CASTELLÓ. Luis Valverde pertenece a esa generación de creadores milenial que ha sabido aprovechar las oportunidades de las redes sociales para triunfar. Aunque estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Uji, su talento y empeñó le han llevado a dedicarse profesionalmente al diseño gráfico. A pesar de que el trabajo de este colectivo muchas veces no se valore lo suficiente, este castellonense está consiguiendo dejar su huella en la industria musical, firmando el diseño de los últimos discos de artistas de la talla de Aitana, Lola Índigo o Recycled J. El creador se ha encargado, de hecho, del diseño de la portada del último sencillo de Lola Índigo y Don Patricio.
Luis Valverde confiesa que entró en este mundo casi "de rebote" cuando se trasladó desde Castelló a la capital. "En Madrid hicimos un colectivo audiovisual entre varios artistas. Había cantantes, fotógrafos, vídeo, gente que se encargaba del management de los artistas, era muy 360 y todo lo hacíamos enfocado a la industria musical. Yo era el diseñador, y ahí, empezamos a trabajar con artistas un poco más 'reputados'. Entre ellos estaba Recycled J (Jorge Escorial), con quien establecí una relación casi de familia y diseñé su último disco City Pop .
AITANA ME ESCRIBIÓ PERSONALMENTE Y ME DIJO: LUIS, ME ENCANTA TU TRABAJO, EL DISCO LO VAS A HACER TÚ".
La oportunidad definitiva para Luis llegó cuando Universal se puso en contacto con Jorge Escorial para que ayudase a dar "una referencia más urbana" a artistas de OT como Mimi Doblas (Lola Índigo) o Aitana. Fue entonces cuando las cantantes vieron el diseño que Valverde había realizado para Recycled J y "les encantó". "Me contactaron directamente a través de Instagram, o sea, Instagram lo es todo. Aitana me escribió personalmente y me dijo: Luis me encanta tu trabajo, el disco lo vas a hacer tú". Nos explica que ha sido muy fácil trabajar para ellas porque se dejaban aconsejar por su criterio. "Han confiado mucho desde el principio en mi profesionalidad. Es evidente que ellas me daban algún consejo de sus preferencias, pero con bastante cancha para que yo siguiera. De todos modos, los que sí ponen más pegas son las discográficas que al final, son el cliente".
Además de sus trabajos más mediáticos para las concursantes de Operación Triunfo, hablamos también con Luis Valverde sobre las tendencias actuales del diseño y las debilidades del sector en España. Actualmente trabaja desde Castelló como diseñador de la joven agencia de comunicación Cómodo, hecho que no le ha impedido seguir en contacto con lo más granado del panorama musical español.
-¿Está viviendo el diseño gráfico una época dulce? ¿Se valora ahora mucho más vuestro trabajo
-Siempre he tenido mucho conflicto con esta pregunta, porque en España pienso que no se valora prácticamente nuestro trabajo en algunos sectores. Obviamente en las altas esferas sí, porque tienen en cuenta el tema de la imagen, pero para un diseñador que está haciendo cosas pequeñitas cuesta mucho que se valore ese trabajo. Muchos clientes no valoran la figura del diseñador, no creen que sea necesario tener a una persona trabajando para su empresa. Entonces pues creo que el diseño está de moda, mucha gente empieza a valorar ahora lo que es, pero no estamos a la altura de otros países como Holanda que vas a cualquier negocio pequeñito y está cuidada la imagen al detalle.
-¿Hacia dónde están evolucionando las tendencias de diseño?
-El mundo del trap es bastante influyente ahora, todo está yendo hacía ahí, la música va hacia ahí, el diseño va hacia ahí y es como una estética bastante moderna. Pero los 90, los 80... cualquier época pasada no se va a ir nunca. Es como una referencia gráfica que siempre se tiene que tener en cuenta. Yo me he criado en los 90 y para mi esa estética es mi referencia. De hecho, cuando hago los diseños intento hacer una combinación entre esta década y la actualidad. Esa fusión es lo que quizá me permite aportar algo diferente.
-Hoy en día el soporte digital se puede decir que es la herramienta clave de difusión de vuestro trabajo, pero ¿cómo convive esto con una cierta nostalgia por la estética vintage?
-Esto pasa también en el cine, que están sacando películas antiguas, remasterizaciones de films que molaron en su momento y estamos volviendo a ello. Y en el diseño creo que está pasando un poco igual. Es difícil encontrar cosas nuevas, es decir, inventar cosas nuevas y entonces se están rescatando estilos que ya ‘molaban’ y se trasladan a la época actual. Yo también lo hago, pero es chulo, forma parte también de la manera de diseñar. En mi caso me gusta mirar al pasado y ver estilos gráficos y moverlos hacia adelante.
-¿En qué te sueles inspirar?
-Pues suelo estar mirando todos los días revistas, imágenes por internet, etc. Pinterest es un sitio donde puedes encontrar bastante inspiración. Por ejemplo, si tengo que diseñar una portada de un disco me pongo a ver dibujos, estilos concretos y en base a eso ya tomo decisiones a nivel gráfico.
-¿Las plataformas en las que se va a consumir vuestro diseño condicionan a la hora de crear?
-Sí, los parámetros del diseño van cambiado a raiz de Internet. Ahora se utiliza un A3 para un cartel impreso, un formato cuadrado para Instagram, otro animado para stories, para Facebook o para Twitter. Entonces sí, ha cambiado totalmente como trabajamos.
-¿Instagram supone una plataforma imprescindible para que se conozca el trabajo de creadores jóvenes como tú?
-Sí, sin duda. Instagram y cualquier red social a día de hoy juega un papel fundamental y actúa como una especie de currículum en línea. No hace falta ni que te crees una web, porque en rrss te van a ver sí o sí. En mi caso no hago ninguna campaña de publicidad, ni nada parecido. Todo lo contrario de lo que se debería hacer en términos promocionales, pero no quiero hacerlo porque ya me entra demasiado trabajo solamente de tener el perfil de Instagram público. No tengo ni más redes sociales.
-¿Puede Instagram morir de éxito?
-No. Yo creo que a día de hoy no puede morir de éxito y si lo hace, será transformándose en otra cosa.
-¿Los diseños que responden a un ‘todo estético’ triunfan más? Como el caso de Filip Custic y Rosalía en El Mal Querer, que es un disco donde todo está muy pensado. ¿Es esa la clave del éxito, más allá de ofrecer algo súper innovador?
-Contar una historia que sea coherente a nivel de diseño gráfico es súper importante, pero también el trabajo de diseño y el trabajo musical que hay detrás tienen que gustar. Si no molan, aunque todo sea un conjunto muy compacto, no va a triunfar, esa es la verdad. Pero en el caso de Rosalía, El Mal Querer es ‘la hostia’ a nivel musical y a nivel gráfico, pues Filip Custic es Dios. Se han juntado dos dioses haciendo, probablemente, su mejor trabajo. Sin duda para mí, actualmente, es de los mejores trabajos gráficos que he visto en la industria musical, porque son personas que no se han puesto trabas, y que probablemente no hayan tenido detrás a una gran discográfica diciéndoles: eh, no hagas esto. Les han dejado hacer y han hecho lo que han querido y por eso, les ha salido tan bien.
-¿Qué le vendría bien al mundo del diseño gráfico en España para que se os valorase más?
-Yo creo que forma parte de un proceso cultural que estamos bastante lejos de alcanzar, porque ya de primeras en el colegio la rama artística no se tiene en cuenta prácticamente nunca. Los que tiran por la rama de arte están vistos como un poco más ‘raritos’ yo siempre lo he visto así. Incluso ahora me siento un poco ‘rarito’ haciendo cosas de diseño o teniendo un pensamiento un poco más alejado a lo habitual. Entonces, es un proceso que va a costar mucho de alcanzar.