VALÈNCIA. La recuperación anticipada de la gestión del departamento de salud de Dénia sigue sin aparecer en los documentos de compromisos del Gobierno valenciano. Tras más de tres años a vueltas con la recuperación del hospital, desde la Generalitat han decidido no comprometerse por escrito a pesar de tener dos oportunidades para hacerlo en poco más de un mes desde que se formó el nuevo Gobierno.
La primera sorpresa llegó tras el consenso para renovar el pacto de Gobierno, al no recogerse el más que repetido anuncio en los Acuerdos del Botànic II. Una decisión que generó críticas entre el comité de empresa del centro, trabajadores y otros colectivos que han demandado de forma vehemente una reversión al percibir que se rebajaba el nivel de compromiso por ejecutar la promesa. Tras el chasco, una nueva oportunidad se presentaba este fin de semana, en el Seminari de Estiu de Montanejos.
Sin embargo, ni rastro del departamento gestionado por Marina Salud por segunda vez esta legislatura en un documento de objetivos. En esta ocasión, nada sobre Dénia ni nada sobre concesiones. Cabe recordar en el documento inicial de Acuerdos del Botànic sí se señaló la recuperación de los servicios públicos privatizados, aunque con una postura bastante conservadora. Y es que emplazaba la recuperación de la reversión una vez finalizada la concesión, lo que relegaría a 2024 la recuperación del hospital alicantino, cuando termina su contrato.
Una situación generada, según apuntaban fuentes conocedoras de la negociación del 'qué' en el Acuerdo del Botànic, en la insistencia PSPV en no concretar nada en lo referente a la recuperación de concesiones, tal vez para no generar un objetivo que tuviera que recordarse en el repaso de cada seminario si no llegaba a ser cumplido. Un compromiso que finalmente no se incorporó pese a la insistencia por parte de Compromís y Unides Podem de dejar constancia en el documento por la carga simbólica que ha tenido durante la última legislatura.
A pesar de la situación, la consellera de Sanidad ha manifestado públicamente que llevarán la recuperación del departamento adelante, quien recordaba que once días antes de las elecciones autonómicas, el 17 de abril, su departamento ordenó el inicio de las actuaciones necesarias para permitir, a través del instrumento jurídico más adecuado, el rescate para la gestión pública directa del departamento. Y es que la negociación con DKV y Ribera Salud permanecía atascada al no estar conforme la primera -con el 65% de participación en la sociedad gestora- con la oferta económica de la Generalitat. Desde antes de las elecciones no se conocen nuevas reuniones.
El pasado viernes, el pleno del Consell aprobaba el ingreso a la empresa gestora de un total de 47,7 millones a través de enriquecimiento injusto, un montante que cubre conceptos como el pago de fármacos abonados por la concesionaria, asistencias prestadas a población no protegida, servicios de hemodiálisis o la actividad concertada en el periodo 2009-2013. Un importe que, cruzado con la liquidación, arroja un resultado de 1,1 millones a favor de la concesionaria. En total, la gestión del departamento ha costado 481 millones en sus primeros cinco años de vida.
En cuanto a los objetivos planteados por la Conselleria de Sanidad en el documento en el Seminari de Montanejos, recogen en su mayoría compromisos marcados con enfermedades y prestaciones. Por un lado, la realización de un estudio para la inclusión progresiva de la atención bucodental en la cartera de servicios para personas mayores de 75 años, embarazadas, personas con diversidad funcional o colectivos vulnerables. También proponen un Plan de Atención a la Epilepsia o la creación de un Banco de Córneas tanto para la aplicación clínica como la investigación.
Pero todo no son nuevas propuestas, y es que aparece la elaboración de un Decreto de Central de Compras y creación del Comité de Evaluación y Tecnología que ya salió a información pública el pasado mes de junio. A éste suman la voluntad de elaborar un inventario completo que permita contar con la información sobre el equipamiento existente en cada uno de los departamentos de salud de gestión directa y en qué situación se encuentra. Entre los compromisos también aparece la elaboración de un nuevo plan de modernización de infraestructuras y tecnologías sanitarias enmarcado en el periodo 2020-2023.