la elección mayoritaria de az ACELERA el ritmo general aunque complica a los mayores de 60

La segunda dosis a 196.000 docentes, policías y otros grupos esenciales trastoca la planificación

11/06/2021 - 

VALÈNCIA. El proceso de vacunación en la Comunitat Valenciana atraviesa una fase crucial de cara al objetivo de lograr la inmunidad de grupo antes de entrar en las vacaciones estivales. Uno de los retos de la Conselleria de Sanidad es mantener el ritmo con los grupos etarios marcados desde el ministerio -se ha comenzado estos días con la franja de entre 40 y 49 años- pero, al mismo tiempo, cumplir con la segunda dosis de las edades precedentes y también con los grupos esenciales que recibieron el primer pinchazo de AstraZeneca entre marzo y abril.

Este es, precisamente, uno de los trances más complicado para el departamento que dirige la socialista Ana Barceló. El solapamiento entre los mayores de 60 años que deben recibir la segunda dosis de AstraZeneca y los menores de esta edad, unas 196.000 personas, a los que ahora les toca la administración de la dosis que completa la pauta.

Ahora bien, tal y como se ha informado reiteradamente, los menores de 60 años que recibieron AstraZeneca deben asumir, si siguen la recomendación del ministerio, que el segundo pinchazo será de Pfizer salvo que transmitan por los canales que indica la Generalitat su preferencia por repetir con la marca inicial. En la primera tanda de 40.000 personas de estos grupos esenciales (personal sanitario, grandes dependientes, farmacéuticos, policías, bomberos...), la decisión mayoritaria se inclinó por la vacuna de Oxford: un 76% se inclinó por AZ mientras un 24% prefirió Pfizer, algo que permite mejorar el ritmo en los grupos etarios a los que debe aplicarse esta última.

En estos días, son otros 40.000 docentes y personal de centros educativos los que deben transmitir a la conselleria cómo desean finalizar la pauta, dado que el próximo 21 de junio comenzará la vacunación de este colectivo. Según fuentes del Gobierno valenciano, está previsto que se convoque a unas 130.000 personas de este grupo esencial entre esa fecha y el 12 de julio, a razón de algo más de 40.000 a la semana, con la correspondiente consulta previa sobre la preferencia entre Pfizer y AstraZeneca.

Una situación que añade complejidad logística a la organización del proceso. Esta semana la conselleria comunicó que pondría en total 43.516 dosis de AstraZeneca, en su mayoría -aunque no concretó el dato- destinadas a segunda dosis de menores de 60 años. Al mismo tiempo, se ha comenzado a remitir desde Sanidad mensajes para retrasar la cita a mayores de esta edad a los que le correspondía recibir estos días la segunda dosis de esta marca, que se viene administrando diez semanas después de la primera.

 

Desde la conselleria aseguran que simplemente se retrasa a ese grupo de edad la segunda dosis como mucho dos semanas, dado que el tope está marcado para este colectivo en 12 semanas de espera, mientras que a los menores de 60 años se les va a hacer esperar hasta 16. Ahora bien, estos mensajes de suspenso de cita también han sido recibidos por mayores de 60 años que tenían fecha para finales de junio. Fuentes de la conselleria señalan que, en muchos casos, estas anulaciones se deben a que pueden producirse cambios en la localización de la vacuna o, simplemente, una reorganización global a la hora de destinar los recursos. En esta línea, subrayan, no solo es una cuestión de disponibilidad de dosis, sino también de recursos humanos para poder inocular los compuestos.

Otras fuentes del departamento de Barceló, no cierran la puerta a que, en algunos casos, los mayores de 60 años deban esperar más de lo previsto y superar el tope que a priori se había situado en 12 semanas e incluso alcanzar las 16. Unas cuentas que deberán, en muchos casos, ir reformulándose sobre la marcha dado que ni siquiera se conoce cuántas vacunas de AstraZeneca serán necesarias dado que los grupos de docentes -de 40.000 en 40.000- irán decidiendo previamente si optan por Pfizer o por AZ antes de que les toque su turno y, aunque desde la Generalitat se augura que la inclinación será por la segunda, resulta imposible realizar cálculos exactos hasta conocer eso datos.

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