Marta Beltrán dibuja a ‘La vendedora de fósforos’ de Kaurismäki

VALÈNCIA. “Todo lo que necesitas son actores y una cámara. Los haces andar y hablar y que la cámara grabe. Eso es todo”. El director finlandés Aki Kaurismäki resumía así el proceso de hacer películas, un material al que la edición posterior le proporcionaba la magia. Sin diálogo ni personajes en movimiento, pero con el mismo espíritu, la artista Marta Beltrán (Granada, 1977) interpreta la película La vendedora de fósforos, parte de la conocida como trilogía del proletariado de Kaurismaki, en su última exposición, que se podrá ver hasta el 14 de enero en el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM). La creadora presenta este proyecto tras haber sido galardonada con el premio de Dibujo DKV-Makma, que celebra con esta su tercera edición.

"Es un proyecto que tiene una parte de investigación, de bucear en el cine de Kaurismaki. A partir de este cine he podido penetrar en su manera de trabajar, sus símbolos, su manera de hacer imágenes", explica la pintora, que estuvo acompañada durante la presentación de la muestra del diputado de Cultura, Xavi Rius; el director del MuVIM, Rafael Company; el jefe de exposiciones, de Amador Griñó; la directora del proyecto de arte de DKV, Alicia Ventura, y Vicente Chambó, consejero de Makma. Aunque toma el nombre del cuento de Hans Christian Andersen publicado en 1845, es la cinta del finlandés la que guía la muestra, película que cuenta la historia de Iris, una joven solitaria que tiene un trabajo mecánico en una fábrica de cerillas y que, tras quedarse embarazada después de un ligue de una noche con un hombre que pensaba que era una prostituta, decide planear su venganza.

De ella toma numerosos frames que construye a través de su particular estilo de dibujo, centrándose en la soledad de los personajes femeninos y en las diferentes formas que estos tienen de enfrentar las dificultades de la clase humilde del norte de Europa, más las propias de un contexto familiar y social rebosante de amargura generalizada y hartazgo. "A partir de la obra de otro autor te vas descubriendo a ti mismo como creador", explicó Beltrán. De esta forma, la muestra se divide en tres secciones que indagan en la representación de la mujer en el espacio interior, las formas de interacción con el otro, y el carácter simbólico de su relación con los objetos como prolongaciones de su propio ser, compañía, o mero atrezzo. "En el cine son más habituales las imágenes de lo cotidiano pero en el arte no tanto. Lo cotidiano no tiene a priori la importancia o la belleza que se le pide al arte".

Con obras formato, la rotundidad del trazo y la textura de la tinta china, y el contraste cromático de los rojos, azules y ocres Kaurismäki, la artista reinterpreta el universo del director finlandés reproduciendo y combinando algunas de las secuencias clave de las películas que mejor parecen retratar ese ambiente lúgubre y distante, en el que conviven también algunos destellos de esperanza, empatía y bondad. El color, sin embargo, no fue siempre una opción. La granadina ganó la beca presentando los dibujos en blanco y negro, algo que cambiaron antes de la exposición. "Ha sido una aventura en un corto espacio de tiempo y con distancia. Hemos solucionado este proyecto con la innovación del color que era inevitable teniendo en cuenta que en la filmografía de Aki Kaurismaki el color tiene una presencia importante […] Seleccionamos tres colores fundamentales en este cine de Aki Kaurismaki: el rojo, el azul y el ocre. Era una apuesta experimental y arriesgada porque no sabes hasta que no haces los dibujos cómo va a quedar".

En la exposición, también se puede ver una selección de bocetos y dibujos más pequeños que muestran el proceso de trabajo de la artista y, además, los visitantes podrán disfrutar de una caja de luz donde podrán ver escenas de las películas que han inspirado a la artista o han sido referencia para la elaboración de sus dibujos. Como complemento hoy se proyectará de manera gratuita, a las 19 horas en el salón de actos del MuVIM, la película en la que se basa la muestra. Tras el pase, Beltrán participará de un coloquio junto a Salva Torres y José Ramón Alarcón en el que reflexionarán sobre las influencias artísticas y los postulados conceptuales de la obra premiada.