ALICANTE (EP). El Consejo General de Economistas (CGE) mantiene su previsión de crecimiento para la economía española en el 6,3% para 2021 y la revisa al alza hasta el 6% para 2022, dada la inercia de crecimiento del segundo semestre de este año y por el efecto de la aplicación de las ayudas europeas.
En cuanto al mercado laboral, los economistas mantienen su previsión de que la tasa de paro se sitúe en el 15,5% en 2021, mientras que estiman un descenso en 2022 hasta el 14,9%.
No obstante, han advertido de que, aunque la senda es positiva, "puede que no sea el momento oportuno" para subir el salario mínimo interprofesional (SMI).
"La recuperación económica no está consolidada, la cifra de desempleados es alta y el tejido empresarial está formado fundamentalmente por microempresas, que podrían no poder hacer frente a esta subida, no solo de salario sino de cotizaciones sociales, unido a la subida del coste energético. Esto podría propiciar más despidos", han alertado.
Los economistas creen que, una vez que se están relajando las medidas en países del entorno por la buena evolución de la pandemia, se espera que la campaña turística estival se prolongue por el retorno del turismo extranjero, fundamentalmente mercados tradicionales como Alemania e Inglaterra.
Esto hará que el empleo estacional se mantenga al menos un par de meses más. Por ello, el turismo nacional y la remisión de la pandemia podrán confirmar el crecimiento de la economía por encima del 3% en el tercer trimestre.
Sin embargo, han advertido de que el índice de precios al consumo adelantado del mes de agosto establece una subida de los precios del 0,4% en ese mes, situando la tasa de variación interanual en el 3,3% (tasa no alcanzada desde 2012), fundamentalmente debido a la elevada subida de los precios de la electricidad en agosto.
Por su parte, la inflación subyacente ha aumentado una décima hasta el 0,7%. Dadas estas tasas, y con pocas posibilidades de poder contener la inflación, los economistas han revisado su previsión, estimando que a final de año el IPC se sitúe en torno al 3%. A esto se añade el incremento del gasto público, sobre todo por el efecto del IPC en las pensiones, que supondría incrementar la deuda.
"Hay que tener en cuenta que la elevación de los precios resta capacidad adquisitiva, por lo que el ahorro embalsado se destinaría al consumo y no a la inversión, ya muy mermada, fundamentalmente la extranjera", ha advertido el CGE.
La previsión de los economistas en cuanto a la deuda pública es que en los siguientes meses se vaya moderando (también considerando el incremento del PIB) para situarse a final de año en el 121,5%, en tanto que el déficit se prevé que se sitúe en 2021 en una horquilla de entre el 8% y el 9%.