VALÈNCIA. Ir al supermercado ha pasado, para muchas personas, de ser un entretenimiento más allá de su finalidad a ser un trámite que hay que afrontar para poder sobrevivir. Y es que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha convertido la compra en una cuestión imprescindible pero que se intenta espaciar en el tiempo con tickets más altos y una menor cadencia.
Este miércoles, el director de Calidad de Mercadona, Luis Plà; el director de Marketing de Consum, Manuel García y el Country Ikea Food Manager, Carlos Cocheteux, reflexionaban junto a la directora general de Ainia, Cristina del Campo, sobre cómo serán las tendencias y el consumo en la era post-Covid 19 teniendo en cuenta el cambio que se ha producido en los patrones del consumo. Durante la cuarentena se han producido algunos cambios en los carros de la compra de lo que no se sabe qué permanecerá.
El director de Calidad de Mercadona, Luis Plà, apuntaba a que el 60% de los clientes mantendrán sus hábitos de consumo saludable como la quinoa, los probióticos, las infusiones o las vitaminas. "La preocupación de la salud se refleja en incremento de ventas de un 15% de fruta y verdura", reconocía. "A la gente le preocupa inmunizarse ante el bicho", reconocía. Mientras, Plà apuntaba al decrecimiento de otros productos cogidos del Horeca como los aperitivos o el aumento en el consumo de carne, que ha subido un 15%. Los clientes demandarán "lo más sano posible al menor precio posible", debido al impacto de la crisis, auguraba.
El director de Marketing de Consum, Manuel García, señalaba que, más que un cambio de tendencias, se ha producido una aceleración de éstas. "La gente ha ido buscando productos con componentes saludables, por lo tanto la alimentación saludable va a salir potenciada como tendencia en la parte de preventivo y funcional", recordaba. Además, insistía en la importancia de la transparencia a la hora de mostrar la información de los productos, desde la trazabilidad a sus fórmulas.
El country IKEA Food Manager, Carlos Cocheteux, apuntaba a la necesidad de potenciar el producto sostenible abaratando su coste. Sin embargo, reconocía el retraso que se producirá en la salida de los plásticos. "Ahora la seguridad y la salud es lo importante para el usuario por lo que ralentizará la eliminación de todos los plásticos", señalaba. Entre los cambios de costumbres, destacaba el aumento de ticket medio y la menor frecuencia de compra, lo que también afectará a la parte de distribución y almacenaje.
Manuel García, de Consum, señalaba que el traspaso de parte del consumo de restauración al hogar seguramente se mantendrá. "Ya la estábamos observando antes, aunque su evolución vendrá marcada por cómo se vayan adaptando los establecimientos y lo que la legislación les permita avanzar”, reconocía. Además, otra de las previsiones es la de potenciar productos listos para cocinar que faciliten la elaboración de platos.
Mientras, Pla anunciaba que Mercadona prepara ya nuevos platos de su sección de 'Listos para comer' para acompañar la recuperación de la actividad económica. Según prevé, la reapertura de paulatina de empresas hará que a partir de la próxima semana vuelva la demanda de platos preparados y la cadena de supermercados quiere "innovar" con nueva oferta, tras dos meses de confinamiento en los que era imposible vender un sandwich, ha ejemplificado.
En cuanto a la venta online, Mercadona ha aumentado más del doble la venta por esta vía, aunque todavía no llega a representar el 4% de sus ventas y auque la tendencia seguirá en aumento, sigue siendo un porcentaje bajo.
Lo mismo pasa en Consum, donde la tendencia al alza en la venta online también resulta todavía "insignificante". Así, su principal apuesta seguirá centrada en la experiencia de compra en el punto de venta: más segura y más ágil.
En Ikea Food las ventas por internet se han disparado un 400%, lo que les ha llevado a utilizar por primera vez las plataformas Delivery de reparto y les hace ver posibilidades en el 'take away', apuntaba el Country Ikea Food Manager, Carlos Cocheteux.
La directora general de Ainia ha hecho referencia a que, durante la crisis, el plástico se ha identificado como garante de la seguridad alimentaria. “El plástico ha procurado una seguridad añadida que es posible que produzca una ralentización, pero eso no quita para que sigamos trabajando en minimizar envases, con menor gramaje, economía circular, reciclaje, envases alternativos…Tenemos que seguir apostando por la sostenibilidad", señalaba Manuel García.
"El 1 de enero eliminamos en la compañía los plásticos de un solo uso. Es posible que en algunos temas como las monodosis hayamos tenido que dar un paso atrás, pero es un paso necesario. No obstante, continuamos con nuestro objetivo de que en 2030 todos nuestros productos de plástico serán sostenibles o reciclables", apuntaba Carlos Cocheteux.
“Nuestro objetivo de disminuir un 25% el uso de plásticos en nuestros productos es una exigencia de la sociedad y eso tiene que continuar. El plástico es necesario, sin él no hubiéramos podido suministrar productos a toda la población con la celeridad que se hizo, ni el personal sanitario tendría EPIs. Hay que hacer un uso responsable, reciclar, minimizarlo al máximo, pero no demonizarlo”, señalaba Luis Plà.