VALÈNCIA. La recuperación económica se sirve en bandeja, al menos para el take away de comida japonesa Kento. Y es que, la cadena valenciana afronta con un sprint el último tramo de 2021, que le llevará a duplicar su red de locales a final de año con el objetivo de sumar diez nuevas aperturas antes de entrar en 2022.
En esta expansión, la compañía dirigida por Eduardo Hijkema sale definitivamente de la ciudad de València para abordar el área metropolitana, donde hizo su primera incursión en el mes de octubre con la inauguración en Torrent. Ahora, ya tienen en marcha aperturas en Godella, Puerto de Sagunto y L'Eliana. "Con estos nuevos locales cubrimos el 80% de Valencia a nivel de delivery", explica Hijkema.
Mientras, el siguiente salto es a Alicante, donde preparan su aterrizaje tanto en la ciudad como en San Vicente del Raspeig y Elche para, próximamente, llegar a Murcia. La compañía, que tiene seis locales en obras en la actualidad, los abrirá de forma escalonada entre julio, agosto y septiembre. En el caso de Murcia, también espera desembarcar en Molina del Segura y Cartagena.
"Estamos literalmente duplicando Kento", explica. Y es que, a día de hoy, la cadena tiene dos locales en la Calle San Vicente de València, otros dos en Gran Vía y Pérez Bayer y al que suman la reciente apertura en Mercabanyal, además del ubicado en Torrent y un córner en la compañía valenciana Sothis. La oferta se basa en productos como los niguiris, makis, donburis, yakisoba o bentos, además de ensaladas o sopas. Todo elaboraciones take away.
Según señala Hijkema, Kento ha salido reforzada de la pandemia. "Hemos cambiado", reconoce. Y es que, han redimensionado su estructura y la carta para poder tener un funcionamiento más ágil. "Hemos reducido nuestra carta de 50 referencias a 25. Tuvimos que reducir el equipo de 50 personas a 25 y antes abríamos de 11 a 11 y ahora abrimos en los horarios en los que más vendemos", señala. "La pandemia nos forzó a ser lo más eficientes posible".
Tras salir de la pandemia, la compañía volvía a niveles de facturación previos pero con la mitad de personal, la mitad de cartas y con menos horas de trabajo. "De repente éramos el doble de eficientes, rápidos y productivos y eso nos ha cambiado. Entramos con mucho peso y ahora vamos muy ligeros", reconoce.
Además, la rápida expansión tiene un motivo, y es el fácil acceso a bajos que han quedado libres y a un precio asequible a causa de los cierres por la pandemia. "Es un momento que en 20 años no se ha dado y esto nos ha permitido encontrar ofertas a precios competitivos", señala. "Ese es el motivo por el que nos hemos tenido que dar un poco de prisa y estamos creando un equipo de expansión".
Por lo pronto, la compañía no tiene entre sus planes la búsqueda de inversores para afrontar esta nueva etapa, aunque sí cuenta entre su accionariado con Angels, el brazo inversor de Juan Roig. Sin embargo, sí señala el apoyo que están recibiendo por parte de Uber Eats tanto por sus mapas de calor como a nivel económico al ver que durante la pandemia se multiplicaron sus ventas por diez.
Actualmente, la compañía cuenta con unas ventas un 20% superiores a la cifra prepandemia y, ahora, se disponen a abrir todos los Kento que consideren posibles en Alicante para después replicar la estrategia en Murcia y en tercer lugar dar el salto a Zaragoza y Tarragona.
En todo caso, su plan es no pisar Madrid y Barcelona hasta el final de su expansión, al ser ciudades con mucha mayor oferta, competencia y menor visibilidad. "Se trata de abrir en provincias periféricas para que, cuando lleguemos a Madrid, lo podamos hacer eligiendo el mejor local, con el mejor colchón y sin prisas", concluye.