VALÈNCIA. El 28 de abril cambió la legislatura, pero no las prácticas en Les Corts Valencianes. A lo largo del pasado mandato se cuestionó en numerosas ocasiones la gran cantidad de iniciativas parlamentarias que los partidos registraban, muchas de ellas, preguntas genéricas formato copy-paste. Es decir, cuestiones remitidas al Consell sobre una materia concreta aplicada a todos los municipios de la Comunidad Valenciana. ¿Resultado? "Inversión del primer trimestre en infraestructuras en..." multiplicado por las 542 localidades que tiene la autonomía. En el entrecomillado podía añadirse cualquier otra pregunta; "Estado de la ejecución del presupuesto por el programa de Asistencia Sanitaria...", por ejemplo.
Cabe apuntar que al principio, las fuerzas políticas que integran el Botànic defendían la mayor participación que había ganado el Parlamento valenciano, pues "antes el PP lo vetaba todo". Se quiso reforzar tanto este aspecto, que incluso se batieron récords: con Enric Morera presidiendo Les Corts se aprobaron más declaraciones institucionales que en dos legislaturas enteras. Con la maquinaria ya más rodada y los partidos emergentes en la cámara adaptados al ritmo parlamentario, las críticas de los tradicionales se centraron entonces en el carácter con el que eran registradas las iniciativas -en 2015 y 2016 casi todas las propuestas fueron presentadas con carácter urgente, cuando no todas lo eran-. Más tarde, los juicios se concentraron en las avalanchas de proposiciones o preguntas que algunos diputados hacían en una única jornada.
Una práctica que ahora no parece que vaya a cambiar de forma abrupta a juzgar por los pasos que han dado los partidos de la oposición en los primeros dos meses de la X legislatura. En menos de un trimestre -comenzaron a realizarse registros a partir del 20 de mayo-, PP, Ciudadanos y Vox han registrado 2.911 iniciativas: desde Proposiciones No de Ley, hasta preguntas escritas, pasando por solicitudes de documentación y comparecencias.
Así, el que encabeza esta clasificación de peticiones es el Partido Popular de Isabel Bonig, que ha registrado un total de 1.691 iniciativas. Una cifra difícil de seguir de cerca, pues el siguiente en la lista es Vox, que recién llegado al Parlamento valenciano ha presentado 777 solicitudes en el registro, poco más de la mitad que los populares. En tercer lugar se encuentra, Ciudadanos con 443 iniciativas.
Entre todos los textos registrados se puede comprobar distintas demandas referidas a lo mismo: cantidad de usuarios atendidos en la oficina de Labora en distintos municipios; contrataciones en la empresa privada, administración pública y organismos dependientes de la administración pública en cada ayuntamiento (Bañeres, Benidoleig, Benejúzar... y así hasta 528 veces está registrada la pregunta, hay 14 municipios por los que no ha preguntado la diputada, en este caso, de Vox); medidas para combatir mosca negra y mosquito tigre en todas las localidades; u obras realizadas en distintos barrios de cada provincia, son algunos ejemplos.
La distancia con los partidos del Botànic es vasta, ya que si se sumaran las que han presentado Compromís (43), PSPV (25) y Unides Podem (18) no se llegaría a alcanzar ni una cuarta parte de las que ha registrado el partido naranja que dirige Toni Cantó en la Comunidad Valenciana.
En este punto, conviene apuntar que en la última Junta de Síndics se acordó que el calendario parlamentario comenzaría en septiembre con las comparecencias de los consellers del Botànic II, pero no se realizarían plenos ordinarios en la cámara en los meses de junio y julio como se había hecho en los años anteriores (siempre en años no electorales). Una decisión que molestó al bloque de derechas, que denunció que socialistas, valencianistas y morados no les "dejaban trabajar" y ejercer su labor de oposición.
Con la nueva legislatura vuelve a surgir el debate de si "más" es sinónimo de "mejor" oposición, o si un dossier abultado favorece la calidad del debate parlamentario. Durante los cuatro años anteriores, se vivió una suerte de "competición" entre algunos representantes de los partidos por ver quién encabezaba el ránking de diputado más activo.
Pero cuando se bajaba a la letra pequeña, se apreciaba la 'trampa' no regulada en el Reglamento de Les Corts de preguntar varias veces por lo mismo, en lugar de agrupar las cuestiones referidas a la misma materia en una única iniciativa para que fuera de mayor utilidad y tampoco colapsara el trabajo de los funcionarios.
A modo de ejemplo, se llegó a preguntar hasta 24 veces cuál era la tasa de mortalidad por cáncer en todos los departamentos de salud de la Comunidad Valenciana (Dènia, Gandía, La Ribera, La Fe...) y, para dificultar aún más la respuesta, se pedía que los resultados se desglosaran por sexo, edad y por cada 100.000 habitantes.