VALÈNCIA. El final de la legislatura pasada dejó un sabor agridulce para algunos partidos del Botànic. La imposibilidad de sacar adelante algunas iniciativas por no contar con la mayoría requerida de Les Corts hizo que reformas como la de la Ley Electoral Valenciana (LEV) para bajar la barrera al 3% quedara bloqueada.
Un debate que, sin embargo, con el actual mandato casi recién estrenado algunas formaciones quieren retomar. Unides Podem, el grupo parlamentario que dirige Naiara Davó, pretende volver a poner encima de la mesa en 2020, a la vuelta de las vacaciones navideñas, la rebaja del listón junto a otras modificaciones de la LEV tales como las listas cremallera o el mailing unificado para que el envío de papeletas y publicidad de las distintas candidaturas se haga por correo electrónico. Una modificación para la que contaría con el apoyo de Compromís, que fue el grupo que en la legislatura pasada llevó la iniciativa al Parlamento.
Ahora bien, aunque la intención es retomar el debate, las posiciones siguen siendo las mismas que en la legislatura pasada. Con un actor más, eso sí: Vox, que estaría a favor de reducirla. Sin embargo, sus diez diputados de la Cámara no serían suficientes para que Unides Podem y Compromís lograran sacarla adelante, pues apenas sumarían 35 diputados y se requieren dos tercios del Parlamento (66 escaños).
Por el momento, Ciudadanos se mantiene en la misma posición que en la legislatura pasada: estarían dispuestos a apoyar la rebaja siempre y cuando ésta fuera por circunscripción única. Lo que permitiría eliminar las tres demarcaciones provinciales actuales y dejar una sola de carácter autonómico de manera que se produjera una mayor proporcionalidad en la representación de Castellón, València y Alicante en la cámara valenciana.
La aplicación de este método en la Comunitat Valenciana, tal y como reivindica Ciudadanos, buscaría terminar con la sobrerrepresentaciones de algunas demarcaciones valencianas, como sería el caso de la provincia de Castellón. Con el 11% del peso poblacional, obtiene en cada elección 24 de los 99 diputados de Les Corts, mientras que Alicante tiene 35 y València 40 con un 38% y un 51% de población total respectivamente. En término de electores, cada diputado de Castellón resulta electo por apenas 17.300 votantes, Alicante por 35.600 y en la provincia de València por 48.600.
Sin embargo, cabe decir que actualmente el Estatuto de Autonomía valenciano fija que la circunscripción es provincial, y no única o autonómica, por lo que para cumplir los designios que piden los naranjas se requiere una reforma estatutaria (en concreto, el artículo 24 de la Carta Magna) y no solo de la LEV, para lo que, además, resulta necesaria la ejecución de un referéndum.
Una condición que los naranjas ya pusieron para apoyar esta iniciativa en el mandato pasado. Lo hicieron a unos meses de que se convocaran elecciones, lo que hacía inviable la propuesta. Esto es porque la reforma del Estatut debería ir al Congreso de los Diputados para validarse y los antecedentes que había en esta cuestión no eran nada halagüeños: la última modificación estatutaria que fue a la Cámara Baja tardó en tramitarse más de siete años.
Con estos mimbres, el PSPV insiste en que este es un debate encallado porque sin el apoyo del partido que lidera Toni Cantó en la autonomía o el PPCV de Isabel Bonig, contrario también a esta iniciativa, la propuesta es inviable. De hecho, con los votos favorables de los socialistas, tampoco Unides Podem, Compromís y Vox alcanzarían los dos tercios; se quedarían a cuatro votos de lograr la reforma.
La posición del partido del puño y la rosa fue ambigua durante toda la tramitación hace dos años, si bien se mostraban proclives a que se hiciera una reforma que contemplara una doble barrera: autonómica y provincial. En cualquier caso, Ciudadanos vuelve a tener la sartén por el mango.