VALÈNCIA. El presidente de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), Enrique Soriano, abandonará formalmente este viernes el puesto que ocupa. Un cargo que está previsto que asuma en esa misma reunión del Consejo Rector la vocal del órgano de administración a propuesta de Compromís, Mar Iglesias.
De esta manera, la hasta ahora representante del Consejo del Audiovisual en el Consejo Rector ejercerá la Presidencia en funciones hasta que el PSPV proponga un candidato para el puesto que Compromís y Unides Podem estén dispuestos a respaldar. Un trámite que, como pronto, no se iniciará hasta el próximo mes de febrero, ya que Les Corts Valencianes no retomarán la actividad parlamentaria hasta entonces porque el mes de enero es inhábil.
La búsqueda de un candidato para relevar a Soriano no será nada sencilla para los socialistas, y no por la mayoría que requerirá el aspirante propuesto para que su nombramiento se apruebe, pues ya se encargó el Botànic de rebajarla en la Ley de Acompañamiento de 2021. Sino por la dificultad de hallar un nombre que agrade a sus socios de gobierno: valencianistas y morados.
No en vano, conviene apuntar que Soriano ya advirtió al president de la Generalitat, Ximo Puig, que tenía intención de dejar la Presidencia de la CVMC allá por julio de 2019. Un propósito que, según pactó con el jefe del Consell, llevaría a cabo cuando le encontraran relevo.
Sin embargo, el proceso no era sencillo de resolver en aquel momento por varios motivos: la amplia mayoría parlamentaria que necesitaba cualquier candidato para que salir adelante -requería dos tercios, 66 diputados, por lo que necesitarían a alguna formación de la derecha-; las incompatibilidades que tenía dicho puesto; o el salario poco atractivo del cargo. A pesar de todo, el PSPV llegó a proponer hasta tres nombres antes de que se resolviera el concurso para relevar a Empar Marco: Miguel Mazón, Marc Pallarés y Josep Ramón Lluch.
Pero ninguno generó el consenso requerido para ocupar la Presidencia de la CVMC, no solo entre la oposición, tampoco en las fuerzas del tripartito. El primero, no agradaba a Compromís por su vínculo con los socialistas: fue secretario general de la Conselleria de Hacienda entre 1984 y 1995 durante la etapa del presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, en el Gobierno de Joan Lerma. Más tarde, fue concejal del Ayuntamiento de Valencia hasta 1999, donde compartió lista con el actual conseller de Hacienda, Vicent Soler.
Lluch, por su parte, no entusiasmaba a Unides Podem, pero tampoco a Compromís. De hecho, los valencianistas abogaban por dejar en manos del Consell Audiovisual -todavía nonato- la búsqueda del futuro presidente de la Corporació.
Con todo, la mayor dificultad que tiene ahora el PSPV para encontrar un sustituto es consensuar el nombre con sus socios en el Consell. Una vez lo haga, tan solo necesitará llevarlo a un pleno de Les Corts porque no será preciso ni siquiera que trate de sumar el voto de algún partido de la oposición.
Hasta el pasado mes de diciembre, la ley de À Punt determinaba que el candidato propuesto para la Presidencia de la radiotelevisión pública debía contar en primera votación con un respaldo de dos tercios de la Cámara -66 diputados-. Si no obtuviera los apoyos necesarios, se procedería a una segunda votación para la que el aspirante requeriría el apoyo de tres quintas partes del Parlamento y, si tampoco consiguiera el consenso necesario, se celebraría una tercera votación para elegir presidente por mayoría absoluta. Eso sí, éste ocuparía el puesto de manera provisional por un periodo máximo de seis meses hasta que se eligiera nuevo candidato.
El Botànic introdujo un cambio en la Ley de Acompañamiento de 2021 en diciembre por el que a partir de ahora el aspirante que obtenga mayoría absoluta en tercera votación será presidente durante el mandato legalmente establecido. Es decir, por un periodo de seis años. De esta manera, el tripartito tan solo se necesitará a sí mismo para nombrar al relevo de Soriano. Es decir, podrán nombrar al frente del ente a quien consideren oportuno porque tienen la mayoría parlamentaria para hacerlo y no necesitarán negociarlo con nadie.
El resto de modificaciones de la ley que PSPV, Compromís y Unides Podem aprobaron vía enmienda a la ley de Medidas Fiscales también favorecerán la búsqueda de un candidato. No en vano, el tripartito ha rebajado las incompatibilidades de la persona que asuma el puesto que, como novedad, podrá ocupar la Presidencia sin necesidad de tener una dedicación exclusiva.
La salida de Soriano no debería haber generado sorpresa alguna, dado que se conoce desde hace año y medio que quería volver a su puesto de letrado en el Parlamento valenciano. Sin embargo, sí lo ha hecho porque estaba previsto que lo hiciera cuando se encontrara un candidato óptimo para el cargo. No obstante, el hecho de que la espera se haya dilatado durante más de año y medio ha motivado que haya sido él mismo el que haya decidido poner punto y final a su paso por À Punt. Soriano deja el puesto a un año y diez meses de finalizar su mandato.
A lo largo de su mandato, Costa lo apostó todo por la audiencia, pero sin un respaldo presupuestario ni burocrático, no ha habido modelo que asentar sino situaciones que amortiguar