VALÈNCIA/MADRID (VP/Fernando Labrador (EFECOM)). El gigante tecnológico estadounidense Google dejará de suministrar software para la china Huawei, uno de los fabricantes de móviles más populares del mundo. La medida afecta a nada menos que 360 millones de usuarios en todo el mundo. Solo en España se calcula que hay más de 7,5 millones de móviles de esta marca, que en el primer trimestre de este año ha vendido 1,26 millones de aparatos en España.
Ante ello, la asociación Facua-Consumidores en Acción ha reclamado este lunes a la Comisión Europea una respuesta "contundente" y ha considerado que debe censurar que Google y las grandes tecnológicas de EEUU corten sus suministros a Huawei. Su portavoz, Ruben Sánchez, ha lamentado que los consumidores "nos hayamos convertido en rehenes" del conflicto comercial entre Estados Unidos y China.
La organización de consumidores esgrime que los consumidores tienen derecho a reclamar compensaciones económicas en el momento en que sus móviles pierdan prestaciones, es decir, que no pueda actualizarse el sistema operativo o dejen de funcionar accesos como la tienda de Google.
Cuando ocurra esto, un consumidor podrá ejercer el derecho legal a que le devuelvan la totalidad del dinero si su móvil es un Huawei recién comprado o a una cantidad proporcional al importe que pagó en su momento por el aparato si hace ya varios años.
Facua sostiene que el derecho a reclamar iría más allá de los dos años de garantía del teléfono, ya que los fabricantes tienen un obligación de garantizar el mantenimiento de cualquier producto tecnológico, pese a que hayan pasado los dos años, cosa que habría que calibrar caso a caso.
El veto de Google, al que se han sumado otras empresas estadounidenses como Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom, no ha alterado los planes de Huawei, que ha asegurado que mantendrá sus previsiones de lanzamientos programados, entre ellos el del móvil plegable para junio, y que trabaja en el desarrollo de su propio sistema operativo.
La medida se enmarca en la declaración de emergencia de la semana pasada del presidente Donald Trump de prohibir a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas que supuestamente intentan espiar al país.
Para los dispositivos de Huawei ya existentes, Google permitirá a los usuarios los servicios de Google Play así como las protecciones Google Play Protect, pero no actualizar sus sistemas operativos Android. Mientras, Huawei continuará ofreciendo actualizaciones de seguridad y servicio a los usuarios de teléfonos y tabletas de su marca y continuará construyendo un ecosistema de software seguro y sostenible para sus usuarios.
La Comisión Europea (CE) ha insistido en que corresponde a cada país decidir si pone restricciones a alguna empresa por razones de seguridad, según fuentes comunitarias, que han dejado claro que la CE tiene en vigor normas de licitaciones públicas así como una ley para supervisar inversiones a fin de proteger intereses comunitarios. Bruselas ha mostrado en diferentes ocasiones su preocupación por la entrada de Huawei en el despliegue de las futuras redes móviles 5G en Europa, teniendo en cuenta que ese tipo de empresas chinas tendrán por ley que cooperar con los servicios secretos de su país.
En cuanto a ciberseguridad, la Comisión ha recordado que cuenta con legislación para reforzar la cooperación ante ciberataques, de manera que el conjunto de la UE pueda "actuar de forma colectiva a la hora de proteger a su economía y su sociedad".
Las operadoras de telefonía se mantienen cautas a la espera de conocer las repercusiones que puedan tener estas medidas, entre ellas la británica Vodafone, que completó la primera llamada 5G en el mundo junto a Huawei el pasado febrero en España, donde también tiene una UTE con la compañía china para desarrollar un proyecto piloto en Andalucía por más de 25 millones de euro.
Vodafone estudia las implicaciones y los efectos que pueda tener este veto para la compañía, al igual que Telefónica y MasMóvil, que se remite a lo que defienda oficialmente DigitalES, Asociación Española para la Digitalización, que integra las principales empresas del sector y que, por el momento, no se ha pronunciado al respecto.
Efectos
Los móviles Huawei mantendrán los servicios de Google Play y las protecciones de seguridad de Google, pero no tendrán acceso a las actualizaciones con las que esta empresa periódicamente mejora las capacidades. Los usuarios sí podrán acceder a actualizaciones a través de los desarrollos de código abierto, aunque estos suelen demorarse varios meses.
Android Q
Quienes tengan un teléfono Huawei (u Honor, la segunda marca de esa empresa china) no podrán instalarse la nueva versión del sistema operativo que desarrolla Google: Android Q. Será el Android 10.0 y está previsto que se implante a partir de agosto. No obstante, podrán continuar con la versión actual, la 9.0, llamada Android Pie, que fue lanzada el agosto pasado.
Afectados
Más de 373 millones de móviles y tabletas Huawei están en uso en el mundo, casi el 10 % del total. La empresa ha subido en ventas y en el primer trimestre de 2019 fue la segunda mundial, con el 19 % de cuota de mercado, solo detrás de Samsung. En España son 7,7 millones los móviles y tabletas afectados. De enero a marzo Huawei vendió 1,3 millones y es líder en el país, con el 36 % de cuota.
Reclamaciones
Organizaciones de consumidores, como Facua, y despachos de abogados, como Legálitas, han llamado a los usuarios a presentar reclamaciones a Huawei primero y a las autoridades de consumo o ante los tribunales llegado el caso, dado que el correcto funcionamiento del software está incluido cuando se compra un móvil o una tableta.
No obstante, algunos expertos piden cautela, ya que, al parecer, el software de los aparatos seguirá en perfecto uso y con protecciones de seguridad, más allá de que no se tenga acceso a las novedades que lance Google a partir de ahora. Además, con la compra se adquiría el software del momento, pero no está claro si incluía las posibles mejoras futuras, cuántas y hasta cuándo.
Origen
Google y otras empresas de EEUU siguen la estela del Gobierno de su país, que la semana pasada dictó una directiva que insta a evitar negocios con compañías tecnológicas chinas, por el supuesto riesgo para la seguridad de los datos en internet, ahora que comienza la quinta generación de las telecomunicaciones (5G), que multiplica por decenas de veces la velocidad, la precisión y las capacidades de internet.
Trasfondo
Por un lado, la actual guerra comercial entre EEUU y China, fruto del mutuo aumento de imposición de aranceles. Y de otro, el desarrollo del 5G recién iniciado, en el que Huawei es la más avanzada del mundo en la fabricación de infraestructuras de redes (antenas), al margen de ser también de las que más móviles vende.
Esas antenas para 5G son las que más recelos sobre su futura seguridad provocan. Más que desconfiar de la empresa en sí, el temor es que el Gobierno chino obligue en el futuro a una cesión de información.
Reacción
Huawei asegura que seguirá ofreciendo actualizaciones de seguridad para todos sus móviles. E incluirá su "ecosistema" propio de aplicaciones y servicios, el cual ya ha venido desarrollando en paralelo, al margen de Android -el sistema operativo de Google-, en previsión del veto que se avecinaba.
Huawei ya fabrica sus propios procesadores (Kirin) y se ve menos afectada por el veto que desde ahora le harán también otras empresas estadounidenses que fabrican chips, como Qualcomm e Intel.
Aplicaciones
Al no poder usar las futuras aplicaciones de Android, Huawei creará las suyas propias, como ya hacen otras compañías, como OnePlus (dentro de Android) o Apple (la única empresa con éxito fuera del mundo Android). El ínterin que tarde Huawei en crear su propio universo de apps será clave para no perder pie en el mercado de los móviles.
Aunque por motivos distintos, ya hubo destacados fabricantes de móviles que cayeron en su día en picado, como Nokia, Motorola, Blackberry, así como la fracasada apuesta que hizo Microsoft en este campo, cuando soltó amarras con Android.