"El Año Uno de la Nueva Normalidad fue el año en el que una manada de bisontes asaltó el Capitolio del Territorio-América, como cien años antes se había asaltado el Palacio de Invierno en el Territorio de Todas las Rusias. Estas bestias, que se creía desaparecidas del mundo occidental, entraron en el seno de la democracia arrasando con todo lo que encontraron a su paso, hasta que las fuerzas del orden consiguieron abatirlos a tiros y expulsarlos del sagrado lugar, sede de la soberanía del pueblo, donde en ese momento se ratificaba al último presidente electo por votación popular. Los Estados Unidos de América estaban heridos de muerte y pronto se sellaría la caída de un Imperio que agonizaba desde que finalizó el II Milenio”.
Así estudiábamos en la eSchool la prehistoria, con algunos conceptos incongruentes e ininteligibles, como lo de la “soberanía del pueblo”, “votación popular” o “seno de la democracia”. En todo caso, los bisontes sí los conocemos, por los fondos fotográficos que se digitalizaron automáticamente antes de pasar al 7G. No fue el único acontecimiento histórico que marcó el inicio de nuestra Era, en aquel siglo XXI.
Fue el año también de la Gran Nevada, un acontecimiento climatológico que entonces no se podía controlar, como el Cambio Climático, pero que se inició en el Territorio-Europa-Sur y fue subiendo hacia el norte, pintando de blanco todo un continente. Pero, lo más importante es que fue el año de la Gran Vacunación. Comenzó muy lentamente, hasta que los Gobiernos nacionales decidieron dar el paso definitivo hacia la autovacunación, dándole esta prerrogativa otrora sanitaria a toda la ciudadanía en general.
Toda la población mundial debía estar preparada para la siguiente mutación con una vacuna. La Gran Fábrica había sido la primera en vacunar de forma experimental y había podido controlar el virus merced al control ejercido sobre una enorme población colectivizada. No obstante, la primera vacuna en comercializarse fue Desarrollada por la farmacéutica estatal china Sinopharm y el Instituto de Productos Biológicos de Pekín. El Territorio de Todas las Rusias también tenía su propia vacuna, Sputnik, ensayada tres meses antes que el resto de países con trabajadores públicos voluntarios y sanitarios.
En el mundo Occidental, la carrera de los laboratorios era una carrera de obstáculos, que se topaba con la burocracia de los Estados y la precaución de los expertos científicos: BioNTech-Pfizer, Moderna, AstraZeneca… fueron las primeras en llegar. Todas estaban bajo el peligro del ciberespionaje, que había actuado contra la Agencia Europea del Medicamento (EMA) con un ciberataque en su sitio web. La investigación inicial reveló que se accedió ilegalmente a un número limitado de documentos pertenecientes a estos laboratorios, y se habían violado datos relacionados con medicamentos y vacunas covid-19, aunque se limitó a una aplicación de TI.
Mientras, el virus avanzaba inmisericorde y más rápidamente que el proceso de vacunación. Pese a contar con un remedio inmediato, las sucesivas mutaciones, la reactivación de la economía y el reencuentro con los seres queridos -esto también nos lo enseñaban con el eLearning- convirtieron la covid-19 en el último regalo envenenado de la última navidad…, antes de que mutara en covid-20.
-Por cierto, David, no me llegó tu regalo de navidad. Ni por dron, ni por holograma ni por el chip. Y mira que he buscado en mi data-base… “Nevertheless”, espero que me lo des en un encuentro en la tercera fase, en nuestra terraza…
-Vaya, me pillas conectado. No se me pasó, es que quería darte una sorpresa. Tengo permiso del eHealth para volar a la ZonaZero-BRX. Ya tengo activado el ePassport, he actualizado la SIM con todas las vacunas, test de antígenos y PCRs, y me ha llegado el ePassport. Sólo me queda confirmar el día y la hora de recogida del dron… Bueno, ya no es una sorpresa. Veo que sigues con la investigación que te dejó la Tieta en herencia… ¿Has llegado a saber qué fue de Potus? ¿Es verdad que se refugió en La Villa tras el asalto al Capitolio?