VALÈNCIA. Podem se vio este lunes sacudido por el paso adelante dado por la diputada Pilar Lima, quien convocó una rueda de prensa exprés para anunciar su intención de optar -por segunda vez- a liderar la formación morada en la Comunitat Valenciana en la asamblea prevista para mayo o junio.
Una maniobra que cogió a pie cambiado a la portavoz en Les Corts, Naiara Davó, quien ha venido liderando las quinielas para convertirse en la sucesora del ex secretario general Antonio Estañ. De hecho, desde el entorno de la dirigente se ha venido reiterando el deseo de una lista de consenso que aglutine las distintas sensibilidades del partido para evitar otra batalla intestina en la fuerza política que encabeza Pablo Iglesias.
Lima, en su comparecencia, también se mostró partidaria del consenso pero puso de manifiesto su intención de que esta unidad se concentre en torno a su candidatura, apelando a la "coralidad" de los liderazgos. Es decir, Davó en Les Corts como síndica; Rubén Martínez Dalmau como vicepresidente segundo del Consell en el apartado del Ejecutivo, y ella misma como referente orgánico dentro del partido.
Una posición que causó no poco malestar en el sector de Davó, que incluso se hizo patente en redes sociales por parte de algunos diputados como Ferran Martínez, Beatriz Gascó o el secretario autonómico de Vivienda, César Jiménez, quienes criticaron abiertamente las formas empleadas por Lima -aseguran que se enteraron por la prensa- y el momento elegido -antes de que se celebre el Vistalegre III el próximo 7 de marzo-.
No obstante, Lima también encontró voces de apoyo en Twitter como la del director de Inspección de Trabajo y Seguridad Social en el Gobierno de España, Héctor Illueca, además del respaldo por parte de la también directora en este caso de Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial, Rita Bosaho, quien rebotó el mensaje con el salto dado por su compañera.
En este punto, conviene recordar que Lima ya se postuló en 2017 -con el apoyo de, entre otros, estos dirigentes- para liderar Podem. En aquella ocasión, abanderaba el candidatura 'pablista' frente a los 'errejonistas' capitaneados por Fabiola Meco pero fue el tercero en discordia, Antonio Estañ, quien consiguió aglutinar mayor consenso de los tres.
Estas 'familias' han cambiado mucho desde entonces. El 'errejonismo' ya no existe y Pablo Iglesias se enfrenta a una asamblea ciudadana previsiblemente tranquila, por lo que nadie cuestiona su liderazgo y resulta complicado que alguien pueda sacar el máximo rédito de erigirse como especialmente leal al líder. Más aún cuando Iglesias no se caracteriza por posicionamientos públicos a favor de candidatos en las primarias y que, en la Comunitat Valenciana, el grupo de Lima no consiguió la victoria en su día pese a estar considerada la lista 'pablista'. Una lista en la que, por cierto, figuraba la propia Naiara Davó en el número 15.
Por otro lado, Lima anunció en su intervención la convocatoria de una jornada de trabajo para el sábado 29 de febrero "completamente abierta" para buscar la unidad del partido y que "los afluentes se conviertan en un solo mar". Un postura que no encontró la comprensión del sector de Davó, desde donde insistieron en que con su golpe de timón "unilateral", Lima había roto la línea de diálogo que a su juicio se encontraba abierta. De hecho, otras fuentes del partido admitieron que el anuncio también había cogido desprevenido al propio vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau, quien en alguna entrevista pública ha alabado el perfil de Davó como posible líder y quien también se despachó en un 'tuit' crítico con el momento elegido por Lima.
En esta línea, las fuentes consultadas recalcaron su "sorpresa" por una candidatura que fue presentada "sin documentos políticos ni programa" y "sin conocer las conclusiones de lo que ocurra en el Vistalegre III". En este sentido, los críticos con Lima recalcaron que Podemos, a día de hoy, se encuentra gobernando tanto en España como en la Comunitat Valenciana, por lo que se les antojaba "precipitado" postularse cuando todavía no se ha superado el proceso estatal y quedan cuatro meses para el valenciano.
De hecho, incluso algunos apuntaban a que el paso adelante dado por la diputada podría corresponderse a un intento por adoptar una posición de fuerza de cara a futuras negociaciones de una lista de consenso.
Un tacticismo que no se vislumbró en la comparecencia de Lima, quien recalcó que su proyecto tiene "la mano tendida" a la búsqueda del "consenso dialogado". "Creo que podemos conseguirlo", subrayó, si bien puntualizó que si no existe el pacto "no pasaría absolutamente nada", a su juicio. "Se presentarían las candidaturas, se debatiría y se construiría la organización, algo normal en democracia", zanjó.