El responsable de análisis del Mercado de Ebury apunta por el mantenimiento de los tipos en la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de este jueves
MADRID. La incesante subida del euro frente a casi cualquier otra divisa importante se detuvo finalmente la semana pasada. En preparación para la reunión de esta semana, algunos funcionarios del BCE filtraron su infelicidad con el ritmo de la apreciación, la cual ha llevado a la moneda común a máximos de tres años en términos ponderados del mercado.
Estos informes derribaron al euro de los máximos alcanzados el martes pasado por encima del nivel psicológico de 1,20 euros/dólar. El débil dato del mercado de trabajo de Estados Unidos no fue suficiente para detener la venta y la moneda común terminó la semana cerca de un 1,5% por debajo de sus niveles alcanzados en términos ponderados del mercado.
La libra fue el mayor beneficiario de esta movimiento contra tendencia, impulsada por la debilidad del euro y los fuertes datos manufactureros en Reino Unido.
El mercado de divisas estará pues dominado esta semana por el evento clave del jueves: la reunión del BCE. La mayoría de analistas ahora esperan que la decisión de extender la compra de deuda (QE) pero a un ritmo reducido sea aplazada hasta octubre o diciembre, ya que podría presionar al euro a la baja.
Los datos de inflación de la Eurozona confirman nuestra opinión de que la fortaleza económica esta ejerciendo poca presión al alza sobre la inflación, que sigue muy por debajo de las previsiones del BCE y del objetivo de 'cerca pero por debajo del 2%'. El consenso para la reunión clave del BCE esta semana es, en su mayoría, descartar un anuncio de disminución. En realidad, fuentes del BCE indicaron que esto se retrasará a diciembre en lugar de octubre.
No obstante, las discusiones clave del jueves serán en torno a las proyecciones para la inflación y, en este sentido, esperamos ver una revisión significativa a la baja de las previsiones de inflación del BCE, las cuales, probablemente, sean explícitamente imputadas a la fortaleza de la moneda tanto en el informe como en la rueda de prensa del presidente Draghi. Los riesgos para el euro en torno a esta reunión están, en nuestra opinión, sesgados a la baja.
No hubo mejoras en el flujo de noticias sobre las negociaciones del Brexit. Sin embargo, los niveles actuales de la libra, a mínimos de todos los tiempos en términos ponderados del mercado, están fijando el precio cerca al peor de todos los escenarios. Los mercados parecieron estar de acuerdo en que el movimiento era excesivo.
Un dato manufacturero positivo junto con las preocupaciones por el informes de BCE sobre la fortaleza del euro fueron suficientes para empujar a la libra a su mejor comportamiento semanal en meses.
La debilidad de los últimos datos sobre nóminas dará cierta munición a aquellos que desean retrasar los aumentos hasta 2018. El dato de creación neta de trabajo en EE UU estuvo por debajo de las expectativas aunque a un ritmo todavía sano de 156.000 por mes.
Otros datos estuvieron también por debajo de lo esperado como el crecimiento de salarios por hora (2,5%) y el desempleo (hasta un 4,4%). Sin embargo, los mercados de divisas ignoraron en gran medida estos datos y prestaron mas atención a los movimientos hacia adelante en los recortes de impuestos así como a la preocupación del BCE sobre la fortaleza del euro.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia