VALÈNCIA. Podemos sigue siendo una montaña rusa -y no de alegría y diversión- debido a los procesos de primarias necesarios para confeccionar su candidaturas de cara a las distintas elecciones. Si el pasado martes se conocían los resultados de las votaciones que determinaban las listas a los diferentes parlamentos autonómicos, alcaldías y Eurocámara, este mismo lunes 3 de diciembre finaliza el plazo para que los militantes se inscriban si quieren aspirar a entrar en el Congreso o en el Senado.
La decisión de precipitar estos procesos anunciada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en la última reunión de la dirección del partido hace menos de una semana ha causado un notable malestar en estructuras autonómicas como la valenciana, que acaba de pasar por unas primarias y que, a día de hoy, ni siquiera ha hecho públicas las correcciones paritarias definitivas en las listas además de tener pendiente la negociación con Esquerra Unida.
Más aún cuando los plazos de estos procesos encadenados se han estrechado de manera casi asfixiante según admiten un buen número de dirigentes de la formación morada con los que ha contactado este diario. Así, tras la inscripción, se abre el periodo de recogida de avales -apenas seis días- para, posteriormente, conformar las listas conjuntas de los diferentes proyectos si los hubiera. Unas candidaturas que deberán hacerse públicas el día 13 de diciembre para, después, iniciar a renglón seguido el proceso de votación que estará habilitado desde el 15 al día 20, conociéndose los resultados un día después.
Unas fechas muy ajustadas, que los afines a Iglesias justifican ante un hipotético adelanto electoral de Pedro Sánchez, que se complican especialmente si se atiende a ciertas condiciones necesarias para ser candidato al cuerpo de las listas: un mínimo de 500 avales -algo más que complicado en territorios poco poblados- si el aspirante opta por esta vía para garantizarse una plaza en las votaciones.
Otro de los caminos para ser validado como candidato a las primarias es obtener la firma de un órgano como el Consejo Ciudadano Estatal, el Consejo de Coordinación Estatal o el Secretario General Estatal o al menos de diez Círculos Activos de Podemos. Una opción que se permite de manera individual o como parte de una lista, lo que lógicamente facilita la tarea para los candidatos agrupados en proyectos conjuntos y debilita las posibilidades de aspirantes 'sueltos'.
Por otro lado, acudiendo al ámbito valenciano, el escenario este jueves era ciertamente confuso y ninguno de los miembros de la dirección consultados por este diario se atrevía a concretar todavía quiénes podrían ser los nombres propios que estamparían su firma el lunes para optar a Congreso o Senado.
En la actualidad, Podem tiene cuatro representantes en el Congreso: Àngela Ballester, Rita Bosaho, Txema Guijarro y Rosana Pastor. Esta última parece descartada tras acabar de competir en las primarias autonómicas y haber obtenido a priori un puesto de salida (número tres) para Les Corts. En cuanto al resto, fuentes de la formación apuntaron a que existiría disposición de repetir pero sin que tampoco se haya producido la decisión definitiva de dar el paso de presentarse a las primarias.
En cuanto al Senado, la formación morada tiene tres representantes de la Comunitat: Pilar Lima, Ferran Martínez y Vicenta Jiménez. Los dos primeros han participado en las primarias para Les Corts obteniendo respectivamente los puestos uno y dos por la circunscripción de Valencia por lo que se entiende que no repetirán en la Cámara Alta.
Respecto a posibles aspirantes a obtener un escaño estatal, las quinielas circulaban este jueves por la formación morada. El líder de Podem, Antonio Estañ, preguntado por este diario, se mostraba reacio a incorporarse a este proceso para optar a una plaza en el Congreso. Otros nombres que suenan como posibles opciones para entrar en esta pugna son César Jiménez -por Castellón-, próximo a Estañ, o Héctor Illueca, de la órbita del 'pablismo' valenciano, si bien desde sus respectivos entornos ni confirmaron ni descartaron esta posibilidad.