VALÈNCIA. Una semana más tarde de lo previsto y apurando hasta el último minuto de la noche anterior a que se publique el decreto. PSPV, Compromís y Unides Podem-EUPV lograron este jueves cerrar la estructura de las direcciones generales del Consell del Botànic II. Un diseño que llega dos semanas después de haberse publicado el de las secretarías autonómicas porque las tres formaciones no consiguieron acordarlo el viernes pasado.
Ahora bien, las negociaciones han sido tan apuradas, que no habrá nombramientos este viernes en el pleno del Consell; al menos no del tercer escalón. Los tira y afloja, primero entre la coalición valencianista y los morados a cuenta del número de direcciones generales que debían gestionar los segundos, y más tarde entre Compromís y los socialistas por la gestión de los museos mantuvo la negociación abierta hasta ayer mismo.
Así, conviene recordar que en las primeras reuniones a tres banda entre los socios del Botànic II el PSPV mostró interés en adquirir competencias como la de Cultura, en la legislatura pasada en manos de la UTE electoral integrada por Bloc, Iniciativa y VerdsEquo. Tras no obtener esta área, solicitaron Patrimonio Cultural para que se cobijara bajo el paraguas de Presidencia de la Generalitat como una dirección general.
No obstante, una vez resuelto el primer y segundo escalón, cuando pasaron a dividir el tercer peldaño del Gobierno valenciano los socialistas solicitaron que en Patrimonio Cultural se incluyera la gestión de los museos. Algo a lo que Compromís se negaba en rotundo, pues suponía "vaciar prácticamente por completo" la cartera de Cultura que mantendrían ellos junto a Educación. De hecho, esta disputa es la que ha retrasado el cierre del acuerdo, ya que las desavenencias entre Podem y los valencianistas se resolvieron el martes.
Además de la gestión de los museos, el partido de Ximo Puig también trató de trasladar a Presidencia la competencia de la feria del libro y bibliotecas. Una vez rechazado todo esto por la coalición valencianista, los socialistas bajaron a la "letra pequeña". Es decir, a hablar de museos concretos, ya no del conjunto de todos ellos. En ese punto llegaron a proponer quedarse con la gestión del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), que este año cumple su 30 aniversario y cuya dirección debe renovarse en los próximos meses.
Tras dos días enteros centrados en esta cuestión, finalmente este jueves se desistió en esa idea y ninguna de esas competencias saldrá de la Conselleria de Cultura que dirige Vicent Marzà. Un departamento del que, además, tampoco se despojará Patrimonio Cultural. Por lo que, en definitiva, todo seguirá igual que en la legislatura pasada.
Aunque este viernes no está previsto que el pleno del Consell realice ningún nombramiento del tercer escalón, sí lo hará de la secretaría autonómica que queda por cubrir, la de Justicia. Un área que le corresponde ocupar a Podemos y que había quedado vacante después de que la exdiputada Fabiola Meco rechazara la oferta de situarse en este puesto.
El Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) de la formación morada decidió en la noche de este jueves que la elegida fuera la profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de València Mireia Llobera, según informaron fuentes del partido.
Llobera es Licenciada en Derecho por la UV, doctora y especialista en Derecho Público además de poseer estudios en Harvard y en la Universidad de Londres.
Con todo, los tres partidos del Botànic II aseguran que habrá 60 direcciones generales repartidas en las consellerias, sin contar las que se creen en Presidencia de la Generalitat y la vicepresidencia de Mónica Oltra.
De esa sesentena de puestos, Podem ocupará diez de ellas: seis estarán en sus propias consellerias -se distribuirán entre Vivienda y Arquitectura Bioclimática y Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática-; otras tres estarán fuera de sus dominios -una en Políticas Sociales, otra en Medio Ambiente y una más en Innovación, la de Brecha Digital-; y finalmente, la décima será una dirección general pero ejercerá las funciones de coordinación como ya desempeñan las secretarías autonómicas que dependen de Presidencia y la vicepresidencia primera.