ROMA. (EFE) El personal de la aerolínea de bajo coste Ryanair secundará una huelga la última semana de septiembre a nivel europeo, convocatoria a la que están llamados a sumarse los trabajadores de Italia, Alemania, Irlanda, Suecia, Holanda, Bélgica, Portugal y España.
Esta es la decisión que han tomado los representantes de los trabajadores de estos países tras la reunión que han mantenido hoy en Roma, informaron los sindicatos italianos Filt Cgil y Uiltrasporti en un comunicado.
El responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo, Ernesto Iglesias, ha explicado en un comunicado que la fecha exacta no ha sido decidida aún porque los sindicatos de los distintos países tienen que "armonizar las distintas legislaciones para encontrar el día" en el que todos puedan coincidir.
La huelga, no obstante, "se conocerá antes del 13 de septiembre, fecha límite de convocatoria para algunos de los países", prosiguió.
Este paro se celebrará en protesta de los "graves inconvenientes" que la aerolínea está causando "a todo el personal europeo, impidiendo la libertad sindical de sus empleados, no reconociendo los derechos salariales y asistenciales, y utilizando al personal de vuelo reclutado por agencias de administración extranjeras", señalan en la nota oficial.
Esta situación, añaden, está "causando competencia desleal salarial y una jungla de reglas que no son admisibles en la Unión Europea".
Por ello, Filt Cgil y Uiltrasporti piden el reconocimiento de las peticiones legítimas del personal de Ryanair y un convenio colectivo digno, que reconozca los derechos de los trabajadores.
El responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo argumentó que estos paros por parte de la plantilla de Ryanair tendrán lugar después de que la compañía haya ignorado, tras meses de negociaciones y reuniones, la ley laboral de cada país en el que opera.
"Por el contrario, ha seguido con la política de hostigamiento a la plantilla que ha sido su sello por décadas en el trato a los trabajadores", valoró.
Criticó que la aerolínea haya enviado recientemente a los trabajadores una serie "de cartas intimidatorias por haber ejercido el derecho a la huelga y amenazas con no cobrar un plus de asistencia por lo que ha sido el ejercicio de huelga y no una falta justificada".
Y reconoció que estas nuevas movilizaciones generan contratiempos a los viajeros pero justificó que "es necesario cortar el problema de raíz para que en el futuro la compañía cumpla con la legislación para trabajadores y usuarios".
La huelga de tripulantes de cabina de Ryanair en España, Portugal, Bélgica e Italia de los pasados 25 y 26 de julio afectó a más de 100.000 pasajeros, mientras que la de pilotos del 10 de agosto en Irlanda, Suecia, Bélgica, Alemania y Holanda supuso la cancelación de casi 400 vuelos y trastornos a 55.000 pasajeros.
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