VALÈNCIA. Como sabe cualquier fan de Spiderman, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Siguiendo esta premisa, si entre tus habilidades se encuentra la capacidad de hacer reír a los demás, resultaría un sacrilegio permitir que tal don se desperdiciara de cualquier manera. Al fin y al cabo, no es que vayamos muy sobrados de risas en este mundo. Patricia Conde (Valladolid, 1979) es una de esas pocas afortunadas que consiguen transformar un monosílabo y dos muecas en un gag humorístico. Y, aunque no lleva uniforme de superheroína, tiene muy clara su misión: impedir que la humanidad olvide a qué suena una carcajada. Por ello, con apenas 19 años se unió al equipo del legendario El informal y, desde entonces, no ha dejado de explotar su inagotable vis cómica en programas como Splunge, Lady Kaña, Gym Tony o El chiringuito de Pepe. Pero si hay un proyecto con el que logró quedar grabada a fuego en las retinas y el encéfalo de los espectadores es, sin duda, Sé lo que hicisteis…, el espacio satírico que condujo junto a Ángel Martín entre 2006 y 2011, y donde, a base de intercambiar comentarios ácidos y silencios cómplices, lograron erigirse como uno de los dúos con mayor química de la televisión.
Justo cuando sus miles de seguidores casi habían abandonado la esperanza de volver a verles compartiendo plató, Conde y Martín anunciaron su regreso. En este caso, al frente de WifiLeaks noticias del futuro, el programa de humor, ciencia y tecnología de #0 que Movistar+ emite de forma diaria desde el mes de marzo. En él, se abordan desde una perspectiva cómica cuestiones como los viajes espaciales, el desarrollo de robots o las últimas novedades relacionadas con las redes sociales. El pasado viernes, ambos participaron en la factoría 'La Importancia de la Risa' de Rambleta en la que conversaron sobre el papel del humor en nuestras vidas y esa tabla de salvación que supone a menudo saber reírse de uno mismo. Aprovechamos la visita de Patricia Conde a València para charlar con ella.
-¿Cuántos millones de veces te han preguntado si ibas a volver a trabajar con Ángel Martín?
-Muchísimas veces, me lo han preguntado casi, casi desde que acabó Sé lo que hicisteis. Yo sabía que no era imposible, de hecho, Ángel y yo habíamos hablado muchas veces de volver a hacer algo juntos en televisión o en teatro. Así que, en cierta manera, tenía claro que antes o después esto iba a suceder, pero considero que era necesario dejar un espacio al espectador y también a nosotros mismos para probar cosas diferentes. Hay que tener en cuenta que durante cinco años estuvimos haciendo Sé lo que hicisteis mientras recibíamos ofertas de otros proyectos. Llega un momento en que no puedes abarcarlo todo y lo que te pide el cuerpo participar en otras propuestas, por ejemplo, yo he estado haciendo mucha ficción, que era algo que me apetecía una barbaridad. Además, siempre me había atraído el mundo del doblaje y he podido participar en la saga Gru, mi villano favorito poniendo voz a Lucy Wilde.
-Podríais haber tirado de nostalgia y repetir la fórmula de Sé lo que hicisteis, pero habéis optado por un proyecto diferente. ¿No os apetecía repetir o pensabais que era una idea ya agotada?
-Creemos en seguir avanzando, en el cambio y en que no puedes hacer siempre lo mismo. Tienes que ofrecer algo que sabes que gusta a la gente, como es la comedia, pero utilizando otras herramientas. Se puede hacer un programa de humor con cualquier tema, ya sea fútbol o moda. La herramienta está ahí y tienes que saber usarla. En este caso, hablamos de ciencia y tecnología, que implica, en realidad, hablar de la actualidad en sí misma, pues estamos en plena era tecnológica, en un momento en el que está todo muy conectado. Queremos esclarecer al espectador lo que está pasando, porque a veces, los avances se van sucediendo unos a otros de forma tan acelerada que no acabas de entender bien lo que estás viviendo. Pienso que hacemos una doble función: por una parte, enseñar qué son todas estas novedades que van apareciendo en nuestro presente y, por otra, contribuir a que la gente se ría.
-En ocasiones, la información científica y tecnológica causa cierto reparo, la sensación de que si no somos especialistas no vamos a entender nada. ¿Es el humor una forma de que estos contenidos resulten más accesibles?
-Comunicar con humor es siempre la fórmula perfecta para que el mensaje llegue al espectador. Por ejemplo, creo que Andreu Buenafuente hace magia, es un gran comunicador, habla de política con ese humor que solamente tiene él y consigue llegar a todo el mundo por igual. El humor es la mejor manera de explicar lo que sucede en el mundo.
-Y en tu caso, ¿qué relación tienes con las nuevas tecnologías?
-Yo siempre he sido un poco rebelde, huyo del borreguismo cuando veo que todo el mundo está haciendo lo mismo. A mí, por ejemplo, no me llama la atención opinar en Twitter, ni siquiera tengo cuenta. No me gusta exponer lo que opino todo el tiempo a todas horas, prefiero guardarme mi opinión para la gente más cercana. Parece que esa red social sea un foco de ultras que están deseando insultar digas lo que digas. Yo escapo de toda esa inmediatez, de querer está conectado siempre y que te lancen noticias sean verdaderas o falsas.
Considero que estoy en una situación muy tranquila: solamente tengo cuenta en Instagram porque me gusta la fotografía, además creo que puede ser un pequeño canal de entretenimiento y una herramienta útil a nivel profesional, por ejemplo, para mostrar mi línea de ropa. Pero lo vivo de una forma muy relajada, a veces desconecto tanto que me olvido de dónde tengo el teléfono. Tampoco pasa nada por desaparecer unos días o no responder inmediatamente a un mensaje, ya lo haré en otro momento. Cuando quiero información voy a buscarla yo, me gusta estar informada porque es una forma de conservar un poso de libertad y tener una postura ante la vida, pero no quiero que me bombardeen con contenidos.
-El lema de Wikileaks es ‘noticias del futuro’. ¿Eres optimista respecto al porvenir o piensas que el panorama que se avecina es tenebroso?
-No creo que el futuro vaya a ser idílico nunca, no soy tan idealista, de hecho, con el paso de los años me he vuelto muy pragmática. A fin de cuentas, en este mundo todo se limita a una lucha por ver quién consigue acumular más dinero y más poder.
-A menudo asociamos el humor con la frivolidad y la irrelevancia. ¿Crees que puede ser una forma de estar en el mundo, que la risa también es algo transcendente?
-Yo no creo en nadie que no tenga sentido del humor. No tengo nada que ver con esa gente que se toma tan en serio a sí misma, que no se ríe nunca. De hecho, no me parece sano. Pienso que acaban siendo una parodia de sí mismos. Estoy convencida de que el humor es fundamental para la supervivencia, desdramatiza muchas circunstancias y te ancla a la tierra, puede actuar incluso como una crítica potente que te haces a ti mismo frente a la vida. Soy de las que piensan que te puedes reír de todo porque el humor tiene muchas capas.
-En alguna ocasión has hablado de la importancia de la generosidad en la comedia. ¿Por consideras que es tan necesaria?
-A veces trabajamos con cómicos que se centran en sus chistes y no tienen en cuenta a su compañero: se adelantan a sus bromas, no aplauden el chiste del otro…La comedia - a no ser que estés haciendo un monólogo- es un trabajo en equipo, por eso es tan importante apoyar a tu pareja escénica y que os complementéis bien. En ese sentido, Ángel es muy generoso: disfruta cuando el otro hace un buen chiste; respeta su tiempo, su pausa, sus silencios…Eso es lo que requiere la comedia.
La gente del sector siempre te dice lo difícil que es hacer reír, mucho más que representar un drama o dar vida un personaje neutro. Me parece una profesión tremendamente vocacional, a mí me apasiona desde que tengo uso de razón. Habrá quien diga que esta chupado, que basta con ser gracioso y ya sale solo; pero es gente que no tiene ni idea. Yo siempre digo que, si no sabes de comedia, no te metas a opinar. No es fácil enfrentarte a un público ni a una cámara, pero parte del trabajo de un cómico reside en sobreponerse a ello y desmitificarlo.
-¿El tópico de que las mujeres son menos graciosas que los hombres sigue vivo o ya ha caído en el olvido? ¿Has sufrido este prejuicio?
-Cuando empecé con 19 años en este sector, creo que no se fijaron en mí por el físico: yo no era una tía exuberante, era una niña y se notaba. Veían que era graciosa y que hablando con los políticos improvisaba muy bien. A mí nunca me han dicho “hay tíos más graciosos que tú”, me han respetado siempre, he tenido trabajo y me ha ido genial.
Estoy muy agradecida con cómo ha evolucionado mi trayectoria profesional. No ha sido un camino de rosas, evidentemente también he tenido obstáculos. Pero, en general, he estado muy arropada siempre y he visto que confiaban en mí a la hora de darme monólogos en El club de la comedia, de encargarme programas de humor y personajes cómicos en series. No he sentido que me menospreciaran por ser mujer, todo lo contrario, han pensado en mí por ser todoterreno y poder adaptarme a todo tipo de situaciones según lo requiera el guion.
-Como has comentado, llevas desde muy joven en esta profesión. ¿Qué evolución has visto en el papel de la mujer en el mundo de la comedia?
-Yo me he centrado en mi carrera, mi trabajo y mi evolución. Nunca me ha preocupado el qué dirán ni he hecho mucho caso a los comentarios externos, ni buenos ni malos. He hecho mi vida, pero es verdad que, al levantar la vista y mirar alrededor, me he encontrado con que las mujeres estamos ganando protagonismo en este ámbito. Y sé que algún día habrá un programa dirigido por mí. Nunca he pensado “qué difícil es este mundo que solamente dan programas a los hombres”. Lo importante es seguir trabajando duro y luchando sin dejar que te metan en la cabeza ideas y conductas que no van contigo.
Sí es verdad que en España echo mucho de menos más comedias protagonizadas por mujeres, como sucede en Estados Unidos. Allí tenemos películas con Kristen Wiig o Amy Schumer, que es una crack, utiliza un humor a veces grotesco y zafio que me encanta. Veo a mujeres con papeles relevantes en Saturday Night Live, un programa que sigo mucho…Y desde pequeña me fascina Goldie Hawn. En cualquier caso, no creo que haya un humor de mujeres y hombres, somos iguales y el humor es el humor.
Mejor que cualquier serie de Netflix o HBO son las entregas del programa Imprescindibles de RTVE y, en su plataforma, hay como doscientos episodios listos para ser vistos. Uno de los últimos, sobre Carlos Tena, nos descubre a un periodista musical difícil de ver hoy. Enfrentado con y contrario a los dictados del mercado, abierto de mente y ecléctico, con interés en lo antiguo tanto como en lo moderno. Un personaje singular que puso su granito de arena para que la explosión musical española de finales de los 70 fuese como fue