VALÈNCIA. Durante las negociaciones del anteproyecto de los Presupuestos de la Generalitat para 2018, Podemos planteó algunas cuestiones como "prioritarias". Las inversiones en Vivienda, Educación y pobreza farmacológica eran sus principales exigencias para dar el visto bueno a las cuentas del próximo ejercicio. No obstante, también plantearon la necesidad de llegar a acuerdos en dos cuestiones políticas: la tasa turística y el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR).
Mientras los morados se encontraban trabajando en la primera -diseñaron su propio modelo tras mantener reuniones con los distintos agentes del sector (empresarios y sindicatos)-, trataban de avanzar en la segunda. El grupo parlamentario Podemos liderado por Antonio Estañ remitió al registro de Presidencia de la Generalitat una solicitud en la que pedían una reunión "formal" con el jefe del Consell, Ximo Puig, y con la consellera de Medioambiente, Elena Cebrián, y en la que también pudiesen participar "las principales asociaciones ecologistas y ambientalistas valencianas".
Con este encuentro, la formación morada quería conocer "de primera mano y lo más pronto posible el modelo de gestión de residuos para el territorio valenciano y los eventuales impedimentos del Consell para presentar a Les Corts un proyecto de ley para la implantación del SDDR en la Comunitat Valenciana", según detallaba el texto.
Tres semanas han transcurrido desde aquella misiva sin que hayan recibido respuesta alguna y el malestar en la bancada de Podemos por este "silencio" va cada día in crescendo. No entienden que tratándose de una de las líneas rojas que plantearon para garantizar el apoyo a los Presupuestos, no haya "ninguna predisposición" al diálogo. Un hecho que, además, contribuye a enfriar las relaciones entre el ejecutivo valenciano y su principal aliado parlamentario.
Así, comparten el "diagnóstico" que hacen las organizaciones ecologistas llamadas a esta reunión -Acció Ecologista Agró, Greenpeace, Ecologistas en Acción, GCEN y Retorna (plataforma estatal en la que se encuentran integrados, además, distintos sindicatos)- de que el Consell están dando pasos "más lentos de lo que se debería", expresa la diputada de Podemos, Beatriz Gascó.
No en vano, tras el rechazo del PSPV a implantar una tasa turística en 2018 y la falta de respuesta a mantener este encuentro, Podemos tomó una decisión en el debate de la enmienda a la totalidad del PP a la ley de Acompañamiento que supuso un antes y un después en su relación con el Consell: se abstuvieron. Y con ello, los socialistas y la coalición valencianista tuvieron que buscar apoyos en los cuatro diputados no adscritos ex de Ciudadanos para conseguir salvar la norma. La sola posibilidad de que esta hubiera sido tumbada enfadó al bipartito, como se pudo ver en las horas sucesivas con algún mensaje en Twitter.
"Lo que solicitábamos con el SDDR era que se empezara a tramitar la ley, no que se implantara ya el próximo año", aclara Gascó. Podemos, de hecho, ya advirtió de que si el Consell no daba pasos para hacerlo, ellos tomarían la iniciativa en la redacción de la normativa. Con la presión sobre la tasa turística más relajada, los morados ahora aprietan con que se ponga en la agenda política el sistema de gestión de residuos y la tramitación de la ley de este sistema de reciclaje de envases que sí está en el Pacto del Botànic.