La televisión participa, directa o indirectamente, en la fabricación de los héroes y villanos de la actualidad. La gala benéfica One World: Together at Home, televisada en diversas televisiones, plataformas y países, contó con la participación de artistas consagrados y personalidades como Bill Gates, promotor de algunas investigaciones científicas que tratan de encontrar la vacuna contra el coronavirus. Donald Trump ha encontrado en la figura de Gates el enemigo perfecto al que culpar de la gran crisis que está asolando también su país para desviar así sus responsabilidades como pésimo gestor
VALÈNCIA. Tres millones y medio de visualizaciones lleva acumulado el último vídeo en Youtube de los Rolling Stones. Grabado desde el salón de sus casas, es decir, tan confinados como nosotros, se trata de actuación trabajada y no de una mera aparición vía Zoom. La inclusión de pistas de audio pregrabadas deja al resto de actuaciones vistas desde el confinamiento a la altura del betún, todo sea dicho, pero se agradece su estilo para simular esta aparente improvisación con tan buen gusto.
El vídeo, disponible desde el pasado domingo, ha corrido como la espuma por las redes sociales, aunque la mayor parte de las veces descontextualizado. La pieza formó parte de la gala benéfica, promovida por Lady Gaga desde EEUU, One World: together at home. Fue emitida el sábado noche a través de las tres cadenas en abierto más importantes del país (ABC, NBC, CBS), además de Youtube, Facebook y diferentes plataformas en otros países (en España se emitió en Playz de TVE, además de Facebook). Solo en Estados Unidos fue vista por 21 millones de espectadores televisivos; otros 6 millones la vieron en Gran Bretaña; acumula 24 millones de visualizaciones en Youtube y todavía habría que sumarle los visionados a través de las diferentes redes sociales y resto de plataformas de cada país.
El evento es la versión coronavirus de aquel concierto en beneficio de África, Live Aid, coordinado por Bob Geldof en 1985. Como aquel, se considera ya un éxito de audiencias y de recaudación. Durante las 8 horas de emisión se recaudaron 128 millones de dólares que irán para la OMS, detalle nada baladí ya que contradice la posición airada de Donald Trump contra este organismo de las Naciones Unidas.
El pasado 14 de abril el presidente de los Estados Unidos acusó a la Organización Mundial de la Salud de encubrir la propagación de la pandemia y congeló su aportación al organismo. El choque entre dos los más importantes multimillonarios no se hizo esperar. El fundador de Microsoft, Bill Gates, tildó en Twitter la postura del presidente Trump como “peligrosa” ya que, según sus palabras, el trabajo de las OMS estaba “ralentizando las propagación del COVID-19”.
Desde el inicio de la pandemia Gates ha estado de actualidad por haber pronosticado en 2015 la aparición cualquier día de un virus que hiciera estragos. Con la crisis por el COVID-19, a través de la Fundación Gates, el filántropo ha donado este último mes a dicho organismo más de 100 millones de euros (calderilla para él) para que continúe con su labor. Por otra parte, matizar que las donaciones en EEUU eluden impuestos y son habituales entre las grandes fortunas. Lo que no se puede negar, como se puede escuchar en su charla TED de 2015, es que Bill Gates vaticinó lo que hoy vivimos.
En cuanto al evento televiso fue Lady Gaga, que en su momento apoyó la campaña a favor de Hillary Clinton, la que empujó este show grabado desde los hogares de los artistas y televisado por las principales cadenas comerciales. Participaron diversos artistas como Billie Ellish, Paul McCartney, Rufus Wainwright, Steve Wonder, Taylor Swift, Elton John y un largo etcétera. También se vio a Michelle Obama y Laura Bush, en un intento de demostrar que la gala no estaba politizada y que podía ser apta para los espectadores o votantes de ambas ideologías. Sin embargo, la intervención de Bill y Melinda Gates, donde defendieron una respuesta mundial al virus (es decir, indirectamente manifestaban de nuevo su apoyo a la OMS), fue la postura contraria a Trump más palpable de toda la emisión. Llama la atención, además, que el evento no fuera televisado por FOX, el canal más próximo al presidente Trump. Es obvio que ese matiz tiene un por qué.
La aparición en One World: Together at Home encumbró a Gates como el enemigo número uno del país, según los seguidores afines al presidente. Los espectadores norteamericanos tenían por fin al malvado que buscaban. Desde entonces el fundador de Microsoft está viviendo en los medios afines al presidente y en las redes sociales una campaña de desprestigio donde le acusan de querer enriquecerse con la vacuna. Hasta han llegado a afirmar que ha sido él, en connivencia con China, el que ha fabricado el virus.
Primero fueron las redes 5G las culpables de la enfermedad, luego le llegó el turno a la viróloga china Shi Zhengli, a la que acusaron de sembrar el coronavirus en medio de un viaje en autobús en Wuhan. “Se detuvo en medio de la ruta, abrió su maletín y puso un bloque de hielo seco contaminado cerca de un conducto de aire en un mercado”, cuentan los ‘conspiranoicos’. Teorías que leemos en las redes sociales, que escuchamos a través de FOX, y que después se integran en el discurso del presidente más bocazas del mundo. El programa de Jamie Oliver (HBO) mostraba esta semana cómo el discurso del presidente copiaba diariamente frases escuchadas la noche anterior en alguno de los programas de FOX u homólogos ideológicamente hablando.
Mientras que los bulos se siguen acumulando, lo que sí sabemos con seguridad es que la Fundación Gates ha propuesto financiar los laboratorios que tengan las siete vacunas potenciales más prometedoras. El último bulo de hace dos días asegura que la Fundación Gates, la OMS y el Instituto de Virología de Wuhan han sido hackeados y con ello se han desvelado miles de mails. Todo vale con tal de mantener viva la figura del villano para que Trump salve a sus ciudadanos del mal. Aunque no lo quiera, la televisión participa una vez más de este circo.