VALÈNCIA. La situación provocada por el coronavirus está golpeando fuerte en todos los sectores y, con ello, también a las startups. Sin embargo, tienen claro que será este modelo empresarial de empresas tecnológicas será clave en la recuperación económica post-coronavirus. "Es el momento de pensar diferente a como pensaban antes. De romper inercias", apunta Nacho Mas, CEO de Startup Valencia.
Y es que tiene claro que la interacción entre grandes empresas y startups será una de las formas más rápidas y efectivas para acelerar la innovación que arroje luz tras la complicada situación en la que se ha sumergido la economía del país. La innovación disruptiva, agilidad, flexibilidad, resiliencia, velocidad, capacidad de autoaprendizaje, cultura de equipo y gestión del talento como nuevos valores dentro de las compañías.
Sin embargo, el futuro no está tan claro para las compañías tecnológicas emergentes en cuanto a su viabilidad. Circunstancias que se deben, por ejemplo, a que muchas de ellas no puedan acceder a las líneas de liquidez habilitadas por el Gobierno por no contar con los criterios tradicionales financieros que se demandan. De hecho, ya han reivindicado la falta de apoyo gubernamental directo al sector que sí se reciben en países como Francia, Alemania, Reino Unido o Portugal.
- ¿Qué papel juegan los emprendedores en la salida de esta crisis?
- Antes de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas, las pymes representaban el 99% del tejido empresarial y generaban el 70% del empleo en España. A estas alturas, ya pocas de estas empresas confían en que venga nadie a su rescate, saben que se encuentran solos ante el peligro. Por otra parte, emprendedores en innovación y tecnología también tienen asumido que aquí no van a recibir un apoyo gubernamental como el que tienen las startups en Francia, Alemania, Reino Unido o Portugal.
A pesar de todo, en esta nueva era que nos va a tocar vivir, las startups pueden contribuir de forma muy relevante a la reactivación económica. Pero solo lo harán si la situación actual consigue abrir los ojos a inversores y empresarios tradicionales para darse cuenta que los cambios necesarios deben abordarse con otra mirada. Enfoques distintos para nuevos desafíos, aprovechar las ventajas competitivas inherentes a la startup gracias a su innovación disruptiva, agilidad, flexibilidad, resiliencia, velocidad, capacidad de autoaprendizaje, cultura de equipo y gestión del talento.
- ¿Se evidencia la necesidad de una transformación digital en las compañías?
- Es tiempo de líderes, los sectores económicos tradicionales tienen que entender que ya casi nada será como antes, que los retos de esta nueva economía van a requerir tecnología y digitalización, donde los datos, la inteligencia artificial y la automatización deberán ayudarnos a impulsar y hacer crecer nuevos modelos corporativos y sociales. La irrupción por fin de la industria 4.0, la relocalización de la producción en nuestro territorio y el futuro del trabajo que ya ha llegado para quedarse, dejan sin excusas a quienes todavía no se veían preparados a abordar su transformación digital apoyándose en startups. Nadie dudaba que estos avances tarde o temprano se tenían que implementar para mejorar nuestra competitividad y el Covid-19 lo ha acelerado inevitablemente.
Cuando esta apuesta realmente se produzca, veremos diferentes formatos de colaboraciones entre startups, empresas y otros agentes. Además de inversiones y subcontrataciones, la disrupción llegará desde las startups al tejido empresarial a través de procesos de innovación abierta que darán solución a retos inimaginables hasta hace tan solo unas semanas.
- ¿Qué consejo estratégico dan a las empresas con las que trabajan?
- Es el momento de pensar diferente a como pensaban antes. De romper inercias. Las reglas han cambiado de golpe y solo hay camino para el que tiene una dirección. Desde Startup Valencia queremos orientar a las empresas en la buena dirección para hacerlas más fuertes y eso pasa por la digitalización.
Es el momento de apostar por lo digital y pensar en lo digital. Ahora mismo es lo único que hay, pero cuando todo se calme su importancia habrá crecido todavía más. Apostamos por estimular una economía más tecnológica, inteligente y automatizada que transforme digitalmente el nuevo modelo de crecimiento. Es momento de cambio, es tiempo de adaptación, es el hábitat natural de las startups.
- ¿Son suficientes las ayudas de la administración pública?
- Nos preocupa que las líneas de liquidez del Gobierno por la crisis del coronavirus no lleguen a las startups, si se tienen en cuenta criterios tradicionales financieros y no se acepten estructuras empresariales con proyección a largo plazo. El compromiso de la Administración debería ir más allá y avanzar en el aplazamiento de liquidaciones tributarias y el pago de las cuotas de la Seguridad Social para todas las empresas. La Administración debería incluir un conjunto de medidas fiscales, laborales y económicas que ayuden a todas las empresas a superar esta situación. Medidas que para resultar eficaces además deben llegar de forma rápida y ágil.
Se necesitan criterios acordes con las características de las startups para poder asegurar que son también receptoras de los 20.000 millones de euros en avales de los bancos aprobados por el Gobierno, junto al resto de pymes y autónomos. Las startups son empresas enfocadas al rápido crecimiento y, por eso, son muy intensivas en capital y con unas características financieras diferenciadas. Para muchas empresas no habrá futuro porque no pueden esperar dos o tres meses. Desde Startup Valencia aconsejamos cerrar rondas de financiación cuanto antes y dirigirse a mercados internacionales.
- ¿Qué puede hacer la tecnología y el ecosistema digital en este momento para combatir la crisis?
- La crisis del coronavirus nos ha pillado trabajando en una línea para que las startups puedan participar de la transformación digital de la industria valenciana que ahora será, si cabe, más necesario. El papel que están jugando las tecnologías está siendo muy claro. Lo estamos viendo todos los días en la actualidad. La tecnología nos está ayudando al teletrabajo, a la enseñanza, al ocio y a la sociabilidad a través de las redes sociales.
No podríamos imaginarnos cómo hacer frente a esta situación sin contar con las tecnologías digitales y las tecnologías de las comunicaciones. Y el futuro de la industria pasa por esa transformación. Hasta las más empresas más tradicionales están abordando ahora, a las prisas, procesos digitales que ya no van a abandonar.
- ¿Cómo será el mundo después de esta crisis?
- Llamémosle la era poscoronavirus, donde muchos sectores se transformarán y otros desaparecerán, pero la tecnología y en particular la inteligencia artificial, va a tomar mucho más protagonismo en esta siguiente versión del mundo. Vamos hacia un mundo reorganizado industrialmente donde se recupere la deslocalización para evitar la dependencia en las cadenas logísticas.
Será un mundo más conectado, lo estamos viendo ya. Está claro que continuaremos haciendo un uso intenso de las tecnologías... Por ejemplo, para el teletrabajo, que está aquí para desarrollarse e implantarse todavía más, con toda seguridad. Creo que tras la crisis, que tendrá sin duda consecuencias económicas, trabajaremos diferente, con menos viajes y más colaboración virtual. Pienso que a nivel social también habrá cambios en la hora de relacionarnos, más humanos pero con menos contacto.