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3 MUJERES EN EL SANSAN

Objetivo SanSan 2018, o cómo hacer un festival (indie) sin (casi) mujeres

Del 29 al 31 de marzo se celebra en Benicàssim la edición más desoladora del SanSan en cuanto a igualdad de género

29/03/2018 - 

VALÈNCIA. Cuentan las crónicas de antaño que, cuando Alejandro Magno comprobó las enormes dificultades que le iba a causar tomar la ínsula fenicia de Tiro, optó por emular la táctica de Dionisio I con Motia: construir un espigón con el que llegar a pie a la isla. Sin embargo, el elemento clave de toda esta historia no es tanto la idea de construir un camino por el mar hasta el islote, sino más bien con qué llevaron a cabo los macedonios la desinsulización de Tiro; Alejandro Magno decidió utilizar los cascotes de la demolida Ciudad Vieja de Tiro, la homóloga continental de la isla. El acto poético estaba servido: los soldados macedonios iniciaron el asedio de la ciudad fenicia caminando sobre sus propios escombros.

Nota: quién sabe si, con la isla derrotada, Alejandro Magno miró a un tirio superviviente y le espetó aquello que contaba Antonio Escohotado en ‘Nunca es igual’, en el Alta Suciedad de Andrés Calamaro: “me cago en la leche, ¿os dais cuenta de las cosas que tengo que hacer para que me tengáis respeto?”.

La historia, escrita por y para hombres, le otorga a las mujeres, sin embargo, lecciones que aplicar en su particular asedio de Tiro. Quizá la única forma de reconstruir el sistema es derribándolo y construyendo caminos a partir de las ruinas. En el apartado musical, la demolición y reconstrucción de un estado patriarcal indie mucho más plural y justo sería, en realidad, una buena noticia detrás de otra. Para todos. Los carteles copias de una copia de una copia de una copia de una copia se pueden amparar en el libre ejercicio de la programación editorial, aunque todos sepamos que la libertad es lo que impone el mercado; los carteles sin presencia femenina o con una cuota ridícula en 2018 están más desfasados que los fenicios y no tienen justificación filosófica alguna. 

La nueva edición del SanSan, que junta los dos pecados en el mismo cartel, se celebra del 29 al 31 de marzo en Benicàssim.

Tres mujeres en el cartel: una batería y dos djs

Desde luego, hay que romper una lanza en favor del SanSan. Parecen querer superar su última referencia con una gesta nueva cada año; teniendo en cuenta que todo vale para recibir un poco del eco mediático -independientemente de la índole del mismo-, parece una estrategia de éxito. El más de 40% de repetición de grupos españoles y la incrustación de los periodistas en el cartel del año pasado ya son historia, nunca mejor dicho: este año han conseguido confeccionar un line up en el que sólo uno de los grupos que harán música en directo -y con instrumentos, no con mesas de djs o Spotify- cuenta con una mujer en sus filas. Se han quedado muy cerca del pleno, pero no se puede decir que no se hayan esforzado.

Porque, efectivamente, confeccionar un cartel con sólo una mujer en 2018 ha de entenderse como un trabajo de selección meritorio: (alerta irónica) sin darte cuenta puedes confirmar un grupo con una mujer teclista agazapada entre el patriarcado o, de repente, una banda 100% masculina decide llevar a unas coristas y te aleja de la cuadratura del círculo. De los 29 grupos que poblarán los dos escenarios principales del festival durante tres días, sólo uno cuenta con una mujer en su formación: Rufus T. Firefly; se da la casualidad, además, de que Rufus T. Firefly es una de las opciones más interesantes del fin de semana. 

La realidad, en números, es aún más realidad. Y no sólo por el 3.4% que arroja la selección de un grupo con presencia femenina entre todo el cartel. Un vistazo a la composición de género de la selección del SanSan 2018 en la web oficial del festival arroja un panorama incluso más desolador. Las 32 fotografías que, a modo de resumen, presenta el portal (con 3 nombres más del Sansito Club, el escenario para djs y cuentas pendientes), ofrecen un escenario en el que, de los 112 músicos que aparecen en ellas, sólo hay dos mujeres: la batería de Rufus T. Firefly, Julia Martín-Maestro, y Eme DJ. Esto hace que, con los datos que ofrece el festival a primera vista, el porcentaje de presencia femenina sea del 1.7%. De los 12 nombres del apartado dj, 10 corresponden a hombres y sólo Rocío Saiz, cantante de Las Chillers, acompaña a Eme DJ en el Sansito Club -llama la atención, por cierto, que grupos feministas presten sus servicios en eventos que perpetúan el bordado del paradigma machista-. 

La reiteración como filosofía

Las tres mujeres músicas junto a alrededor de 125 hombres en un cartel es el nuevo hit del festival reubicado con éxito en Benicàssim, pero el SanSan no olvida sus grandes éxitos. El machismo es el aliño del festival indie español, el ingrediente principal es la reiteración en la propuesta. ¿La reiteración? Sí, la reiteración. En la pasada edición, más del 40% de los grupos confirmados habían pasado con anterioridad por el festival; en esta, el número de grupos se reduce, pero el porcentaje no deja de aumentar en lo que respecta a los grupos de los dos escenarios principales: 15 de los 29 confirmados han tocado ya en el SanSan, lo que supone más de la mitad de las bandas. Con los djs, el porcentaje desciende hasta el 45% y se sitúa en la misma horquilla que la temporada pasada.

Varry Brava y Dinero siguen pugnando por ser los Shellac del SanSan, implique lo que implique esa condición; sus miembros tienen varias citas al año reservadas: la cena de Navidad, quizá alguna boda y, por supuesto, el concierto en el SanSan. Del año pasado repiten también Nunatak, Rufus T. Firefly, Full, Viva Suecia, Elefantes, Despistaos, Ñekü y Ojete Calor. En total: 11 de los 29 grupos del SanSan 2018 tocaron en el SanSan2017. De otras ediciones regresan Lori Meyers, Sidonie e Iván Ferreiro, presentes en las temporadas de Gandía, así como La M.O.D.A. y Sexy Zebras, que sumarán este año 3 de los 5 SanSan celebrados hasta 2018 -igual que varios de los mencionados con anterioridad-.

¿Dónde están Los del Río?

Lo que no repite, por fortuna, es la incrustación de los periodistas como parte del cartel. Sólo Ángel Carmona (Hoy Empieza Todo, Radio 3) resiste de aquello que el año pasado fue el Espacio It Goldcar que reunía, en una especie de perversión delirante, a “grandes DJs, medios e influencers”. Hoy los influencers ya no pinchan y se dedican a su papel principal: ofrecer códigos de descuento en sus stories de Instagram. No cesan tampoco los motivos antagónicos de congratulación irónica: ¿qué ha pasado con Los del Río? ¿No merecen repetir en un festival que insiste en los mismos grupos en alrededor del 50% del cartel? ¿Por qué será? En su defecto, ¿dónde está la confirmación tróspida de este año? ¿Ha habido un súbito cambio en la línea de programación?

¿Tendrá que ver con que lo más cercano a la excentricidad que -de momento- ha confirmado el Sonorama, vanguardia indie de la publicity, sean los mexicanos Camilo VII? ¿Será que ya no hay que inventar argumentos peregrinos para justificar la inclusión de un grupo que sólo busca publicidad gratuita? Cualquiera de los supuestos es una gran noticia para todos y, especialmente, para el departamento de comunicación del SanSan, que tendrán suficiente trabajo con intentar justificar de forma razonable un cartel de cuarenta referencias con sólo tres mujeres entre ellas.

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