VALÈNCIA. Mañana se cumplirán cuatro años desde que Liberbank diera sus primeros pasos en la bolsa española y, además, con una fortísima subida de un 57%. Lo hizo partiendo desde los 0,40 euros de su precio de inicio hasta cerrar en los 0,52 euros tras haber llegado a tocar los 0,63 euros durante la jornada de aquel 16 de mayo de 2013 en el que fue el mejor estreno en el parqué español desde Gamesa en octubre de 2000 cuando se disparó un 72,5%.
Pero cuatro años después la cotización sigue en el mismo sitio aunque alguno diga que el pasado viernes cerró en los 1,21 euros. Cierto es pero no lo es menos que hay que aplicarle el 'contrasplit' del 11 de enero de 2016, cuando los inversores de la entidad dirigida por Manuel Menéndez vieron como se despertaban con tres veces menos de acciones... pero con el precio triplicado. Es lo que se conoce en el argot como agrupamiento de títulos o 'contrasplit'. Una práctica que busca ganar en liquidez y visibilidad, amén de de reducir la operativa especulativa propia de valores con precios reducidos como era el caso de Liberbank.
Pero ni aún así. Las acciones del del banco formado por las otroras cajas de ahorros CajAstur, Caja Castilla La Mancha (CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura sigue en el mismo sitio en el que debutó en bolsa. Y, además, con los bajistas aumentando sus posiciones y el banco reduciendo sus beneficios.
Al cierre del mes pasado, según los datos oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las posiciones cortas se situaban en el 1,62% del capital duplicando el 0,83% de la última comunicación del organismo supervisor de 2016. Pese a ello no tienen declarados ningún corto con nombre y apellidos por no igualar -o superar- el mínimo del 0,50% a partir del cual hay que desvelar el nombre.
Por su parte, Liberbank redujo su beneficio neto entre enero y marzo del presente ejercicio un 15,4% al ganar 32 millones de euros. El banco, que entre enero y marzo consolidó la "positiva evolución" del negocio bancario minorista, logró este beneficio tras haber reducido los resultados por operaciones financieras y diferencias de cambio en un 72,7%, hasta 50 millones de euros, y recortar en un 59,1% los saneamientos del crédito y adjudicados.
Jesús Ruano, director financiero de la entidad, advirtió en la presentación de las cuentas ante los analistas hace 15 días que se iba a poner en marcha otro plan de ajuste con el fin de recortar los gastos. Conviene recordar que a lo largo de los últimos siete años el 'tijeretazo' ha afectado a la mitad de la plantilla y ha cerrado más de un tercio de las sucursales.