MADRID. El gigante del entretenimiento en streaming se mantiene con bastante fuerza en la actual venta masiva, que ha golpeado con bastante fuerza a las acciones de las tecnológicas de alto crecimiento. Esta inesperada resistencia se produce tras la triste actuación de Netflix (NFLX) en 2019, cuyas acciones quedaron muy a la zaga del repunte que impulsó a tantas otras acciones de las grandes tecnológicas hasta nuevos máximos.
Pero durante el mes pasado, Netflix fue la empresa que mejor actuación ofreció entre las FAANG, el grupo de cinco empresas tecnológicas de gran capitalización que incluye Apple y Amazon. Estas acciones fueron algunas de las que más contribuyeron al repunte generalizado del mercado que elevó el S&P 500 a máximo de 3.3923,62 el mes pasado. Antes de la jornada de antes de ayer, las acciones de NFLX habían bajado en torno a un 6% durante las cuatro semanas anteriores, mientras que el S&P 500 se desplomaba un 17%. El repunte de antes de ayer proporcionó a las acciones una subida de más del 5%, para cerrar en 364,13 dólares.
La teoría popular que explica la rentabilidad de Netflix en este entorno altamente bajista e incierto es que, al ser una de las acciones de servicios "para disfrutar en casa", Netflix es uno de los principales beneficiarios del Covid-19, ya que sus suscriptores pasarán más tiempo en casa viendo el contenido de la plataforma de streaming. Esa lógica, para algunos analistas, no tiene mucho peso. Según la empresa independiente de banca de inversión y gestión de activos Needham, el virus podría perjudicar a Netflix, cuyos servicios de streaming deberían estar en la categoría de productos "de lujo" en un momento en que los salarios están en crisis.
"NFLX cobra una cantidad fija al mes y no se beneficia económicamente de las horas de visualización adicionales por parte de sus suscriptores", ha dicho la analista Laura Martin en una nota a los clientes. En lugar de centrarse en esta razón a corto plazo para comprar las acciones, en nuestra opinión, los inversores deben reevaluar Netflix en cuanto a otros catalizadores positivos. Una es que los nuevos participantes del mercado del vídeo en streaming tardarán mucho más en perjudicar significativamente la posición de liderazgo de Netflix en caso de que nos enfrentemos a una recesión seria y prolongada.
Irá siendo más difícil para los grandes rivales de Netflix gastar mucho y ampliar su cuota de mercado a medida que el interés por los demás servicios de entretenimiento disminuya cuando las personas comiencen a perder sus empleos. Sus principales competidores, Disney y Apple, lanzaron sus propios servicios de streaming, Disney+ y Apple TV+, en noviembre. De cara al futuro, WarnerMedia de AT&T planea lanzar HBO Max en mayo y NBCUniversal de Comcast presentará su servicio Peacock en Estados Unidos el 15 de julio.
Aunque Netflix no cumplió sus expectativas de crecimiento de suscriptores en Estados Unidos por tercer trimestre consecutivo cuando publicó su informe de resultados del cuarto trimestre de 2019 en enero, su expansión en el extranjero continúa sin obstáculos. La compañía con sede en Los Gatos, California, registra un aumento de 8,3 millones de suscriptores en los mercados extranjeros, por debajo de los 7 millones que la compañía esperaba. Ahora tiene 167 millones de suscriptores en todo el mundo, incluyendo 60,4 millones en Estados Unidos.
Algunos analistas ven un forro plateado para Netflix en estos números. "Está claro que el compromiso con Disney+ está muy por detrás del de Netflix y esto refuerza nuestra opinión de que Disney+ no es un sustituto", ha dicho el analista de Bank of América, Nat Schindler en una nota, añadiendo que las horas de visualización por suscriptor de Disney+ "son muy inferiores a las de Netflix".
En vista de las sombrías perspectivas económicas actuales, es probable que muchas empresas tecnológicas rebajen sus previsiones de crecimiento y reduzcan sus planes de gasto. En ese escenario potencial, Netflix podría ser el beneficiario neto, ya que sus competidores retrasan sus lanzamientos y encuentran difícil atraer suscriptores.
Haris Anwar es analista senior de Investing.com