VALÈNCIA (EFE). Unicaja Banco y Liberbank culminan este viernes su fusión, de la que nace el quinto banco español con un volumen de activos cercanos a 113.000 millones de euros, una presencia en el 80 % del país y más de 4,5 millones de clientes.
Con la inscripción en el Registro Mercantil de la escritura pública de la fusión por la que Unicaja Banco absorbe a Liberbank -que otorgaron el pasado lunes-, las entidades completan un proceso iniciado en el 2018, que se interrumpió en mayo de 2019, y retomaron en octubre de 2020 animadas por la pandemia y la presión por ganar rentabilidad.
La operación se cierra con una ecuación de canje de una acción de Unicaja Banco de un euro de valor nominal por cada 2,7705 títulos de Liberbank, y la nueva entidad empezará a cotizar sus acciones en la Bolsa española el 2 de agosto.
El banco que se constituye será una entidad de referencia en Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, aunque también estará presente en Madrid, Ceuta y Melilla.
Su presidente será el actual responsable de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, y su consejero delegado, Manuel Menéndez, quien ha ocupado este mismo puesto hasta ahora en Liberbank.
En un comunicado, Azuaga se ha congratulado de que, gracias a la fusión, se ha conformado la quinta entidad española por volumen de activos, “con una situación de fortaleza financiera y un mayor tamaño que permitirá afrontar mejor los desafíos a los que se enfrenta el sector”.
La fusión también permite “continuar apoyando la recuperación económica del país, manteniendo la cercanía y vinculación al territorio como valores compartidos por las dos entidades y la senda de las buenas prácticas de gobierno corporativo”, ha señalado el presidente de la nueva entidad.
Menéndez, por su parte, ha manifestado que la operación aportará “valor para accionistas, clientes y empleados, mejorando los niveles de eficiencia y rentabilidad” y permitirá “reforzar la posición de mercado en banca minorista, con un balance robusto y de calidad”.
Según los últimos datos facilitados por cada una de las entidades por separado, Unicaja Banco dispone de 826 oficinas -a fecha de junio- y Liberbank, de 575 -en marzo-, con lo que la entidad resultante suma actualmente en torno a 1.400 sucursales.
En cuanto al empleo, el Grupo Unicaja Banco contaba con 5.961 el pasado junio, en tanto que Liberbank tenía en marzo 3.767, con lo que el nuevo banco alcanza alrededor 9.700 empleados.
Es previsible que tras la fusión por absorción por parte de Unicaja Banco se produzcan ajustes de empleo y oficinas, pero estos aún no se han concretado, y los sindicatos han insistido en que se hagan de manera negociada.
El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital autorizó la unión el pasado 19 de julio, que fue aprobada por las juntas de accionistas de las dos entidades el 31 de marzo.
El proyecto presentado por ambas fue autorizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia el pasado 29 de junio, pero con algunas condiciones relacionadas con la elevada concentración de sucursales que el banco resultante tendría en Cáceres.
La nueva entidad mantendrá su denominación social como Unicaja Banco y tendrá su sede central en Málaga, aunque se espera que también cuente con centros operativos en otras ciudades como Oviedo y Madrid.
Unicaja Banco tiene su origen en Málaga y aglutina el negocio de la antigua Unicaja más el del Grupo Ceiss -formado por la unión de Caja España y Caja Duero-, mientras que Liberbank engloba la actividad de Cajastur-Banco CCM y las cajas de Cantabria y Extremadura.
Este miércoles, el Grupo Unicaja Banco presentó su balance del primer semestre, en el que obtuvo un beneficio neto de 70 millones de euros, un 15 por ciento más que en el mismo periodo de 2020, y mejoró su ratio de solvencia CET1 en 3,3 puntos hasta el 19,2 %.