VALÈNCIA. El inicio de curso político valenciano comienza este mes de septiembre con diferentes objetivos y preocupaciones para las formaciones con representación en Les Corts aunque también con alguna que otra problemática común para las distintas fuerzas en liza. Indudablemente, el escenario nacional suele influir en mayor o menor medida en la agenda de los partidos aunque, en este caso, el 'procés' catalán -con un referéndum programado para el 1 de Octubre- es una sombra que también planea sobre la actualidad de la Comunitat Valenciana.
En este sentido, tal y como informó Valencia Plaza días atrás, una de las primeras consecuencias en el calendario de la citada consulta independentista ya ha incomodado a los organizadores de la manifestación contra la infrafinanciación valenciana que, a priori, pensaba celebrarse a principios de octubre. Esa coincidencia, unida a las discrepancias de los convocantes, ya ha tenido como consecuencia un aplazamiento de la movilización y, con ello, la primera -o al menos más notoria- modificación de la agenda valenciana por el 1-O. A buen seguro ocurrirá más veces en las próximas semanas dada la potencia de fuego mediático de carácter estatal que tiene el 'procés' catalán.
Así, al margen de este elemento externo nacional, los populares valencianos pueden sacar pecho de que el presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, inaugura el curso político con la Interparlamentaria que se celebra este viernes y sábado en la Playa de la Patacona en Alboraia. Bien es cierto que no se espera ningún anuncio especial de esta visita, pero para la estructura valenciana que lidera Isabel Bonig contar con la presencia del presidente y de seis ministros entre otras figuras del partido es un buen comienzo. Más aún cuando el resto de la agenda para este inicio de curso no es tan alentadora: las dos gestoras -provincia de Valencia y València capital- apuntan a prolongarse en el tiempo más de lo que muchos querrían, en lo que representa un síntoma de debilidad para la organización valenciana. Por lo demás, tal y como viene sucediendo en los últimos años, Bonig y los suyos deberán tener un ojo puesto en los tribunales para ver cómo avanzan los casos en los que se encuentran investigados los que fueran cargos orgánicos e institucionales del PPCV.
En cuanto a los aspectos políticos, la formación popular parece haber encontrado también en la Comunitat un aliado en Ciudadanos que, tras la salida de Alexis Marí, comienza a alinear determinadas posiciones con el PPCV a la hora de cargar contra el Consell del Botànic. En este sentido, tanto los azules como los naranjas dirigen la mayor parte de su fuego hacia Compromís con dos objetivos claros: la vicepresidenta, Mónica Oltra, y el titular de Educación, Vicent Marzà. Esta misma semana, desde Ciudadanos le reclamaban a la 'número dos' del Ejecutivo que se posicionara a favor o en contra del referéndum catalán, además de pedir junto al PP su comparecencia en Les Corts para hablar sobre la situación de los centros de menores, de Marzà para explicar el inicio de curso escolar y la de la socialista Carmen Montón, consellera de Sanidad, sobre el brote de legionela registrado en Chiva.
Una pequeña pista de lo que apunta a ser una tónica en este nuevo curso político que se inicia, en el que todo invita a pensar que el alineamiento entre PP y Cs para hacer oposición frente al Consell del Botànic será más habitual en los próximos meses de lo que lo era con Marí de portavoz. Por otro lado, también se da por hecho que el diputado nacional Toni Cantó incrementará progresivamente su presencia en actos en Valencia de cara a las futuras elecciones de 2019, donde se le considera un probable candidato a la Generalitat.
Por su parte, la formación socialista que lidera en la Comunitat Ximo Puig tiene también un inicio de curso cargado. Este sábado celebra la primera reunión de su Ejecutiva después del XIII Congreso Nacional que tuvo lugar en Elche el último fin de semana de julio. A lo largo de estos días, la gestión interna ha ido dirigida a concretar la distribución concreta de competencias -nada fácil con la creación de 66 áreas diferentes- y el comienzo del reajuste clásico tras la entrada de una nueva dirección.
Tras esto, la cuestión principal en el horizonte será la de los procesos provinciales que apuntan a celebrarse en la recta final de este mismo año. De no haber acuerdo, cosa que no ocurrió en las primarias autonómicas, volvería a haber enfrentamiento entre las huestes próximas a Ximo Puig y las más volcadas con el 'sanchismo' y el secretario de Organización federal, José Luis Ábalos, quien actualmente ostenta además el mando en la provincia de Valencia.
En cuanto al jefe de Consell, Puig tiene la ocasión -y el examen- del Debate de Política General (DPG) para tratar de marcar agenda y apropiarse en cierta medida de la iniciativa política durante unos días. Un reto al que todos los partidos con representación en Les Corts se enfrentan y en el que posiblemente se produzca la participación de un debutante, Antonio Estañ, si finalmente se confirma que ejercerá el papel de nuevo síndic del grupo parlamentario de Podemos.
Precisamente la formación morada, que ya celebró su proceso interno antes de verano con el triunfo de Estañ, se viene enfrentando a una resaca de su asamblea más prolongada de lo deseable. Se espera que la composición definitiva tanto en el partido como en Les Corts quede resuelta este viernes, pero a partir de ahí esta fuerza política tendrá por delante otros retos como la búsqueda de fórmulas para encontrar la visibilidad necesaria que les haga destacar en 2019.
Una tarea compleja si se atiende a la fragmentación de sensibilidades que existe en el partido, además de la exposición a otros elementos externos como la propia influencia que llegue desde Madrid o el acercamiento de la cita electoral con el debate sobre las posibles alianzas electorales. Todo ello sin olvidar el comienzo inminente de la negociación presupuestaria donde Podemos, en su papel de aliado externo, debe de tratar de influir e imprimir su sello en las cuentas del Botánic.
En cuanto a Compromís, sin procesos internos a la vista, deberá en este inicio lograr defender la gestión en las áreas del Consell que controla. Internamente, tal y como corresponde a su naturaleza, la coalición también tiene por delante algunos retos como la cuestión de integración de los adheridos -Gent de Compromís- y, posiblemente en breve, el inicio de las conversaciones sobre las futuras primarias -el reglamento anterior tardó un año en acordarse- que diriman las candidaturas electorales de 2019, un debate que, de abrirse, podría traer a la luz de nuevo el debate sobre un posible acuerdo preelectoral con Podemos. También en la agenda, esta fuerza política tiene en el alero las discrepancias con Verds-Equo, parte de Compromís, dentro de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.