VALÈNCIA. A pesar de que la mayoría de las cajas rurales españolas redujeron su beneficio a lo largo del pasado año -en la Comunitat Valenciana solo cinco lo mejoraron como publicó este diario-, lograron crecer a doble dígito en activos, créditos y depósitos. Así lo ha constatado Castellón Plaza de la base de datos pública de la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc).
La patronal presidida por Manuel Ruiz Escudero, que ocupa el mismo cargo en Caja Rural Central de Orihuela, recoge que los activos totales medios (ATM) se incrementaron un 15,69% en 2020 tras totalizar 123.983 millones de euros de los cuales el 74,17% correspondían a las entidades asociadas a la Unacc. O lo que es lo mismo: 16.818 millones más respecto a los 107.165 millones que tenían a buen recaudo el último día de 2019.
En lo que a créditos se refiere, las cooperativas de crédito nacionales elevaron el volumen un 10,34%, al pasar de los 61.953 millones de euros hasta los 68.360 millones, es decir, 6.407 millones más. Aquí la Unacc tiene un peso del 70,53%.
En el otro lado de la balanza, el de los depósitos, el incremento fue del 11,62% para despedir 2020 en los 95.065 millones de euros frente a los 85.171 millones del ejercicio precedente. En términos absolutos el repunte fue de 9.894 millones de euros; mientras que las cajas rurales de la Unacc concentraron el 72,08% de tal epígrafe.
A 31 de diciembre pasado, los fondos propios de las cooperativas de crédito asociadas a la Unacc eran de 8.893 millones de euros. La mayor partida, concretamente 5.533 milones, correspondían a reservas, mientras que 2.907 millones a capital.