Íñigo Errejón y Pablo Iglesias dialogan en el Congreso. EFEVALENCIA. La elección en Podemos para elegir el sistema de votación que se llevará a cabo en la Asamblea Ciudadana Estatal de febrero, el conocido como Vistalegre II, ha dejado consecuencias también en la Comunitat Valenciana. La ajustada victoria de la fórmula respaldada por Pablo Iglesias (41,5%) frente a la de Íñigo Errejón (39,1%) y el nada desdeñable apoyo obtenido por la propuesta de Anticapitalistas (10,5%) dibujan una fotografía compleja de la formación morada en la que se evidencia que las fuerzas se encuentran más equilibradas de lo que muchos esperaban. Todo ello con la participación de casi 100.000 personas.
Así, y aunque no han trascendido los resultados segregados de la Comunitat Valenciana pese a que tanto el secretario autonómico, Antonio Montiel, como el sector crítico los han solicitado, ambas corrientes dan por bueno el balance arrojado y el equilibrio en el pulso estatal.
Por un lado, Montiel y su entorno habían expresado públicamente su respaldo a Errejón firmando el manifiesto 'Recuperar la ilusión', por lo que el resultado de la votación avalada por el número dos de Podemos deja en una posición más que aceptable a la actual dirección valenciana. Aunque no se ha vencido a Iglesias, desde este sector consideran que probablemente en la Comunitat Valenciana se haya impuesto la propuesta 'errejonista'.
No obstante, fuentes del sector crítico con Montiel estiman que el resultado también es bueno para sus intereses. En este sentido, una parte importante de los referentes de esta corriente han jugado un papel en cierta forma independiente respecto al duelo Iglesias-Errejón. Así, tal y como informó este diario, las posiciones fueron diversas ante los dos manifiestos -el 'errejonista' y el de Anticapitalistas- que se pusieron en juego estos días: mientras algunos dirigentes como el diputado César Jiménez optaron por no firmar ninguno de ellos, otros como el senador Ferran Martínez optaron por respaldar tanto el de Errejón como el de Anticapitalistas, y parlamentarios autonómicos como Antonio Estañ, Daniel Geffner o Cristina Cabedo, signaron solo el segundo. Por otro lado, la diputada y ex secretaria de Organización, Sandra Mínguez, una de las caras más conocidas del sector crítico con Montiel, se ha situado en todo el proceso junto al sector de Pablo Iglesias.
Ahora bien, dirigentes de la formación morada pertenecientes al sector crítico resaltaron a este diario que desde la corriente Anticapitalista se integró una de las propuestas valencianas de cara al cónclave que se redactó con la participación de la militancia desde el Cap i Casal y que fue presentado por el secretario general local, Jaime Paulino. Una iniciativa encarada a implantar la obligatoriedad de una cuota territorial en la dirección estatal de Podemos: es decir, que no más del 30% del Consejo Ciudadano Estatal esté compuesto por personas de la misma comunidad autónoma. Una circunstancia que actualmente no se produce, dado que más del 50% del Consejo Ciudadano Estatal está formado por militantes de Madrid.
Esta propuesta, que no fue reconocida en el documento de Iglesias ni de Errejón, sirvió de acicate para que buena parte de los referentes del sector crítico -según aseguraron fuentes de Podemos- se decantaran por respaldar el texto de Anticapitalistas en la votación. Una opción que, además, les permite desmarcarse del igualado pulso entre los dos titanes de la formación morada.
Es por ello que fuentes del sector crítico también consideran positivo el resultado puesto que el no posicionamiento ante los dos bloques les permite "una mayor autonomía para las reivindicaciones valencianas" y la igualdad entre los mismos también favorece que los no alineados sean más respetados porque son necesarios para ambas sensibilidades.
