El economista jefe de Saxo Bank apunta que cada vez son más los vientos en contra que tiene que aguantar el 'metal amarillo', que cuenta a favor con la incertidumbre a ambos lados del Atlántico
MADRID. A pesar de ser apoyado por la incertidumbre política, el rally de oro presenciado desde mediados de diciembre está encontrando cada vez más vientos en contra. Los rendimientos de los bonos y el dólar están en una tendencia alcista, mientras que se anuncian casi a diario nuevos máximos en los mercados bursátiles.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, aseguró que más subidas en los tipos de interés serían apropiadas si la economía estadounidense continúa mejorando. Sus comentarios ayudaron a elevar las expectativas de alzas de tasas para marzo del 30 al 34%. Sin embargo, no alteró las proyecciones actuales de tres subidas este año.
En apoyo al oro, seguimos viendo cómo los inversores regresan buscando una protección contra la incertidumbre política en Estados Unidos, pero también en Europa, donde las elecciones clave de este año podrían alterar el panorama político.
Este tira y afloja entre alcistas y bajistas ha visto al oro mantener el soporte en zonas de 1.220 dólares por onza. Los inversores han empezado a expresar un sentimiento aún más positivo hacia el oro. Las razones pueden encontrarse en la capacidad del oro para actuar como cobertura de los eventos de riesgo que existen actualmente.
Un importante aumento de los precios de los productores chinos ha coincidido con un fuerte repunte de la inflación en la zona euro. Tanto que el BCE debería poder decir que es "cómplice de la misión" cuando el IPC alcance el 2%. Una vez que ocurra, podemos comenzar a ver una especulación creciente sobre cuándo el banco comenzará a normalizar las tasas.
El aumento de la inflación es favorable al oro y, además, la posible normalización de los tipos por parte del BCE podría hacer que el euro recupere algo de fuerza de apoyo frente al dólar.
Una ruptura por debajo de los 1.220 dólares por onza podría ver al oro enfrentar el soporte de 1.205 dólares por onza. Una ruptura por debajo de este nivel sería la primera señal de que el rally que comenzó a mediados de diciembre está en problemas. Mientras tanto, la resistencia se mantiene en zonas de 1.149 dólares, que en caso de romper al alza, veríamos una extensión hacia niveles de 1.280 dólares.
Steen Jakobsen es economista jefe de Saxo Bank