MADRID. No le está sentando bien a Mediaset el presente ejercicio donde acumula una caída del 29,03% hasta el pasado 11 de septiembre tras haberse dejado en el pasado año 2017 un 12,55% adicional. La irrupción de las nuevas plataformas televisivas ofrecen una cantidad de contenidos cada vez mayor, que compiten por hacerse con una cuota del mercado publicitario.
Esto es lo que parece venir reflejando la cotización de Mediaset España desde que alcanzase su máximo de los últimos 10 años el pasado mes de mayo de 2017. Desde entonces el valor iniciaba una corrección a toda su tendencia alcista previa, la cual se desarrollaba entre los años 2012 y 2017. Durante este proceso correctivo no se aprecia ninguna reacción al alza relevante (superación de máximos relativos anteriores) que pudiera hacer pensar que el movimiento correctivo ha finalizado.
Además, en todo el movimiento de caída el precio ha ido perdiendo los niveles de retroceso de Fibonacci más relevante, es decir, el 38,2% de retroceso que se correspondía con los 8,31€ euros y el nivel del 50% que se correspondía con los 7,25 euros. A partir de aquí aparece el 61,8% como último nivel de soporte relevante en el que el precio puede encontrar apoyo, y que de no funcionar, podría motivar que el precio fuese a buscar el origen del movimiento al alza.
El nivel del 61,8% se corresponde con el nivel de los 6,19 euros y, tal y como se puede apreciar en el primer chart, se encuentra muy próximo al nivel que servía de soporte al valor en la segunda mitad del pasado año 2013 y a los mínimos vistos en el ejercicio 2014. Esta zona, próxima a los 6 euros, por corresponderse con un nivel de Fibonacci relevante y por haber actuado con efectividad como soporte en dos ocasiones anteriores, en el largo plazo, se constituye como el soporte más relevante para el valor.
En el segundo chart observamos como recientemente el valor ha reaccionado al alza tras alcanzar los 6 euros, aupado también por los rumores (posteriormente desmentidos) que apuntaban a que la matriz italiana podría hacerse con el 100% de la española.
En el máximo apogeo de esta reacción alcista que tuvo el valor, el máximo alcanzado no llegó a superar la parte alta del canal bajista en el que viene inmerso el valor en toda su caída desde 2017. De ahí que pese a haber visto una pequeña reacción cuando el precio se situaba en los 6 euros, necesitaremos ver señales que hagan pensar que la tendencia bajista remite. Dicha señal es la superación al alza de los 7,25 euros a precios de cierre. Si esto se da se abriría un escenario más optimista para el valor, con un siguiente objetivo a alcanzar en el nivel de los 9,15 euros.
Por abajo, tal y como comentamos, la pérdida de los 6 euros a precios de cierre durante tres sesiones sería señal suficiente de pérdida de soporte, degradaría la estructura técnica del valor y abriría la posibilidad de que el precio volviese al origen del movimiento alcista. Así que, más que nunca, habrá que permanecer atentos, la clave es el 6.
Ignacio Zarza es analista de Auriga Global