Lo hará a medida que las vacunas contra la covid-19 permitan una reapertura económica prolongada, tal y como advierte el experto del gigante suizo
MADRID. China fue el primer país en recuperar las pérdidas de producción de la pandemia. La evolución de su economía y sus activos financieros son buenos indicadores de la actividad del mercado global. Las acciones chinas están algo retrasadas en lo que va de año, después de haber sido líderes en 2020, lo que refuerza nuestra convicción de estar positivos en aquellas zonas que inician la recuperación.
La producción manufacturera y las exportaciones siguen siendo sólidas en China, lo que indica que los inversores deberían centrar sus exposiciones al riesgo en mercados apalancados en la continua fortaleza de los bienes. No hay un giro brusco en el apoyo de la política china. A nivel mundial, también se prevé que la política monetaria siga estimulando la economía. Por ello, somos positivos con la renta variable al crédito, y seguimos apostando por curvas de rendimiento más elevadas.
Sin embargo, China también nos muestra que los riesgos de la política se volverán más bidireccionales a medida que las economías se recuperen. Esto respalda nuestra preferencia por la renta variable excluyendo la estadounidense.
Actualmente, los inversores están actuando según unos factores comunes: La actividad mundial está preparada para crecer de forma significativa, a medida que las vacunas permitan una reapertura económica prolongada. La economía estadounidense liderará el camino, gracias a una mayor rapidez en la distribución de las vacunas y a un potente estímulo fiscal. La recuperación será desigual en distintas zonas geográficas debido a las diferencias en el acceso y distribución de las vacunas. En algunos países, y para algunos sectores, la persistencia de la pandemia impedirá la vuelta a la recuperación total a medio plazo.
Esto no facilita la asignación de activos. Por el contrario, la medida en que estas opiniones están descontadas en los precios del mercado puede hacer que decidir dónde y cómo asumir riesgos sea una tarea más difícil. Identificar los indicadores que pueden desvelar las claves sobre cómo se desarrollará la actividad y los precios de los activos es una herramienta esencial para los inversores que buscan navegar con prudencia en las condiciones actuales del mercado.
Hace un año, examinamos lo que la reapertura económica de China presagiaba para el resto del mundo. Nuestras principales conclusiones son que los inversores deberían seguir centrando su exposición al riesgo en las regiones que aún se encuentran en la fase inicial del ciclo y tienen una elevada exposición a la actividad manufacturera. La política macroeconómica de China también reafirma nuestra convicción de que el apoyo fiscal y monetario seguirá apuntalando la expansión económica, aunque a un ritmo más lento. Además, cuanto más capaces sean las economías de reparar los daños de la crisis de COVID-19, más se reducirán los riesgos políticos.
Álvaro Cabeza es Country Manager de UBS AM Iberia