BENIDORM. La portavoz de Izquiera Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha denunciado frente a la Comisión Europea "la ocupación, aprovechamiento y explotación que una empresa privada hace de la isla de Benidorm desde hace medio siglo de forma irregular", como también "la pasividad del Gobierno central y del Ayuntamiento de Benidorm para poner fin a estas irregularidades".
En una pregunta a la Comisión Europea, la eurodiputada recuerda que hace más de 50 años el "ayuntamiento franquista de Benidorm concedió a una familia la explotación turística y recreativa de la isla". No obstante, indican en un comunicado, la concesión no tiene ninguna validez legal, ya que una orden del Ministerio de Medio Ambiente en octubre de 2017 recordaba que los terrenos de la isla son propiedad del Estado, y no estaba acreditada la legalidad del restaurante ubicado allí, ni el uso del embarcadero.
"Frente a esta orden, que además resuelve que no hay posibilidad de conceder la ocupación de dominio público al Ayuntamiento ni a las empresas que allí operan, el Consistorio responde con un acuerdo plenario para solicitar al Ministerio la concesión de la ocupación de dominio público", afirma la eurodiputada. "Es decir, que el Ayuntamiento no parece tener de momento ningún ánimo mas que alargar la situación actual, y que el Ministerio lleva 50 años sin poner ninguna solución a esta apropiación de territorio y de recursos públicos", denuncia Albiol.
En su pregunta, la portavoz de EU indice en el hecho de la que administración central no actúa frente al "incumplimiento evidente de la Ley de Costas, y pedimos a las autoridades europeas que insten al Ministerio y al Ayuntamiento a poner fin a décadas de explotación irregular, ya que la isla precisamente forma parte del Parque Natural de Serra Gelada y de la Red Europea Natura 2000".
En este sentido, Albiol también recoge en la pregunta las denuncias del presunto vertido de residuos producidos por el restaurante ubicado en la isla: "Hay constancia de que se producen vertidos que pueden alterar el medio natural, y por tanto Europa debería actuar cuanto antes mejor para preservar una zona que está protegida por la Directiva Hábitat".
Por último, Marina Albiol remarca que ejemplos como este muestran "que aún quedan privilegios del franquismo que, gracias a la pasividad de la administración, explotan y degradan el patrimonio natural y los recursos públicos".