VALÈNCIA. Cementos Molins, una de las históricas cotizadas del mercado de corros de la Bolsa de Barcelona, informó ayer por la tarde por hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la orden del día de la junta general ordinaria de accionistas, que tendrá ligar el próximo 28 de junio en el Auditorio Cuatrecases Abogados de Madrid. Conviene recordar que fue una de las muchas empresas que cambiaron su domicilio social tras el 1-O en Cataluña.
Pues bien entre los quince puntos de la orden del día sobresalen dos: el cuarto y el octavo, que sin duda es el que esperaban no pocos accionistas. El cuarto se refiere al nombramiento como consejero delegado independiente de Rafael Villaseca Marco, es decir, el que fuera consejero delegado de Gas Natural Fenosa. Villaseca dejó de ser consejero delegado de Gas Natural Fenosa, puesto que ocupaba desde 2004, a principios de febrero de este 2018, cuando Francisco Reynés, hasta entonces vicepresidente y consejero delegado de Abertis, fue nombrado presidente ejecutivo de la gasista. Sin embargo, Villaseca continúa vinculado al grupo energético como presidente de la Fundación Gas Natural Fenosa.
Por su parte, el punto octavo dice textualmente: "Delegación en el consejo de administración para solicitar la admisión a negociación de las sociedad en las Bolsas de Valores de Madrid, Bilbao y Valencia, así como su inclusión en el Sistema de Interconexión Bursátil Español (SIBE)". Para entendernos: el Mercado Continuo. Todo un hito para esta cementera controlada por la familia Molins, que la haría más visible ante los inversores.
Sin embargo, y pese a cotizar en un mercado tan poco conocido para el gran público como es el de los corros, en el capital de Cementos Molins figuran nombres de la talla 'value' (inversión en valor) como azValor, Bestinver y Munda Valor, además de otros accionistas como EDM Gestión, Gesiuris, GVC Gaesco, Mirabaud, March Gestión y Santander Private Banking. Todo un dato a tener en cuenta tratándose de un valor muy poco conocido para el público en general pero no para inversores duchos en la materia.
Basta echar un vistazo al gráfico adjunto para hacerse una idea de la imparable marcha alcista del valor en bolsa, que han llevado a Cementos Molins a capitalizar actualmente por 1.176 millones de euros. O lo que es lo mismo: a valer casi lo mismo que el Grupo Prisa en el Mercado Continuo. Casi nada para este grupo familiar, cuyo 'free float' -acciones que cotizan libremente en bolsa- es inferior al 5%, con casi 90 años de experiencia en la industria cementera.
La junta de accionistas, que se celebrará en el Auditorio de Cuatrecasas de Madrid después de que la compañía trasladara su sede social de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona) a la capital española después del referéndum independentista de Catalunya, también prevé ratificar y reelegir a diversos consejeros. Así, prevé ratificar a Socorro Fernández como consejera independiente y reelegir como consejeros dominicales a Joaquín María Molins Gil, Ana María Molins López-Rodó y Joaquín María Molins López-Rodó, y en calidad de otros externos, a Miguel del Campo Rodríguez.
Por último, la junta también someterá a votación las cuentas anuales correspondientes del ejercicio 2017, que Cementos Molins cerró con un beneficio neto de 89,1 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 39,5% respecto al año anterior, y una cifra de negocios de 645,6 millones, un 15% más. Unos números ascendentes de un grupo que desarrolla su actividad en España, Argentina, Uruguay, México, Bolivia, Colombia, Túnez y Bangladesh. Además del cemento, participa en los negocios del cemento, el hormigón, los áridos, los prefabricados de hormigón, los morteros especiales, los cementos cola y los ecomateriales.