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inaugura 'pas de deux' en el centre del carme

Manu Blázquez: "Mi batalla es la contención"

17/07/2021 - 

VALÈNCIA. “Mi batalla es la contención”. Manu Blázquez deslizó estas palabras casi al cierre de la presentación de Pas de deux, el proyecto expositivo que inaugura en el Centre del Carme, una frase que resume buena parte de su trabajo, una labor de análisis, minuciosa, silenciosa, que hay que visitar con la misma atención que Blázquez pone en el proceso de creación. El artista valenciano despliega en el museo un proyecto que es, en realidad, la segunda parte de uno mayor, que empezó con Ritmo, etc. en la galería Luis Adelantado. Ahora, como consecuencia del premio de artes visuales Alfons Roig, presenta una muestra que parte de un mismo origen, una reflexión sobre los formatos de la pintura a partir del antiguo tratado sobre pintura de Gérard de Lairesse, una obra de 1707 que desgrana sus reglas académicas desde el punto teórico y práctico. De esta forma, Blázquez plantea una visión actualizada del texto, una suerte de epílogo que quiere desnudar los formatos estandarizados de la pintura y plantear una nueva reflexión sobre el libro de artista como objeto.

Una de las palabras claves para entender la muestra es ‘sistema’, ese sistema de la creación artística que la exposición quiere desnudar, un acercamiento a la pintura desde su continente. La muestra se divide en dos espacios diferenciados. El primero, una suerte de libro de artista que presenta página a página, un “facsímil digital” que se despliega sobre ocho mesas creando unos ritmos casi musicales. “Pas de deux (Paso a dos) hace referencia al contenido mismo del libro de artista que presento en esta exposición: en cada uno de los pliegos de esta publicación hay una relación de dos formatos estandarizados de lienzo que es el objeto de todo este estudio”, explica el artista. Para ello Blázquez toma como referencia las tres familias de bastidores para lienzo, Figura, Paisaje y Marina, y explora sus propios límites estandarizados.

“Son unos formatos que nacen en el siglo XIX, o un poco antes, y que a día de hoy todavía trabajamos con ellos de una forma casi automática porque están dentro del mercado. La mayoría de veces a penas pensamos en esas estructuras, en esas dimensiones sino que directamente las dotamos de contenido pero sin pensar en el sentido de ese formato, por qué la superficie tiene esas dimensiones”. La segunda sala plantea esos ensayos pictóricos que, aunque no son exactamente los bocetos planteados en el libro de artista, sí se vinculan a él, piezas que presentan dos masas grises que se superponen y que dejan ver un tercer cuerpo que es el propio lienzo en blanco. También, por cierto, se vinculan a algunas de las piezas presentadas en Luis Adelantado, aunque es este caso usó una ruda tela de saco cuya textura rompía con el contexto, mientras que en esta ocasión ha usado telas de tonalidad similar al papel, una base “más dócil”. La serie, además, juega con el concepto de punto de fuga a través de las disposición de cada pieza y la distancia entre una y otra.

Esta reflexión que hace a partir del tratado de Gérard de Lairesse es una actualización del mismo y, también, una reflexión sobre el propio hecho pictórico, una aproximación desde el grabado y el dibujo que podría ser una “aparente contradicción”, explicó Blázquez, pero que en realidad es un trabajo sobre la transversalidad de los medios.

El proyecto es resultado de la última convocatoria del premio de artes visuales Alfons Roig, en el que Blázquez venció junto a Ángela García Codoñer, esta última en la categoría de la trayectoria artística. Lo hizo en una edición especial, en la que la Diputació de València quiso reformular el proyecto para darle el brillo de antaño. Para ello se alió con un “jurado de especialistas incuestionables”, destacó ayer el diputado de Cultura, Xavier Rius, un panel compuesto por Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía; Ferran Barenblit, del MACBA; Nekane Aramburu, d’Es Baluard; Vicent Todolí, exdirector del IVAM y de la Tate Modern; y Elena Juncosa, directora de la Fundació Mas Miró. En el caso del premio a proyecto artístico viene vinculado al desarrollo de un proyecto expositivo, con un presupuesto de 17.500 euros, que este año se podrá ver en el Centre del Carme, el que, de acuerdo con el diputado, sería el espacio “ideal” para seguir llevando las exposiciones vinculadas al premio Alfons Roig. La convocatoria del premio, que tiene carácter bianual, será lanzada de nuevo en pocos meses para la edición de 2022.

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