VALÈNCIA. Cajamar sigue creciendo en lo que a banca móvil se refiere -sin abandonar las tradicionales oficinas bancarias e incluso potenciándolas en aquellos territorios que sufren la exclusión financiera- tras incrementar un 61% el número de clientes en este segmento bancario (banca móvil) durante el pasado año, que totalizaron 404.000 frente a los 731.000 de sus clientes digitales, que crecieron un 11% más.
De este modo la cooperativa de crédito continúa avanzando en su estrategia de digitalización, que tiene en su oferta Wefferent una de sus puntas de lanza como viene informando Valencia Plaza. En esta ocasión, y con datos de la propia entidad correspondientes a todo el ejercicio 2018, el número de clientes que usan este servicio lanzado en el verano de 2017 creció un 56% hasta los 169.000 con un repunte del volumen de negocio del 52%. Y, además, el 45% mantiene una vinculación alta/muy alta.
Conviene recordar que Wefferent responde a la nueva forma de relación entre la veintena de entidades de Cajamar -la mayoría domiciliadas en algún punto de la Comunitat Valenciana- y los clientes digitales, que solo está operativa a través de banca electrónica, banca telefónica o en la red de cajeros.
Todo ello sin comisiones y ofreciendo la posibilidad de domiciliar todos los recibos, la nómina y/o pensión y con la particularidad de que solo es accesible desde el ordenador, la tablet o el teléfono móvil. O lo que es lo mismo: aprovechando las ventajas que ofrece la tecnología.
Pero la cosa no queda ahí porque el grupo cooperativista también recibió el espaldarazo a su Cuenta 360º, con una subida del número de clientes que la utilizan del 58% hasta los 179.000 y una mejora del volumen del negocio del 50%. Un concepto estratégico de multicanalidad desde una visión transaccional y operativa sobre una visión basada en la cercanía con el cliente.
Así se explica que el Grupo Cajamar se sitúe actualmente en la sexta posición satisfacción del cliente en el 'Estudio de Satisfacción de Clientes del cuarto trimestre de 2018 de Stiga', logrando una calificación notable, por encima de la media del sector; situándose en tercera posición en cuanto a la satisfacción de sus clientes con el gestor, y en octavo puesto en la satisfacción con la banca telefónica.
Mientras tanto primera caja rural española impulsó su beneficio un 2,7% hasta al alcanzar los 82,25 millones de euros, tal y como publicó este diario la semana pasada. La mejora de los márgenes -en un contexto de 'tipos cero'-, la reducción de gastos y la intensa actividad comercial para la venta de activos improductivos tuvieron mucho que ver en las cuentas de una entidad que abrió seis nuevas sucursales a lo largo de 2018: cuatro de ellas en Aragón, en Barbastro, Calatayud, Ejea de los Caballeros y Fraga, una en Carmona (Andalucía) y otra en Mutxamel (Comunitat Valenciana).
Además, y como dato a tener también muy en cuenta, Cajamar sigue prestando servicio mediante oficinas móviles, evitando situaciones de exclusión financiera, a una treintena de pequeñas poblaciones de Almería, Alicante, València y Castellón, atendiendo a más de 21.500 personas y recorriendo más de 61.200 kilómetros al año.