La divisa inglesa se hunde ante la ausencia de progreso en las negociaciones sobre la 'desconexión' del Reino Unido de la Unión Europea (UE)
MADRID. Los débiles datos económicos de EE UU, en particular unas ventas minoristas sorprendentemente negativas, no hicieron mella en el sentimiento ante el riesgo ya que el mercado de valores terminó la semana, en general, al alza. En este entorno, el dólar tuvo un buen desempeño ya que algunas de las monedas de mercados emergentes cayeron bruscamente.
La declaración de Trump, al menos, eliminó la posibilidad de otro cierre del Gobierno Federal y los mercados decidieron centrarse en lo positivo. En contraste, el miembro de la junta ejecutiva del BCE, Benoit Coeuré, afirmó que el banco central está preocupado por la desaceleración económica y la falta de presiones inflacionarias en la zona euro y sugirió que se estaba considerando otra ronda de préstamos a largo plazo para los bancos.
Esta semana el índice PMI de actividad comercial manufacturera de la Eurozona centrará la atención. Esperamos un rebote importante desde los recientes niveles bajos. Sin embargo, otra decepción en los datos nos llevaría a revisar la creencia de que la desaceleración de la zona euro es temporal lo que tendría un impacto en nuestras previsiones del cruce euro/dólar.
La semana pasada vimos más debilidad en la zona euro, con otra sorpresa a la baja en la producción industrial durante diciembre y con el crecimiento del PIB para la zona euro en el último trimestre de 2018 mostrando un aumento del 0,8% en términos anualizados. Esta semana esperamos algo de claridad en el índice manufacturero de febrero que se conocerá el jueves. Éste es, quizás, el indicador más avanzado del estado de la economía de la zona euro. Cualquier falta de recuperación desde los niveles de enero sería una seria decepción.
Ninguna noticia ha constituido claramente una mala noticia para la libra en las últimas semanas. La ausencia de progreso en las negociaciones del Brexit se suma a la penumbra de la libra que, nuevamente, tuvo el peor desempeño entre las monedas del G10. A medida que nos acercamos a la fecha límite del 29 de marzo, lo máximo que esperamos de esta semana es la confirmación de la fecha para la segunda votación del acuerdo de Brexit por parte del Parlamento..
Las noticias económicas de Estados Unidos fueron mixtas la semana pasada. Los fuertes datos de inflación subyacente se vieron compensados por una sorprendente sorpresa negativa en el número de ventas minoristas de diciembre que bajó un 1,2% en solo un mes. Dada la volatilidad tradicional en esta cifra y las interrupciones en la recopilación de datos debido al cierre del Gobierno, vamos a esperar, al menos, hasta la próxima publicación el mes que viene antes de sacar conclusiones. El resto de indicadores en EE UU muestran un crecimiento constante aunque moderado y el cambio en los tipos de la Reserva Federal ha aliviado las condiciones financieras, por lo que seguimos viendo un telón de fondo caracterizado por un crecimiento moderado combinado con tipos bajos en EE UU. Esto debería ser bastante favorable para las monedas de mercados emergentes.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Los gilts (bonos británicos) y la libra esterlina han estado bajo una intensa presión de venta, tal y como explica el experto