MADRID, (EP). Un estudio del Anschutz Medical Campus de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) han desentrañado las razones neurológicas por las que quienes sufren anorexia o bulimia nerviosa son capaces de anular su necesidad de comer.
En un estudio recientemente publicado en la revista 'Translational Psychiatry', los investigadores demostraron que los patrones normales de estimulación del apetito en el cerebro están efectivamente invertidos en aquellos pacientes que presentan uno de estos trastornos alimentarios y no están regulados por la región cerebral del hipotálamo.
El profesor de Psiquiatría y Neurociencia Guido Frank, autor principal del estudio, se propuso descubrir las jerarquías del cerebro que gobiernan el apetito y la ingesta de alimentos para conocer las razones neurológicas que están detrás de las personas cuando tienen hambre o no.
Mediante escáneres cerebrales, los investigadores examinaron la reacción de 26 mujeres sanas y otras tantas con anorexia o bulimia nerviosa al probar una solución azucarada, y descubrieron que éstas últimas tenían alteraciones generalizadas en la estructura de las vías cerebrales que rigen la regulación del gusto y el apetito, en concreto en la materia blanca que coordina la comunicación de las diferentes regiones cerebrales.
Asimismo, también encontraron diferencias importantes en el papel que juega el hipotálamo en ambos casos, de modo que en las mujeres sin un trastorno alimentario las regiones cerebrales que favorecían la alimentación obtenían sus señales del hipotálamo.
En cambio, en las mujeres con anorexia o bulimia las conexiones hacia el hipotálamo eran significativamente más débiles y la información iba en la dirección opuesta, lo que acababa anulando el hipotálamo y las señales que inducían la ingesta de alimentos.
"La región del cerebro encargada del apetito es la encargada de impulsarte a buscar algo de comer. Pero en pacientes con anorexia o bulimia nerviosa no sucede así", según los autores.