VALÈNCIA. Hace quince meses este diario informaba de la cara social de una sicav innovadora y valenciana (DP Ética Valor Compartido) lanzada por la EAFI local Ética Patrimonios y Degroof Petercam, entidad belga especializada en banca privada con oficina en València. Un vehículo financiero que invierte bajo criterios socialmente responsables y apto para cualquier bolsillo, cuya parte de los beneficios de gestión se destina a la Fundación Socialnest, una comunidad que ayuda a crear impacto social a través del apoyo a empresas sociales.
Pues bien la sicav valenciana DP Ética Valor Compartido, que en su primer año de vida ya ofrecía una rentabilidad del 2%, ha cumplido su promesa y ha entregado, tal y como se aprecia en la foto adjunta, 7.732,29 euros a la fundación dirigida por Margarita Albors. "Para nosotros recibir este apoyo económico es, sin duda, muy importante para seguir desarrollando nuestra labor de apoyo a emprendedores de impacto social. Por ello estamos muy agradecidos a Ética y Degroof Petercam por su sensibilidad hacia este ámbito. A su vez, también estamos muy contentos de participar porque creemos en el valor diferencial de este instrumento financiero y nos encanta que demuestre que se puede obtener rentabilidad de algo que a su vez tiene impacto social", reconoce Albors a este diario.
Y no le falta razón en estos tiempos donde todavía se sigue echando de menos una mayor cultura empresarial socialmente responsable. A su juicio, "hablar de negocios responsables y de gestión responsable es hablar de cómo la empresa hace las cosas para aportar valor a otros y en consecuencia a ella misma en sus tres dimensiones: financiera, social y medioambiental. Toda organización, y por tanto también las empresas tienen un impacto sobre otros, los llamados grupos de interés: empleados, proveedores, el entorno o comunidad donde opera, los accionistas, el medioambiente…; escuchar a estos stakeholders, conocer el impacto sobre ellos y cómo hacer para que el valor hacia ellos sea más positivo es la base sobre la que operar, siempre con el fin de ser mejor empresa en los tres ámbitos mencionados", añade.
Por su parte, Fernando Ibáñez, fundador y director general de Ética Patrimonios EAFI, no duda en calificar de muy positivo el balance desde el lanzamiento de DP Ética Valor Compartido "teniendo en cuenta que la sicav acaba de cumplir un año y se han cumplido nuestros objetivos fundacionales, es decir, que sea un producto seguro, rentable y líquido. Y, por otro lado, que lo hayamos hecho exclusivamente invirtiendo en activos y en vehículos de inversión que cumplen los criterios socialmente responsables que habíamos marcado".
Además, tal y como reconoce ante Valencia Plaza, se han cumplido las expectativas marcadas -y no solo de rentabilidad- sino también que "el vehículo invirtiera en los activos de ISR de una manera diversificada para controlar el riesgo". Una vez cumplido el año de arranque se han fijado la próxima meta en alcanzar los 500 partícipes y que "realmente este producto se ubique dentro de las carteras de los inversores que están buscando rentabilidad económica e impacto social".
De cara a todos aquellos que todavía no conozcan esta alternativa de inversión con fines éticos y solidarios, Ibáñez manifiesta que "nuestra sicav lo que demuestra es que se puede obtener una rentabilidad suficiente con un riesgo controlado, con liquidez, a través de un vehículo regulado y sobre todo invirtiendo en empresas y en activos que cuidan el medio ambiente, que tienen un impacto social positivo, así como en empresas que controlan el riesgo a través de una gobernanza muy desarrollada. De este modo, aparte de las otras alternativas que existen, no tienen por qué sacrificar rentabilidad y liquidez por ayudar a que el planeta y la sociedad se desarrolle de manera positiva".
Joaquín Iborra, responsable de Degroof Petercam en la 'city' valenciana, también se muestra muy satisfecho por los resultados conseguidos "demostrando que es posible combinar la rentabilidad con el impacto social y, además, hacerlo con un perfil de riesgo bajo". Su recomendación es la de mantener la inversión al menos 3-5 años "porque está demostrado que la inversión en valores sostenibles tiene un mejor comportamiento en el medio/largo plazo en comparación con la inversión tradicional". A dos o tres años vista, el objetivo de rentabilidad que fija este financiero comprende entre el 2% y 4%, mientras que a largo plazo busca alcanzar el 5% anual.
Ofrecer a cualquier bolsillo esta sicav que invierte bajo criterios de ISR es un hecho a tener muy en cuenta, dado que "estos productos suelen estar destinados principalmente a clientes institucionales", recuerda Iborra. Además, a diferencia de otros productos de ISR que se limitan a excluir la inversión en determinados sectores (industria armamentística, tabaco, bebidas alcohólicas...), "en DP Ética Valor Compartido seleccionamos sólo aquellos fondos y empresas que sigan nuestra estrategia de integrar la rentabilidad a largo plazo con el impacto social positivo. Otro rasgo que diferencia esta sicav es que seguimos una política de inversión conservadora con control estricto del riesgo y la volatilidad".