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TENDENCIAS ESCÉNICAS

La rebeldía en tres actos de ser hoy mujer

Marina Mascarell estrena en el Teatre El Musical su exploración coreográfica de la desigualdad de género, Three Times Rebel

21/03/2018 - 

VALÈNCIA. “Al azar agradezco tres dones: haber nacido mujer, de clase baja y nación oprimida. Y el turbio azur de ser tres veces rebelde”. Los versos del poema Divisa, de Maria Mercè Marçal, han servido de inspiración a una pieza de danza sobre la desigualdad de género de una de las más prometedoras coreógrafas españolas de la actualidad, Marina Mascarell. La creadora de Oliva ha hecho carne las palabras de la escritora y activista feminista catalana en Three Times Rebel. Así como extractos de la obra de Sylvia Plath, Virginia Woolf y Clarice Lispector.

Su propuesta está programada en València en una cita única, este próximo 24 de marzo, en el Teatre El Musical.

La coreografía indaga en todas las aristas de ser mujer hoy día: el mito de la belleza, el rol de la musa y el artista, la construcción cultural, la herencia, el capitalismo y la violencia simbólica.

Mascarell dedicó un año y medio al estudio en profundidad de la disparidad en los derechos de hombres y mujeres. Solicitó bibliografía a Laura Freixas, fundadora y presidenta de honor de la asociación para la igualdad de género en la cultura Clásicas y Modernas, y realizó un curso en Madrid de Teoría del feminismo con la periodista y doctora en Ciencias Jurídicas y Sociales Nuria Varela, autora del ensayo Feminismo para principiantes (Ediciones B, 2005).

Porno por amor

En su proceso de documentación, entrevistó a expertos, pero también a adolescentes, porque le entristeció saber que la violencia contra la mujer está subiendo en la generación más joven. “En general tienen una visión muy estereotipada del otro sexo. Hay poca reconciliación entre chicos y chicas, se ven como extraterrestres”, lamenta la coreógrafa.

A este respecto, también le interesó el influjo de la industria pornográfica: “Tiene una repercusión brutal en los adolescentes. En el 50% del cine porno hay violencia explícita contra las mujeres, así que ellos y ellas piensan que el amor es eso. Los programas de educación sexual están fallando mucho”.

Para completar su investigación recurrió a la literatura, al cine y a exposiciones. Entre los hallazgos que más han dejado poso en su coreografía están la obra de la fotógrafa estadounidense Francesca Woodman, que denunció en sus retratos en blanco y negro la situación de la mujer en los años setenta, y la película documental Hot Girls Wanted (Jill Bauer y Ronna Gradus, 2015) sobre varias actrices porno de 18 y 19 años.

Orlando baila

Trasladar todo ese acopio teórico y artístico a los lenguajes del movimiento le resultó más sencillo de lo que en un principio temió, porque, al fin y al cabo, sus pesquisas hablan del cuerpo de la mujer y el baile se ejecuta con esta misma herramienta. En concreto, en Three Times Rebel, en los cuerpos de cuatro bailarinas y de un bailarín, Nina Botkay, Maud de la Purification, Filippo Domini, Eli Cohen y Chen-Wei Lee.

La coreógrafa valenciana ha llegado a decir de Filippo que es el perfecto Orlando: “Independientemente de que sea un bailarín extraordinario, me gusta mucho su ambigüedad, porque una persona tan equívoca sobre el escenario te hace cuestionarte la construcción cultural del género”.

En la pieza todos son todo, opresor y oprimida. No hay diferencias. A Marina no le interesaba identificar a su bailarín con la figura del hombre. Y además, existe una dualidad al representar las situaciones. “Hay mucho cuidado y cariño entre ellos a la hora de gestualizar la situación de la mujer”.

En el pasado, Marina, que se encuentra afincada en Holanda, ha coreografiado para la Ópera de Goteborg, el Dance Forum Taipei, el SKanes Dansteater de Malmö y la Ópera de Lyon. La diferencia entre estos trabajos por encargo y los de corte personal residen en los tiempos del proceso creativo y en la idiosincrasia de los bailarines. “Es gente con mucha más personalidad y capas que los que trabajan en una compañía, que al tener que acoplarse a trabajos muy diferentes, no pueden ser muy específicos”.

En la puesta en escena hay una intérprete más, Yamila Ríos, que traduce en directo a chelo y a música electrónica las ideas e imágenes visuales de Mascarell.

Tubos que son refugios y cuerdas de saltar

La escenografía de Three Times Rebel se resuelve con tres estructuras conformadas por tubos metálicos de fibra de carbono de dos metros, como los que se utilizan para las cometas. Los bailarines los manipulan para construir separadores, refugios, fugas e incluso como cuerdas de saltar. La brillante idea es obra de la artista visual y arquitecta Ludmila Rodrigues.

“Siempre evito los decorados realistas, para eso ya está el cine. Me gusta, en cambio, explorar un objeto, llevarlo al máximo y que nos haga imaginar”, explica la coreógrafa.

La fisicidad de la pieza se completa con el recitado de palabras de fuerte significado, que ayudan a amplificar y a concretar ciertos aspectos del discurso. Marina se sirve tanto de fragmentos de la obra de escritoras, como de frases históricas, ya sea el “Grab them by the pussy (agarrarlas por el coño)”, proferido por Donald Trump durante una aparición en 2005 en el espacio televisivo Access Hollywood, o un pequeño texto de una revista Playboy de 1956, que hace referencia a la relación del cuerpo con el capitalismo.

La propuesta de Marina Mascarell se programa cuando todavía resuenan los ecos de la multitudinaria y significativa manifestación del último Día Internacional de la Mujer. La coreógrafa considera que la celebración del 8 de marzo es importante, “porque es una manera de visualizar que hay mucho trabajo que hacer y dirige el foco de atención sobre la situación de la mujer. Estamos dejando de normalizar la violencia poco a poco y ha sido producto de un trabajo arduo del feminismo nacional e internacional”.

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