La ficción, basada en ‘Shooter: El tirador’ 2007 de Mark Wahlberg, estará protagonizada por Ryan Phillippe interpretando a Bob Lee Swagger
Valencia. ¿Os acordáis de Shooter, la película protagonizada por Mark Wahlberg? USA Network dio luz verde hace un año y ya está en pantalla pequeña. La ficción esta protagonizada por Ryan Phillippe que interpreta a Bob Lee Swagger, un experto tirador que vive en el exilio y es coaccionado a volver a la acción después de enterarse de un complot para matar al presidente de los Estados Unidos. Además, Omar Epps también participará en la serie como Isaac Johson, un agente del Servicio Secreto y ex oficial de Swagger cuando ambos estaban en la Marina. Shantel VanSanten, que la hemos visto en The Flash, interpreta a la esposa de Swagger, Julie.
Apostar por un remake es un premio seguro. La fiebre de Hollywood por comprar productos ya utilizados va cada vez a más y ahora ya ni cambiar el título del proyecto. Algunos quizá ni se acuerden de Mark Wahlberg disparando a distancia pero ahora tendrán una segunda oportunidad cambiándole los rasgos por los de Ryan Phillippe, un actor que ha estado siempre en segundo plano en sus anteriores trabajos y no será por su talento.
Phillippe encarna un personaje difícil para su poca trayectoria. Un experto francotirador que tiene una gran misión. Netflix adivina todos los puntos abiertos de su antecesora, y con solo ver el primer capítulo, podemos ver exactamente aquello que debería haber sido la película: respeto y fascinación por las armas.
La trama principal comienza cuando una organización gubernamental secreta encabezada por un viejo compañero de guerra de rango superior, Isaac Jonson, se vuelven a poner en contacto con él para solicitar su ayuda ante una seria amenaza sobre el presidente de los Estados Unidos. Un hipotético atentado que creen va a llevar a cabo un francotirador checheno. A partir de ahí comienza a deshilarse el argumento, a conocer paulatinamente a los personajes, en un ritmo más o menos frenético.
A través del flashback se conoce el trágico acontecimiento que marcó la vida de Bob Lee, el mejor amigo asesinado del protagonista. En cuanto al trato del guión y la escenografía, es una clara mezcla de multitud de series de francotiradores, como Homeland. La serie incluso aplaude el uso de las armas. Shooter es una serie dramática de acción que busca este impacto. La serie demuestra que una parte de la sociedad estadounidense contempla las armas de fuego como derechos fundamentales. Esta admiración por las armas se nota en el momento en el que Bob recibe un rifle de largo alcance de diseño. La música que acompaña la escena es animada a matar e incluso enamora.
De hecho el estreno tuvo que retrasarse dos veces precisamente porque en Estados Unidos había demasiados tiros. Era inoportuna. Primero por el tiroteo de Dallas, donde murieron cinco agentes de policía, y finalmente retrasaron la emisión hasta noviembre por el tiroteo de Baton Rouge. Esta simbiosis entre la ficción y la sociedad despierta cierta curiosidad por analizar si profundizan un poquito más en la filosofía armamentística de los Estados Unidos.
La serie te atrapa pronto aunque no esté construida con un argumento perfecto. La tensión, la incertidumbre y los giros inesperados dotan de interés a un espectador que ve en Ryan a un actor bastante mejorado. En cuanto a los escenarios; está bastante bien logrados por ahora. Sin embargo hablar del argumento es una auténtica pérdida de tiempo ya que cualquier película o serie de acción que hacen en cualquiera cadena un domingo después de comer, podría estar a la misma altura. Pero que el argumento sea de una originalidad absolutamente nula, no necesariamente implica que la serie tenga que ser tan mala.
Mark Wahlberg no da para nada la talla como héroe de acción, y se hunde casi más que el villano de la cuestión, un insoportable, sin embargo en la serie su sustituto se le da mucho mejor que a él. Seguramente de lo mejor de la serie sea los trajes de camuflajes acordes al medio; el arsenal de armas que utilizan y algunas escenas de acción que son de impecable factura.
En plena invasión de culebrones turcos, Netflix está distribuyendo una mini-serie de este país que lo que emula son las grandes producciones de HBO. Historias muy psicológicas en las que todos los personajes sufren. El añadido que presenta esta es que refleja la división que existe en Estambul entre las clases laicas y adineradas y los trabajadores, más religiosos. Sin embargo, una escena en la que un hombre se masturba oliendo un hiyab ha desencadenado reacciones pidiendo su prohibición