VALÈNCIA. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, encarnó este viernes el enfado y la indignación de todo el Gobierno valenciano ante la decisión del Ministerio de Sanidad de que el 70% de los valencianos se mantengan en la llamada Fase cero del desconfinamiento.
En una tensa declaración institucional, la responsable autonómica manifestó de forma clara y abrupta su disconformidad con la decisión del Gobierno de España cuestionando su objetividad y deslizando abiertamente que habría motivos políticos para dejar fuera a la Comunitat Valenciana. "Estamos mucho mejor que otras autonomías que sí han pasado", llegó a decir la consellera.
De esta manera, Barceló se convirtió en portavoz improvisada para ejecutar una dura crítica contra los que son sus compañeros de partido (PSOE) en el Gobierno central. Un ataque que daba voz al monumental enfado existente en Presidencia de la Generalitat ante el revés social y económico sufrido. Más aún cuando las expectativas creadas, en base a los datos sanitarios y logísticos aportados, habían conducido al jefe del Consell, Ximo Puig, y a la propia Barceló, a un discurso confiado en los últimos días de cara a que todo el territorio pasara a la Fase 1.
"La Conselleria de sanidad no comparte la decisión adoptada por el Ministerio de Sanidad", manifestó la consellera al inicio de su comparecencia tras conocer que tan solo diez departamentos de salud de los 24 en los que se divide la Comunitat Valenciana pasan a la Fase 1. "El ministerio nos dijo que teníamos matrícula de honor", aseguró Barceló refiriéndose a la reunión en la que transmitieron los datos.
En esta línea, puso sobre la mesa criterios objetivos como el índice de casos acumulados en los últimos 14 días, señalando que la Comunitat Valenciana está entre las seis comunidades con una incidencia menor por 100.000 habitantes, concretamente en 13,6, mientras comunidades que han pasado en su totalidad se encuentran entre un 40 y un 63 de incidencia por cada 100.000 habitantes. Una referencia velada a autonomías como, entre otras el País Vasco, que en este punto ofrece peores datos que la Comunitat pero cuyo partido gobernante, el PNV, resultó clave esta semana para que Pedro Sánchez pudiera aprobar la prórroga del decreto de alarma.
Estos argumentos y otros similares, como la mala situación de Madrid y Cataluña, contribuían a la percepción desde el Gobierno valenciano a que las causas del revés reside más en cuestiones político-estratégicas que en datos puramente sanitarios. Así, algunos altos cargos ya apuntaban el jueves su temor a cómo afectaría que Madrid, pese a su intentona, no pasara de fase, sumándose así a Barcelona que ya se había autodescartado. Nadie se atrevía a afirmarlo, si bien más de uno admitía que ese factor no había "ayudado", dado que ponía en el punto de mira a las zonas con mayor densidad de población como Valencia y Alicante.
Otro de los criterios era el número de reproducción en función del tiempo. "Se establecía en un número absulto de 1 y la Comunitat Valenciana está en el 0,66%, muy por debajo de lo marcado por el ministerio", ha reprochado. "Hemos hecho un esfuerzo enorme y eso lo pueden ver y comprobar en nuestro propio informe. No entendemos porque no podemos pasar en la fase 1 estando en mejores condiciones que otras comunidades autónomas", ha insistido y ha pedido al ministro que ponga sobre la mesa los criterios objetivos.