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a la espera de una solución a lo ya programado

Los grandes festivales ponen en marcha sus alternativas para salvar el verano

31/03/2021 - 

CASTELLÓ/VALÈNCIA. Que la música no parase otro verano más es algo que todos -tanto profesionales como público- queríamos. Pero, ya hace muchos meses que la pregunta que ronda por nuestras cabezas es cómo será ese momento. ¿Acaso se puede celebrar un macrofestival y hacerlo de manera segura? ¿Es posible disfrutar de un concierto masivo con lo que esto antes significaba? El Palau de Sant Jordi de Barcelona daba el sábado pasado el primer paso hacía la vieja 'normalidad' con un directo sin distancias de seguridad, en el que se reunieron 5.000 personas para ver a Love of Lesbian, y donde bailar, saltar y cororear- con un mascarilla puesta- era posible. Sin embargo, esto, que se calificó como "experimento", está precisamente en fase de observación y no se conoce todavía si los grandes festivales valencianos copiarán su protocolo para las ediciones anunciadas para este mismo verano.

Tanto es así que The Music Republic -empresa organizadora del FIB, el Arenal Sound, el Festival de Les Arts y el Viña Rock- acaba de anunciar la creación de un nuevo festival llamado Luce Benicàssim, que se celebrará en la ciudad castellonense a lo largo del mes de julio. ¿Significa esto que no habrá macrofestivales? No necesariamente. En efecto, todavía siguen en el calendario las próximas ediciones del Festival Internacional de Benicàssim, con fecha para el 15-18 de julio, y del Arenal Sound, previsto para la semana del 27 de julio al 1 de agosto. Aunque, lo que pone en duda su celebración es que a día de hoy no se ha dado ningún tipo de información sobre su cartel. Así, Daddy Yankee continúa como único fichaje para la próxima edición del festival de Borriana, una actuación que fue anunciada en junio del año pasado, y sobre el FIB todavía no se conoce nada. 

Tras comprar y hacerse con el Festival de Benicàssim en el verano de 2019, The Music Republic no ha podido estrenase al frente del legendario macroevento, que en un primer momento iba renovarse de la mano de Two Door Cinema Club, Liam Gallagher o Don Diablo. En su lugar, sus nuevos responsables han anunciado la creación de un festival de pequeño formato y al aire libre que reunirá a artistas destacados del circuito nacional. "Luce Benicàssiim volverá a llenar de música una ciudad que tradicionalmente ha estado vinculada con los festivales, el turismo y la cultura", señalaban este martes fuentes de la promotora. Lo que proponen llevar hasta Benicàssim es un cartel mucho más reducido, con una docena de cantantes al frente, que funcionará con conciertos repartidos en jornadas independientes. Lo único que mantendrá el vínculo con su predecesor es su celebración en el recinto de festivales ubicado en el Desert de Les Palmes. Por el resto, Luce Benicàssim contará con un escenario amplio y diáfano que asegurará la distancia de seguridad y el cumplimiento del resto de protocolo. 

Con esta alternativa, desde The Music Republic esperan "generar un gran impacto social, económico y mediático" en la Comunitat Valenciana. Eso sí, de momento no se conoce si existe un 'plan b' parecido para Borriana, aunque sí se ha llevado la misma fórmula hasta otras ciudades españolas. La promotora ha generado ciclos similares en València (València Alive), Granada (Granada Alive) y Murcia (Las noches del malecón), a las que está precedido Hivern a la mar en La Marina de València. 

Este no es el único caso, otras promotoras valencianas están en situaciones similares con festivales pensados en la era pre-pandemia y ya están planteando a los ayuntamientos iniciativas similares a las de The Music Republic.

Foto: EFE/Alejandro García

Todos estos ciclos son un buen símbolo de que lo se va a vivir este verano: alternativas a las grandes citas, que inminentemente se irán cancelando cuando haya una salida institucional para poder llevar la logística. Desde el sector se esperan ayudas directas para hacer frente a la oleada de devoluciones de entradas. Si bien el año pasado una gran mayoría de personas que compró su entrada antes del estado de alarma optó por mantenerla para este año en vez de pedir el importe de vuelta, se espera en 2021 no sea así, por lo que las promotoras harán frente a un desembolso importante de dinero. Por su parte, tal y como ya publicó este diario, Consumo se remite a la obligación de devolver el importe en un plazo de 14 días en caso de que la persona que tenga una entrada así lo quiera cuando cambie de fecha, cambia la naturaleza o se cancele el acto.

Este modelo se tendrá que concretar con la Conselleria de Sanitat en una reunión próxima y está supeditado a las instrucciones del gobierno central, que diseñará los máximos y las condiciones en la que se tendrán que desarrollar los eventos culturales este verano. Por eso, el experimento del Palau Sant Jordi es un punto de partida para pensar cuál es la posición del sector: uno que se ha esforzado en llevar datos científicos para poder demostrar que son un espacio seguro, además de la reivindicación de que tienen experiencia en controlar y hacer un seguimiento de control de aforos.

Aforos de unas 2.000 personas (Francia ya ha anunciado que permitirá aforos de hasta 5.000), en eventos de un único día y -en principio- con asientos para permitir consumir al público (en la prueba del pasado sábado no se podía acceder a la pista con bebida ni comida) para rentabilizar el evento. Los carteles estarán copados con artistas nacionales para poder reubicar fácilmente en caso de tener que aplazarse. Todo hecho para poder ofrecer garantías para su celebración y coger algo de aire hasta el año que viene, cuando se espera que sea el año en el que se podría volver a cierta normalidad.

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