SANT JOAN D'ALACANT. Pese a que la tecnología presenta haters y fanáticos, resulta innegable que su desarrollo e investigación lleva a la evolución, al avance de la sociedad. Más allá de los móviles -que se han convertido ya en una prolongación de la mano-, la tecnología desempeña un papel fundamental en diversos campos, como la salud, la seguridad o la producción. "La tecnología nos hará libres", cita el biarense Kribi Heral para justificar la relación de su obra artística con la nanotecnología: "Vamos hacia un futuro que es inevitable -dentro de que, obviamente, la evolución es inevitable-. En este sentido, la nanotecnología es un paso evolutivo que va mucho más allá del propio ser humano; son cuestiones tan trascendentales como que podemos cambiar físicamente por medio de la tecnología. Es decir, la propia reproducción humana puede variar en muchos aspectos, lo que supone una especie de fusión entre la tecnología y el ser humano que va a resultar inevitable. De hecho, ya somos un poco cíborgs, porque cualquier persona que entre a un quirófano puede salir con una placa metálica o un chip, por ejemplo", desarrolla el artista.
Este mensaje de orientar la visión hacia las posibilidades que ofrece la nanotecnología es el que busca transmitir en la obra que ha resultado la ganadora de la 52 edición del Certamen Nacional de Pintura Vila de Sant Joan. Un premio dotado con 4.000 euros que Kribi Heral agradece debido a que "la vida del artista es realmente complicada", la califica, y que pretende invertir en "lo que se dice siempre: tapar agujeros y darme algunos lujos muy pequeños, además de en el arte, porque para mover obras e intentar promocionarte se necesita dinero". Aparte de su creación, también se han concedido dos menciones honoríficas, una a Francisca Sanz Gisbert por Meigas 1 y otra a Juan José Martínez Cánovas por Family Tree. Los tres premios se entregaron a los autores y la autora el viernes 18 de octubre, fecha en la que también se inauguró la exposición con algunas de las piezas seleccionadas por el jurado, las cuales podrán visitarse en la sala Pablo Lau de la Casa de Cultura de Sant Joan d’Alacant hasta el 17 de noviembre.
Entys, alternando en el paisaje del gaseoso Planeta Verde es el título del trabajo que ha permitido obtener al biarense este reciente reconocimiento, presentando una pintura de "un paisaje realizado con aerógrafo, o sea que está difuminado, y que muestra una especie de entes a los que yo los llamo entys, que están flotando en el aire interrelacionados entre ellos", describe. E interpreta que "se trata de una metáfora -aunque no me gusta esta palabra-, una especie de visión del próximo posthumano, que se basa en las nuevas tecnologías y las perspectivas que nos ofrecen los avances científicos y tecnológicos". Estos personajes inventados por el autor no solamente forman parte de esta obra, sino que se encuentran presente en sus últimos trabajos, desde que su creador descubrió la nanotecnología: "Es algo que me llamó la atención, porque vi visos de que realmente podíamos evolucionar en todos los aspectos, tanto física como mentalmente e, incluso, de manera transcendental, porque supone cambios radicales", descubre el artista.
Este planteamiento positivista de la tecnología como salvadora, como mejora para la sociedad, lleva a Kribi Heral a aconsejar a la ciudadanía que "no tiene por qué tener miedo y debe concienciarse de este obligatorio avance humano, porque ya no hay vuelta atrás". Y anuncia que la cuestión "no es que nos guste o no nos guste esta evolución, sino que es inevitable; esto ya está aquí y la tecnología no la vamos a parar". La curiosidad y la investigación son dos factores que conducen al ser humano al proceso de cambio constante, pero el problema se presenta cuando "toda esa tecnología cae en manos de intereses personales, aunque la evidencia es que, pese a esto, la tecnología siempre nos ha hecho evolucionar; desde la rueda hasta el avión, por decir algo", ejemplifica.
Pese a la evidente transformación social y del modelo de vida, una pregunta resuena a lo largo de la historia de estos cambios, aunque con mayor fuerza en la actualidad: ¿La tecnología nos hace libres o esclavos? "Esa es la cuestión", responde el premiado. "Es muy importante que la sociedad se dé cuenta del poder que tiene esta herramienta. Yo creé una obra que se titulaba Seréis nanotecnológicos aunque no queráis, porque vamos a serlo y, por lo tanto, tenemos que concienciarnos de que como es lo único que va a ser real no tenemos que temerle, sino luchar contra la gente que la utiliza mal, para evitar convertirnos en la sociedad de 1984 o de Un mundo feliz. No podemos dejar la tecnología en manos de cuatro empresas; tiene que ser para todo el mundo", reivindica Kribi Heral.