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Los agustinos impulsan la primera escuela ‘thinking’ en Alicante

La remodelación arquitectónica, incluida en el plan de renovación pedagógica Innova 2020, busca convertirse en un referente dentro de la red de concertados

31/10/2016 - 

ALICANTE. Aulas con paredes de cristal, pizarras digitales, tabletas en lugar de libros y mesas ‘gajo’ preparadas para el trabajo grupal. El Colegio San Agustín de Alicante (Agustinos), que cumplirá medio siglo en el curso 2019/2020, ha acometido durante el verano una remodelación completa de sus instalaciones en consonancia con el giro pedagógico al que se dirige. Su objetivo es la implantación del design thinking, un modelo educativo basado en la creatividad y la innovación a la hora de resolver problemas, que ha dado el salto del mundo de la empresa a la escuela con resultados bastante exitosos.

Llama la atención que un centro semicentenario sea el primero en hacer una apuesta tan decidida por este modelo pedagógico, que ya está presente en otros colegios nacionales, europeos y norteamericnos. Han decidido bautizar la aventura como ‘Innova 2020’. A través de esta línea, no solo buscan convertirse en pioneros dentro de la red de centros concertados de la orden de agustinos, con 17 colegios por toda España, sino ser también un referente de la innovación educativa que está por llegar al aula.

“Todo comenzó hace tres años, cuando se renovó por entero el equipo directivo y se decidió apostar un cambio de gran envergadura”, relata Jaime Sepulcre, director del centro y profesor de Bachillerato, además de antiguo alumno. Tras solicitar permiso a la sede central de la orden religiosa, así como una partida presupuestaria a la altura de las necesidades, buscaron el apoyo de un arquitecto y comenzaron a formar al profesorado con viajes a Madrid y a Irlanda. “Lo hemos hecho con menos de lo que hubiésemos querido”, precisa el gerente, pese a que el gasto total alcanza el millón de euros.

El arquitecto que ha firmado el proyecto es José Picó Linares, alicantino asentado en Madrid que ha fundado un grupo de arquitectos, pedagogos y especialistas en mobiliario escolar. Su estudio se ha encargado de instalar un nuevo tipo de pupitres, a cargo de la empresa alicantina Dileoffice, que son giratorios y acoplables. También han cambiado las pizarras, que ya eran digitales, y ahora se vuelven de cristal para escribir encima. En Secundaria, las aulas de 2º y 4º han cambiado radicalmente, con amplias mamparas que dejan ver lo que se está haciendo dentro de la clase. Asimismo, se han colocado paredes móviles entre ellas para convertirlas, si es necesario, en una gran sala de asambleas.

Sepulcro insiste en que todas estas reformas “no son una mera cirugía estética para que el colegio tenga una apariencia más atractiva”, sino que la innovación se hace sobre la base de una nueva orientación pedagógica. “La premisa era que el foco de las aulas dejara de ser el profesor y se desplazara hacia el resto del entorno, así como un mobiliario que permitiera formar con rapidez grupos de trabajo”, explica, y añade. “Habíamos hecho ensayos puntuales hasta que hemos rodado este año”. En cualquier caso, el equipo directivo sigue ofreciendo información a las familias sobre el cambio.

Los cambios fundamentales se han concentrado en los niveles inferiores. “Ante la incógnita que hay con las pruebas de acceso a la universidad, no hemos querido tocar mucho Bachiller”, admite el responsable del San Agustín. En concreto, la apuesta más valiente por las tecnologías se ha concentrado 5º de Primaria y 2º de la ESO, cursos en los que se han repartido tabletas para todos los alumnos. A los padres se les ha ido preparando, porque han tenido que acceder a firmar contratos de cesión y seguros.

Interlocución con la Conselleria

Aunque este impulso renovador parte del equipo directivo, la Generalitat ha sido informada puntualmente de todos los cambios. “Lógicamente fuimos hablando con la Conselleria de Educación en todos momento, y ellos se han interesado bastante”, dice Sepulcre, quien sin embargo precisa que no han contado con ninguna subvención. Es por ello que el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, estará presente en el evento de presentación.

De las siete plantas con las que cuenta el San Agustín de Alicante, se han dejado irreconocibles seis. Ahora bien, la reforma de este verano ha sido el pistoletazo de salida, las novedades que están por venir. Cabe recordar que hablamos de un centro con 1.400 alumnos y alrededor de 90 docentes, que recorre todo el espectro desde 3 años hasta 2º de Bachiller, con la particularidad de ser el único concertado alicantino con línea en valenciano.

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