El grupo presenta Som en Xàtiva, un disco más intimista que, lejos de machacar la nostalgia, supone un paso hacia delante en la carrera del grupo catalán
VALÈNCIA. Els Pets llegan a la Comunitat con un nuevo disco que ha entusiasmado a la crítica musical, Som. El trabajo tiene la firma subrayada de la producción de Joan Pons, líder de El Petit de Cal Eril, que ha reducido a la mínima expresión los artificios para crear un disco crudo y sincero. La mítica banda capitaneada por Lluís Gavaldà demuestra en cada trabajo que sus años de carrera no significan tanto como su impulso de seguir haciendo algo nuevo. Aunque no paran de recordarles su “madurez”, ellos tiene claro un mantra mucho más joven: “cada disco tiene que ser revolucionario”. Este Som es un gran paso adelante, que presentarán en Nits al Castell de Xàtiva el próximo 20 de julio.
- ¿Qué tanto por ciento del sonido de este disco es Joan Pons y qué tanto por ciento es de Els Pets?
- Esa es una buena pregunta, aunque en la música siempre es muy difícil cuantificar las cosas. Yo creo que -sobre todo- al dejar el disco en manos de Joan Pons nos hemos dado cuenta de que nuestras posiciones no estaban tan encontradas como lo que podía parecer. Son caminos y sonidos diferentes, pero que se han entendido muy bien. También es una manera de depurar la música que llevas al estudio…
- Claro, porque en tiempos en los que los grupos -para ahorrar costes- suelen optar por la autoproducción, hay cierta diferenciación en dejarse llevar.
- Sobre todo sirve porque, todo lo que has trabajado las canciones, las ideas iniciales y tus planes no tiene interés alguno para el productor. Tú vas con tu música y una persona externa al grupo la escucha y empieza a hacerla suya también. Es algo muy nutritivo para el grupo, así lo ha sido en este disco.
- Otra influencia importante del disco es vuestra búsqueda constante en escuchar nueva música. Un grupo consolidado como el vuestro podría ‘tirar’ de nostalgia…
- Els Pets somos más buscadores y oyentes que creadores de música, porque no tenemos necesidad alguna de hacer nuevas canciones y eso nutre mucho lo que hacemos. Está mal decirlo de uno mismo, pero estoy constantemente escuchando música nueva, y me entristece saber que hay compañeros que no solo no escuchan grupos actuales, sino que no escuchan nada que no sean ellos mismos. Un grupo, cuando va a hacer un álbum nuevo, tiene que aspirar, cómo mínimo, hacer algo revolucionario. Luego, la mediocridad hará que acabe siendo una novedad pequeña, pero al menos no es repetir constantemente tu sonido.
- ¿Es injusta la etiqueta de pop catalán?
- En mi opinión, no. Hacemos pop y cantamos en catalán. Tal vez haya gente que lo vea reduccionista, pero yo no tengo ningún problema ni con las etiquetas ni con compartirlas con grupos diferentes al mío.
- Pero también es verdad que en algunos festivales e iniciativas se acaban juntando de manera incoherente grupos que tienen sonidos muy alejados…
- Sí, aunque eso pasaba más hace unas décadas. Ahora a los festivales han superado esas etiquetas y hay iniciativas de música muy específica, como el mestizaje, o el indie. Y también se está superando el problema de mezclar a grupos indiferentemente de la lengua que utilicen.
- Volviendo al disco, Som recoge de vuestro anterior trabajo, L’àrea petita, cierta visión pesimista de las cosas…
- Bueno, es algo que me han dicho mucho, y puede ser cierto, pero visto en perspectiva, creo que en L’àrea petita canta un tío que tiene que fingir cierto optimismo pero no lo sale, y en Som habla una persona que relata aquellas cosas que pasan, buenas o malas, con realismo y tal y como las siente. En este disco hay canciones como Laia, en la que la mujer enferma que encara la vida con valentía, en La vida és molt avorrida sense el teu cos no se busca la añoranza sino una visión romántica del amor perdido.
- ¿Hay momentos en los que se hace necesario que un grupo se signifique políticamente? Lo pregunto porque hay varias canciones que aducen al momento político catalán.
- Creo que hay que separar el compromiso social con lo que se entiende actualmente de significarse políticamente. Yo no me creo a ningún artista que no hable en su creación absolutamente nunca de temas sociales, igual como no me creo a quién habla exclusivamente de temas políticos. Es evidente que desde Els Pets tenemos unas ideas concretas, que sin embargo hemos defendido en nuestras canciones de manera menos explícita en los últimos cinco discos, y queremos mantener ese compromiso.
- Som es en primera persona del plural y está ligado a lo colectivo. Sin embargo, muchas bandas y autores jóvenes hablan desde la primera persona del singular (del drama adolescente, de la existencia…). ¿Es un símbolo de madurez?
- No creo que sea justo vincular la inmadurez y el individualismo con la juventud porque no es así. Tampoco al contrario. El egoísmo es una cuestión de clases, influenciada por el sistema capitalista. Som habla de la colectividad en general y del momento político de Cataluña en particular, y quiere subrayar que, a pesar de todo, seguimos existiendo, seguimos apoyándonos y siendo una causa.
- ¿Cómo se lleva Els Pets con València? Parece que es más fácil que los grupos valencianos viajen allí que los catalanes aquí.
- Sí, sin duda vamos al País Valencià menos de lo que nos gustaría, y supongo que hay algunos motivos que son extramusicales. Creo que el concepto de Païssos Catalans está muy denostado pero refleja una realidad cultural. El intercambio Catalunya-Baleares es más fluido que con València. Por otra parte, siempre que vamos allí la intensidad y la emotividad nos hacen volver pensando que seguro que a partir de entonces será más habitual vernos por allí, pero luego pasan dos años y medio hasta el próximo concierto.
