MADRID (EFE). Las candidaturas de tres generales que se presentarán por Vox a las elecciones han puesto de nuevo sobre la mesa el papel que pueden desempeñar en el hemiciclo diputados procedentes de las Fuerzas Armadas, obligados por ley a no estar en activo si quieren concurrir a los comicios, sean del tipo que sean.
No será el primer intento en democracia de "colocar" a un general en el Congreso de los Diputados; Podemos lo intentó en dos ocasiones con el exjefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio Rodríguez, primero en Zaragoza, en las elecciones de 2015 y después en Almería, en 2016, pero no consiguió los apoyos suficientes.
Los candidatos de Vox son el teniente general del Ejército del Aire Manuel Maestre, número uno por Alicante, el general de División del Ejército de Tierra Alberto Asarta, por Castellón, y el general de Brigada de Infantería de Marina Agustín Rosety, cabeza de lista por Cádiz.
Además, esta misma formación pretende que el general en la reserva Fulgencio Coll entre en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca como concejal en las elecciones municipales del 26 de mayo.
Si alguno de los tres militares que concurren a las elecciones del 28 de abril por Vox sale elegido sería la primera vez en democracia que un general consigue el acta de diputado, porque el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, vicepresidente del Gobierno con Adolfo Suárez, era miembro del Ejecutivo pero no parlamentario.
Sí se han sentado exmilitares en el hemiciclo del Congreso, pero de menor rango, como la excomandante Zaida Cantera, diputada en las últimas dos legislaturas por el PSOE, partido que también tuvo a antiguos oficiales en su grupo parlamentario, pero en las primeras legislaturas de la democracia.
Derechos y deberes
Así, el excomandante Juli Busquets, fundador de la Unión Militar Democrática (UMD), que conservó su escaño desde 1977 hasta 1993, al igual que el también socialista Carlos Sanjuán, comandante auditor de la Armada hasta que se retiró para dedicarse a la política.
También perteneció al Cuerpo Jurídico de la Armada Federico Trillo, diputado del PP de la IV a la X Legislatura, presidente del Congreso y también ministro de Defensa con José María Aznar.
Julio Padilla, parlamentario del mismo partido y coronel auditor del Cuerpo Jurídico Militar fue diputado de 1993 a 2008 mientras disfrutó de una excedencia en ese puesto.
La Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas establece en su artículo 7 que el militar "está sujeto al deber de neutralidad política. No podrá fundar ni afiliarse a partidos políticos y mantendrá una estricta neutralidad pública en relación con la actuación de los partidos políticos".
Y la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), incluye la pertenencia a las Fuerzas Armadas como causa de "inegilibidad", al incluir en este supuesto a "los militares profesionales y de complemento y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Policía, en activo".
También señala que junto a magistrados, jueces y fiscales, "los militares profesionales y de complemento y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Policías, en activo, que deseen presentarse a las elecciones, deberán solicitar el pase a la situación administrativa que corresponda".
Y añade que en estos casos tendrán derecho "a reserva de puesto o plaza y de destino, en las condiciones que determinen las normas específicas de aplicación".
Algo que no será necesario aplicar a los tres exgenerales situados como cabezas de lista por Vox al Congreso, ya que los tres están retirados.