la Comunidad de Madrid. Tras la decisión de Íñigo Errejón de aliarse con la alcaldesa, Manuela Carmena, y concurrir a las autonómicas del 26 de mayo bajo las siglas de Más Madrid, Unidas Podemos se ha convertido en la cuarta fuerza madrileña cuando en 2106 fue la segunda, por delante del PSOE.
Así, los de Pablo Iglesias se han quedado en 513.413 votos, 224.472 menos que hace tres años y su porcentaje de apoyo ha pasado del 21,29% al 16,46%.
En Galicia, esta vez Podemos ha concurrido en alianza con Esquerda Unida, Equo, bajo la denominación de En Común Galicia. La salida de la coalición de Anova (que esta vez no se ha presentado) y de las denominadas Mareas (que han competido en solitario) se ha traducido en la pérdida de 134.566 votos y tres diputados.
Ahora la coalición gallega de Podemos tendrá dos representantes en el grupo confederal gracias a los 212.976 votos (14,15%) que ha logrado reunir en la comunidad gallega, en la que el PSOE ha conquistado la primera plaza.
Unidas Podemos también ha perdido apoyos en la Comunidad Valenciana. En 2016, cuando Podemos y Esquerra Unida (EUPV) se aliaron con Compromís, fueron la segunda candidatura más apoyos, mientras que ahora son la cuarto. Eso sí, Compromís es la que ha salido peor parada de la ruptura de la coalición.
En 2016 la marca 'A la Valenciana' sumó nueve escaños (cinco de Unidos Podemos y cuatro de Compromís) y ahora los de Mónica Oltra se han quedado en uno, mientras que los de Pablo Iglesias han conseguido revalidar sus cinco asientos en Madrid.
En el País Vasco Unidos Podemos fue la lista más votada hace tres años, pero en estos comicios se ha quedado en tercer puesto por detrás del PNV y el PSE-EE. Ha pasado de 6 a 4 diputados al perder unos 117.000 votos, y se ha quedado con un apoyo del 17,56%.
Es sabido que la canícula veraniega recalienta las meninges a más de uno. Lo tórrido de la estación no disculpa a los políticos. Más de un ciudadano se pregunta para qué va a las urnas si luego sus representantes no se ponen de acuerdo para gobernar. Y ya no vale que estemos en tiempo de tanteo y de juegos más o menos florentinos. Aún no lo hemos visto todo