VALÈNCIA. Enésimo capítulo en la particular guerra que las familias Pastor y Turró libran desde hace años por el control accionarial de la promotora valenciana Urbem. Este pasado lunes, Carlos Turró, principal accionista de Cleop, se personó con un amplio séquito en la sede de la compañía en València para recoger unos documentos, pero la situación se complicó hasta el punto de que se produjo un fuerte forcejeo con quienes ostentan de hecho -según los Turró, no de derecho- la administración de la empresa.
Acompañado por una decena de personas -dos notarios, dos guardias jurados, cuatro auditores y un abogado-, el patriarca de los Turró acudió a las oficinas para recoger documentos y conseguir información del funcionamiento de la empresa, según informan a Valencia Plaza fuentes conocedoras de los hechos. El empresario alegó que fue reconocido por la Dirección General de los Registros y del Notario como administrador único de Urbem y, por tanto, quería conocer el estado de la compañía. Dicha resolución está recurrida ante los tribunales por los Pastor y todavía no es firme.
Sin embargo, una vez allí se encontró con la resistencia de los Pastor, en la persona de Tina Pastor, hija del patriarca, José Pastor, que les impidieron el paso con ayuda de sus guardias jurados. José Pastor no se encontraba presente al estar convaleciente de una operación. Fue entonces cuando comenzó un forcejeo que acabó con agresiones mutuas y denuncias ante los juzgados por ambas partes ante los hechos acontecidos en los que tuvo que mediar la Policía, relatan las mismas fuentes.
En los últimas días ambas familias han emprendido ciertos movimientos para hacerse con la promotora y elegir al administrador único de la mercantil, un cargo que se disputan José Pastor y Carlos Turró. A principios de septiembre en un intento por hacerse con el control de la compañía Pastor convocó una junta extraordinaria, que tenía previsto celebrarse el pasado lunes dos de septiembre para hacer valer su mayoría accionarial y conseguir el control de Urbem después de la ejecución de los créditos impagados de su rival Cleop -presente en la promotora a través de Inversiones Mebru- en el concurso de acreedores de esta última, unos créditos que tenían como garantía 46.000 acciones en Urbem y que las hermanas Pastor, Vicenta y Maribel, compraron a Caixabank para lograr esta parte de la empresa.
No obstante, un recurso presentado por los Turró frenó su celebración. Los accionistas de Cleop argumentaban que Pastor no era el administrador único y, por tanto, no tenía potestad para convocarla. Como medida cautelar, el juzgado decretó su suspensión sine die.