La exitosa serie de Antena 3 dice adiós para siempre en un final sobre el que los espectadores tuvieron mucho que elegir. La audiencia eligió 'justicia' en vez de 'venganza' y eso fue lo que sucedió
VALENCIA. Ya sabemos el rostro del famoso 'asesino del martillo', aunque no hay nada peor que un final cortado a trozos (nunca mejor dicho) por la propia cadena de televisión para emitir anuncios. Escenas cada vez más tensas en un capítulo final brillante, que se vio estropeado por la publicidad, cosa que seguramente en las cadenas americanas no ocurre. Seguramente nuestras series españolas merezcan un mejor trato, aún así, el final fue superior a todos los fallos técnicos y dejó con muchas sensaciones positivas al público.
'Mar de plástico' dijo adiós al prime time de Antena 3 y se despidió por todo lo alto poniendo entre las cuerdas al final de temporada de su competidora de los lunes, 'La que se avecina'. La serie protagonizada por Rodolfo Sancho tenía preparados dos finales que el público acogió con respeto y admiración. Se descubrió al asesino del Martillo y finalmente quien mató a Marta. Sí, así es, dos personas totalmente diferentes.
La serie ha sido uno de los thrillers más vistos de los últimos años y contaba con un gran número de seguidores e incluso han batido algún récord de audiencia. Había dos opciones: ¿Justicia o venganza? Los espectadores podían elegir cuál era el final que querían para la serie a través de la web. Una idea bastante considerable ya que las últimas ficciones españolas como 'El Príncipe' o 'Sin tetas no hay paraíso' se grabaron dos finales alternativos y acabaron sacando a la luz el peor de todos. Seguramente Antena 3 le haya servido de lección la mala experiencia de Telecinco con sus finales rodados y hayan preferido dejarlo en manos de su público.
Uno de los primeros secretos revelados fue la identidad del asesino, quién había estado matando en Campoamargo a diestro y siniestro. El asesino cae en la trampa de Héctor tras intentar matar a Juan Rueda y descubrimos que bajo la máscara estaba Sergio Rueda, siguiéndo las órdenes de su hermano Fernando desde la cárcel para vengarse de los que no pudo matar en la primera temporada. Héctor interroga a Sergio que le hace unas confesiones de lo más reveladoras. Además, quiere que le manden a la cárcel con su hermano pero acaba en un psiquiátrico por su problema mental.
Uno a uno, fueron cayendo todos los implicados en la muerte de la madre biológica de Fernando, secuestrada por una mafia para ser prostituida en la costa y matada a golpes con una piedra. Para descubrir la verdad, la Guardia Civil organiza un careo entre los hermanos, haciendo creer a Sergio que su padre está muerto. Héctor y los suyos se ven obligados a intervenir cuando Fernando quiere que su hermano se tome unas pastillas que acabarían con su vida.
La única que no había sido víctima de Sergio y Fernando era Marta, una de las protagonistas de la primera temporada y la gran sorpresa de esta segunda parte. Sí, había otro asesino del martillo y, cómo no, el autor del crimen era Pablo, su marido de quien Héctor había dudado desde el primer momento. Héctor se da cuenta de que ha sido Pablo quien la ha matado después de investigar unos documentos con los Marta había estado trabajando.
“Sabía que no ibas a parar hasta descubrir la verdad, por esto te puse en la investigación”, reconocía Pablo en el típico discurso de villano. El personaje interpretado por Rodolfo Sancho acababa muy herido tras una larga pelea pero sobrevivía mientras Pablo fallecía después de recibir múltiples balas de su antiguo amigo. El voto de los espectadores marcó la diferencia y le dio un final justo al personaje de Rodolfo Sancho, que acaba recuperándose y marchándose de Campoamargo con una sonrisa en la cara, y sobre todo mucha paz.
El público eligió el primero en el que el malo acaba muerto y el bueno consigue recuperarse de las heridas. En su final alternativo, la serie finalizaba con la venganza de Pablo en la que Héctor, el hombre que vive enamorado de su mujer, acababa muerto tras esa pelea. La gran innovación fue que el público pude conocer el otro final que emitió la cadena en el especial que siguió al capítulo final y que después se subió en la web.
Antena 3 fue muy inteligente al mostrar el final alternativo justo después del último episodio. Sabíamos que los espectadores habían elegido la justicia y que había otro marcado por la venganza. El público obtuvo lo que pidió y además pudo apreciar el otro final más emocional y sentimental, para aquellos pocos que votaron por la venganza. El vídeo revela que en ese final Héctor no hubiese sobrevivido a la pelea con Pablo. Salva y Lola habrían escenificado ese último adiós mientras recogían el despacho del que fue su jefe.
A finales de los 90, una comedia británica servía de resumen del legado que había sido esa década. Adultos "infantiliados", artistas fracasados, carreras de humanidades que valen para acabar en restaurantes y, sobre todo, un problema extremo de vivienda. Spaced trataba sobre un grupo de jóvenes que compartían habitaciones en la vivienda de una divorciada alcohólica, introducía en cada capítulo un homenaje al cine de ciencia ficción, terror, fantasía y acción, y era un verdadero desparrame
Netflix ya parece una charcutería-carnicería de galería de alimentación de barrio de los 80 con la cantidad de contenidos que tiene dedicados a sucesos, pero si lo ponen es porque lo demanda en público. Y en ocasiones merece la pena. La segunda entrega de los monstruos de Ryan Murphy muestra las diferentes versiones que hay sobre lo sucedido en una narrativa original, aunque va perdiendo el interés en los últimos capítulos